Crónica / Resumen del primer encuentro del Taller 'Sacando los pies del tiesto' |
El pasado 25 de octubre se celebró en la Casa Palacio del Pumarejo el primer encuentro del taller Sacando los pies del tiesto. Abordar la crisis desde prácticas alternativas, uno de los focos de actuación del grupo de investigación que se ha puesto en marcha dentro del proyecto Sobre capital y territorio III del programa UNIA arteypensamiento 2012. El objetivo de este taller, organizado por la Asociación Casa Pumarejo, la Red de Moneda Social "Puma" y GISAP-Grupo de Investigación Social y Acción Participativa (adscrito a la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla), fue contribuir a visibilizar las propuestas y prácticas que, desde diferentes colectivos, se están llevando a cabo como alternativas a las lógicas que nos han conducido a la crisis global. Prácticas que retoman, resignifican o crean nuevas fórmulas de vinculación con el territorio. Este primer encuentro se articuló en torno a la noción de sustentar y en él participaron representantes de dieciséis colectivos ligados a distintas realidades territoriales y con diferentes ámbitos de actuación e influencia: Asamblea 15M Alcosa, Banco de Tiempo Aljarafe, Banco de Tiempo 15M Triana, Diagonal Periódico, El Enjambre sin reina, Huerta de Chiclana-Moneda Social "Jandita", ODS-Oficina de Derechos Sociales de Sevilla, Platapuma, Red de Cultivadores Dulce Revolución, Red de Decrecimiento de Sevilla, Red de Economía Vecinal de Cádiz, Red de Moneda Local "Zoquito", Red de Moneda Social "Puma", Red de Trueque Aljarafe-Moneda Social "Jara", Salero-Puerto de Santa María y Taraceas Sociedad Cooperativa. A cada uno de estos colectivos se le entregó una ficha para que indicaran, entre otras cosas, el tiempo que llevan en activo, las prácticas en las que "sacan los pies del tiesto" (especialmente aquellas que están vinculadas al concepto de sustentar), sus métodos de financiación, la periodicidad con la que organizan sus reuniones, los principales escollos que se encuentran en su día a día o los colectivos con los que trabajan y/o con los que le gustaría trabajar. Para hacer más dinámica la presentación de los grupos, se hizo una lectura cruzada de estas fichas. Es decir, la ficha de cada grupo fue leída por un representante de alguno de los otros colectivos participantes. Tras esta primera toma de contacto, Julio Gisbert, autor del libro Vivir sin empleo. Trueque, bancos de tiempo, monedas sociales y otras alternativas -un libro que ha jugado un papel clave en la creación y difusión de diferentes bancos de tiempo y monedas sociales en España- ofreció una charla sobre el concepto de sustento y sus posibles implicaciones y derivaciones. En ella, partiendo de la definición de sustento que se propone en el texto de presentación del taller -"entendemos por sustento la materia y energía básicas para garantizar un 'buen vivir' de todas las personas que habitan el planeta (no sólo de una parte), así como también un 'buen vivir' del propio sistema Tierra"-, Gisbert trató de identificar cuáles son las diferentes cosas que necesitamos para garantizar ese 'buen vivir': (auto)organización, techo/refugio/hogar, alimentación, salud, educación, cultura, recursos tecnológicos y, en su opinión, también un cierto nivel de seguridad. Después citó una serie de prácticas, experiencias e iniciativas vinculadas, de forma más o menos directa, a cada una de dichas necesidades y que, a su juicio, pueden servir de referentes para un taller que se articula en torno a la noción de sustentar. De las distintas ramificaciones del movimiento 15M, la propia Casa del Pumarejo o las redes de trueque hasta los centros sociales autogestionados, los servicios de hospitalidad on line como Couchsurfing o las asociaciones que luchan contra los desahucios y los abusos de la banca en los contratos hipotecarios. De las múltiples experiencias de los huertos urbanos o los proyectos de ecogastronomía sostenible como el movimiento Slow Food hasta las cooperativas de salud alternativa que durante los últimos años han surgido en distintos puntos del Estado español (por ejemplo, Aurea Social). De las experiencias de educación intergeneracional, los bancos de tiempo o las redes de intercambio de conocimientos como Comunitats hasta el ya veterano movimiento por el software libre, las prácticas de código abierto o las distintas propuestas que existen para posibilitar el acceso a las nuevas tecnologías de sectores de la población con pocos recursos (por ejemplo, los proyectos One laptop for Child o Barefoot College). De la puesta en marcha de un sistema de licencias no restrictivo para los contenidos que circulan por Internet (Creative Commons) o la emergencia de iniciativas para promover la cultura compartida (BookCrossing) hasta la aparición de monedas culturales (por ejemplo, la brasileña Cubo Card) o, ya en el ámbito de la seguridad (que suele ser el que más polémica genera en los foros en los que se debaten nuevas fórmulas de empoderamiento colectivas), la utilización estratégica de la no violencia activa para intentar lograr un cambio político, social o cultural revolucionario. En la conclusión de su ponencia, Julio Gisbert señaló que a la hora de abordar un tema como el sustento, debemos tener muy en cuenta el concepto de resiliencia. "Esta noción, que proviene del campo de la biología", precisó, "alude a la capacidad que tiene un organismo de salir adelante en situaciones adversas". Según Gisbert, es necesario que pensemos qué tipo de iniciativas podemos llevar a cabo y qué tipo de entornos -sociales, culturales, medioambientales…- debemos intentar construir para lograr una resiliencia adecuada, tanto a nivel individual como colectivo, de modo que podamos sobreponernos e incluso salir fortalecidos de situaciones de crisis como la que estamos atravesando.
Una vez finalizada la charla de Gisbert y tras un breve descanso-merienda, se crearon cuatro pequeños grupos de trabajos en los que se habló a un nivel más informal de la idea de sustentar (una palabra de la que aún no se ha apropiado el poder, por lo que sigue manteniendo intacto su potencial crítico) y de los diferentes campos que este concepto abarca o con los que se puede o podría relacionar. El encuentro se cerró con una puesta en común en la que los diferentes grupos de trabajo pudieron explicar las principales conclusiones a las que habían llegado, así como algunas de las dudas y discrepancias que habían surgido en sus respectivos procesos de debate. Entre otras cosas, en esta puesta en común se planteó que el sustento no se debe concebir únicamente como aquello que permite cubrir nuestras necesidades materiales básicas (alimentación, ropaje, vivienda, salud...), sino también como lo que nos permite tener -o, al menos, a aspirar a tener- una vida plena (una vida que, parafraseando a Santiago López Petit, merezca la pena ser vivida): el acceso a la educación, la cultura y la tecnología; la posibilidad de disfrutar de tiempo ocio y de unas relaciones sociales de calidad... Todo ello desde la conciencia de que esa vida plena (ese "buen vivir" del que se habla en el texto de presentación del taller) sólo se puede alcanzar si se tienen en cuenta las necesidades de los demás y del planeta en su conjunto. También se señaló que el concepto de sustentar posee tanto una dimensión individual como colectiva; que dicho concepto no puede desligarse de nociones como las de cuidado, confianza, generosidad y altruismo; o que para garantizarnos el sustento debemos apostar por la interdependencia y ser capaces de organizarnos pero sin generar en ningún momento estructuras rígidas y jerárquicas.
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