Resúmenes de las intervenciones en el seminario 'Arab modern. Modernidades Excéntricas. Escrituras de la historia del arte moderno en el mundo árabe' |
A la hora de intentar escribir la historia del arte moderno en el mundo árabe (teniendo siempre en cuenta que este es un espacio sumamente complejo y heterogéneo que integra realidades culturales y situaciones sociales muy distintas) hay que afrontar una serie de déficits que no se dan -o que se dan, pero en mucha menor medida- en otros campos (como en la literatura) o en otros contextos culturales no occidentales -en otras "modernidades excéntricas"- como Latinoamérica o la India. Así, además de una evidente escasez de colecciones públicas y de instituciones culturales (por ejemplo, las grandes capitales del mundo árabe no tienen museos de arte moderno, algo que sí poseen otras metrópolis coloniales como México o São Paulo), existe un enorme déficit en términos de producción bibliográfica (catálogos de exposiciones, libros monográficos de artistas...) y de construcción de discursos críticos y teóricos. A esto habría que añadir que a nivel institucional no se ha hecho ningún esfuerzo por documentar, conservar y restaurar las obras de los artistas pioneros, incluso nos encontramos con que no sólo se desconoce el paradero de muchas de ellas, sino que ni siquiera existen registros fotográficos de las mismas. En la presentación del seminario Arab Modern. Modernidades excéntricas. Escrituras de la historia del arte moderno en el mundo árabe, que se celebró el 24 y 25 de noviembre de 2011, Catherine David señaló que hay que aprender a trabajar con estas carencias ("pues lo contrario sólo nos conduce a un negativismo improductivo"), intentando generar discursos históricos y críticos a partir del uso de archivos y corpus textuales específicos (es decir, centrados en momentos, autores, experiencias o escenas artísticas muy concretas). Archivos y corpus que, eso sí, debemos leer desde una perspectiva global para tratar de detectar los paradigmas críticos vigentes en cada contexto y periodo de la historia del arte moderno en el mundo árabe (historia que de forma genérica se extendería, según Catherine David, desde finales del siglo XIX hasta la década de los setenta u ochenta del siglo pasado). Esto es lo que desde presupuestos metodológicos y enfoques disciplinares muy diferentes están haciendo los cuatros especialistas que participaron en el seminario. Saleh Barakat, fundador de la galería Agial Art de Beirut y co-comisario del Pabellón del Líbano en la 52ª edición de la Bienal de Venecia, explicó su trabajo de recuperación, conservación y difusión de la obra de tres artistas libaneses pioneros: Saloua Raouda Choucair, Aref Rayess y Saliba Douaihy. Silvia Naef, catedrática del Departamento de Estudios Árabes de la Universidad de Ginebra, planteó, por un lado, la necesidad de "interpretar mejor" los primeros intentos de arte moderno en Egipto (resituándolos dentro de su contexto histórico y cultural) y, por otro lado, habló de algunas de las (escasas) investigaciones académicas que se han realizado hasta la fecha sobre la historia y las derivaciones de la modernidad artística en los países árabes. Kenza Sefrioui, que trabaja en la sección cultural del Journal hebdomadaire de Casablanca, analizó el papel clave que jugaron los artistas plásticos en la revista Souffles, una publicación literaria creada en 1966 que con los años se fue radicalizando y se convirtió en el principal órgano de expresión de un combativo movimiento intelectual que reivindicaba la necesidad de refundar la cultura y la identidad nacional marroquí. Y Maria Golia, autora de libros como Cairo, City of Sand (Reaktion Books, Londres 2004) o Photography and Egypt (Reaktion Books, Londres, 2010), se centró en la historia de la fotografía en Egipto, examinando las "fuerzas" que estuvieron detrás de su primer desarrollo y cómo este medio ha influido en la evolución de la realidad social, política y cultural del país.
Galerista, comisario y ligado a una familia de coleccionistas libaneses, Saleh Barakat considera que es necesario realizar un trabajo de archivo, conservación, reinterpretación y difusión del arte moderno árabe. Un trabajo que, a su juicio, se debe hacer sin demora, pues todavía se puede acceder directamente a las fuentes de información, "algo que en veinte o treinta años ya no será posible". Desde esta premisa, Barakat, que es fundador de la galería Agial Art de Beirut y miembro del comité directivo del Centro de Arte de la Universidad Americana de esta ciudad, lleva más de una década intentando dar a conocer la obra de tres artistas libaneses pioneros a los que él considera "auténticos maestros" y que, por diversas razones, habían caído en el olvido, tanto dentro como fuera del Líbano: Saloua Raouda Choucair, Aref Rayess y Saliba Douaihy. Silvia Naef: Reconsiderar a los “pioneros”. El primer arte moderno del mundo árabe y su “modernidad” Cuando se lleva a cabo una investigación sobre los primeros pasos del arte moderno en el mundo árabe, además de ser conscientes de las carencias teóricas y metodológicas de las que se parte (tanto por la falta de escritos históricos sobre este arte como por la escasa precisión de los que hay), se debe evitar hacer una lectura descontextualizada en la que las obras de los artistas pioneros se interpreten y evalúen con los mismos parámetros analíticos que se utilizan para interpretar y evaluar los trabajos de los artistas occidentales coetáneos a ellos. Esto es algo que tiene muy claro Silvia Naef, catedrática del Departamento de Estudios Árabes de la Universidad de Ginebra (donde enseña Historia Cultural del Mundo Árabe) y autora de publicaciones como Y a-t-il une question de l’image en Islam? o A la recherche d’une modernité arabe, L’évolution des arts plastiques en Egypte, au Liban et en Irak. Fundada en 1966 por los poetas francófonos Mostafa Nissabouri y Abdellatif Laâbi, Souffles fue una revista cultural y literaria que desde sus inicios tuvo una clara vocación política y que en los últimos años de su existencia llegó a convertirse en uno de los principales medios de expresión de dos organizaciones -Ilal Aman y 23 Mars- ligadas al emergente movimiento marxista-leninista marroquí de la época. En el marco del seminario Arab Modern. Modernidades excéntricas. Escrituras de la historia del arte moderno en el mundo árabe, Kenza Sefrioui habló del importante papel que desempeñaron las artes plásticas en esta publicación que si bien surgió con la intención de renovar la literatura marroquí, desde un principio se interesó por otras manifestaciones artísticas como la pintura, el teatro o el cine. "De hecho", señaló Sefrioui, que ha realizado una tesis doctoral sobre Souffles (tesis que presentó en la Universidad de la Sorbona el pasado 2011), "artistas plásticos de la Escuela de Bellas Artes de Casablanca como Mohammed Melehi y Mohammed Chabâa estuvieron plenamente integrados en el equipo editorial de la revista a la que lograron dotar de una identidad visual 'vanguardista', algo bastante insólito en las publicaciones que se hacían en Marruecos -y, por lo general, en todo el mundo árabe- en aquellos años". Egipto ha jugado un papel clave en la historia de la