Saleh Barakat: Redescubrir el arte moderno árabe: Los casos de Saloua Raouda Choucair, Aref Rayess y Saliba Douaihy

Saleh Barakat en el seminario 'Arab Modern. Modernidad Excéntricas. Escrituras de la historia del arte moderno en el mundo árabe' Galerista, comisario y ligado a una familia de coleccionistas libaneses, Saleh Barakat considera que es necesario realizar un trabajo de archivo, conservación, reinterpretación y difusión del arte moderno árabe. Un trabajo que, a su juicio, se debe hacer sin demora, pues todavía se puede acceder directamente a las fuentes de información, "algo que en veinte o treinta años ya no será posible". Desde esta premisa, Barakat, que es fundador de la galería Agial Art de Beirut y miembro del comité directivo del Centro de Arte de la Universidad Americana de esta ciudad, lleva más de una década intentando dar a conocer la obra de tres artistas libaneses pioneros a los que él considera "auténticos maestros" y que, por diversas razones, habían caído en el olvido, tanto dentro como fuera del Líbano: Saloua Raouda Choucair, Aref Rayess y Saliba Douaihy.

Fue tras visitar en 1999 el jardín de esculturas del Museo Hirshhorm de Washington y comprobar que éste no contenía ninguna obra de Saloua Raouda Choucair, cuando Saleh Barakat tomó conciencia del enorme desconocimiento que existe a nivel internacional de los principales representantes del arte moderno libanés. Un desconocimiento que, en gran medida, está provocado por los déficits que mencionó Catherine David en la presentación del seminario. "En aquella visita", recordó Barakat, "le pregunté al director del Museo Hirshhorm que si habían pensado exponer algunas vez esculturas de Saloua Raouda. Él me pidió que le indicara algún museo o galería de Beirut donde pudiera verlas o algún libro monográfico que se hubiera publicado sobre esta artista. De repente fui consciente de que no teníamos ni una cosa ni la otra y de que este tipo de carencias han contribuido de forma decisiva a que el arte moderno libanés (y, en general, todo el arte moderno árabe) sea tan desconocido en los países occidentales". 

En aquel momento Barakat decidió que iba a hacer todo lo que estuviera en su mano para que Saloua Raouda y otros artistas a los que admiraba tuvieran el reconocimiento que, a su juicio, se merecían. En 2004 publicó un exhaustivo libro monográfico sobre esta artista (un libro que realizó en colaboración con la hija de Raouda) y en los años siguientes organizó una serie de pequeñas exposiciones que mostraban diferentes periodos y aspectos de su trabajo. Recientemente ha sido comisario de la primera gran exposición retrospectiva que se le ha dedicado a esta creadora que, bajo su punto de vista, es una de las figuras más brillantes de la escultura del siglo XX. Esta retrospectiva se celebró en el Beirut International Exhibition & Leisure Center e incluyó casi cuatrocientas obras de los distintos periodos de su trayectoria creativa. "La muestra", señaló Saleh Barakat, "tuvo un gran éxito y a partir de ella instituciones museísticas y culturales tan prestigiosas como el Centro Pompidou, la Fundación Guggenheim o el MoMA se han interesado por su obra (antes ya lo había hecho la Tate Gallery). Una obra ligada a la abstracción plástica occidental, pero en la que también encontramos una fuerte influencia del sufismo y de la poesía árabe".

Imagen de la exposición retrospectiva sobre Saloua Raouda Choucair que se celebró entre el 27 de septiembre y el 13 de noviembre de 2011 en el Beirut International Exhibition & Leisure Center

Otro de los artistas pioneros con los que Saleh Barakat está trabajando es Aref Rayess (1924 - 2004), un pintor inquieto, prolífico y polifacético que aunque ha obtenido cierto reconocimiento (no exento de polémica) dentro del Líbano es bastante desconocido fuera de su país. Barakat ya empezó a interesarse por él cuando comenzó su carrera como galerista a finales de los años ochenta. "Yo venía del ámbito de las finanzas", recordó, "y para conocer más a fondo lo que se pensaba en el mundo profesional artístico libanés comencé a preguntarle a los historiadores, comisarios y críticos que iba conociendo cuáles eran, en su opinión, los artistas más importantes de la historia del arte moderno en Líbano. Lo curioso es que mientras algunos afirmaban categóricamente que Aref Rayess estaba entre ellos, otros aseguraban que a este autor ni siquiera se le podía considerar un artista. Este contraste me llamó mucho la atención y, en cierta medida, creo que fue una de las cosas que hizo que siguiera adelante con mi decisión de convertirme en galerista, porque quería participar e influir en estos debates. Y he de decir que veinte años después de todo aquello, ahora estoy completamente convencido de que Rayess es, sin lugar a dudas, uno de los artistas libaneses más importantes del último siglo".

Saleh Barakat supo que había llegado el momento de empezar a trabajar con este artista cuando en 1999 comisarió la exposición The Road To Peace: Painting in Times of War (1975-1991) que reunía piezas realizadas por diferentes autores (entre ellos, Aref Rayess) durante la guerra civil del Líbano. Desde entonces ha ido construyendo un extenso archivo -que hoy contiene más de 2.500 imágenes- sobre el trabajo de Rayeff que, en palabras de Barakat, fue "un viajero incansable, un gran intelectual y un hombre comprometido con su tiempo que nos ha legado una obra de una calidad y originalidad indudable". Una obra que no se debe leer desde una perspectiva puramente cronológica (pues la evolución estilística de este artista fue más cíclica que lineal) y que en muchos casos tuvo un carácter casi visionario. En este sentido, Saleh Barakat confesó que él a menudo no comprendió bien la evolución que iba experimentando el trabajo de Aref Rayess. "Fui descubriendo con varios años de retraso los hallazgos de cada nueva serie de cuadros que hacía", señaló. "Eso es algo de lo que no me enorgullezco, pero que creo que también muestra el enorme talento de este artista que siempre fue por delante de su tiempo".

El tercer y último creador del que habló fue Saliba Douaihy (1915 - 1994), un artista nacido en la pequeña localidad de Ehden (situada en una zona montañosa del norte del Líbano) que desarrolló gran parte de su carrera fuera de su país (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia...). En el Líbano, según Barakat, es bastante conocida la obra de juventud de este autor, una serie de cuadros de un estilo impresionista tardío donde aún hay reminiscencias figurativas. Sin embargo se sabe muy poco de su obra de madurez en la que lleva a cabo un proceso de depuración y refinamiento formal que, en cierta medida, le emparenta con pintores abstractos occidentales como Mark Rothko, Hans Hofmann o Ad Reinhardt.

El tema central de gran parte de sus trabajos -especialmente durante su periodo abstracto- es el monasterio maronita de Mar Qozhayya que se encuentra en un estrecho cañón del valle de Qadisha, muy cerca de su ciudad natal. Un enclave que, como el propio artista ha explicado en más de una ocasión, jugó un papel muy importante en su aprendizaje pictórico, pues fue allí donde se configuró su manera de percibir la forma y el color. Saleh Barakat comentó que está empezando a preparar una exposición que intentará mostrar la profunda evolución estilística que experimentó la obra de Saliba Douaihy al que, en palabras de Barakat, "en ninguno de los lugares en los que vivió y trabajó llegaron realmente a comprenderle". Esta exposición, que probablemente se celebrará en el año 2014, también dará cuenta de sus obras de carácter religioso (Douaihy era cristiano maronita) en las que a menudo incluía elementos de la caligrafía aramea.

Dos piezas de distintos periodos de la trayectoria artística de Saliba Douaihy. El tema central en ambos cuadros es el monasterio maronita de Mar Qozhayya enclavado en un estrecho cañón del valle de Qadisha

Ya en la fase final de su intervención, Saleh Barakat señaló que el Centro de Arte de la Universidad Americana de Beirut (de cuyo comité directivo es miembro) tiene previsto crear una cátedra para investigar la obra de artistas libaneses pioneros como Saloua Raouda Choucair, Aref Rayess y Saliba Douaihy. "Ésta y otras iniciativas que se han promovido en los últimos años en diversos países de Oriente Medio (como la reciente creación del Mathaf Arab Museum of Modern Art de Doha), muestran que, aunque sea de forma lenta y dispersa, está aumentando el interés por preservar, interpretar y difundir la historia del arte moderno en el mundo árabe", concluyó. "Es fundamental que trabajemos para que esta tendencia se consolide (y, en la medida de lo posible, se amplifique), no sólo por la indudable calidad que tienen muchas de las obras y de los artistas de este periodo, sino también porque este arte nos puede ayudar a comprender mejor los cambios que se han producido en el mundo árabe durante el último siglo".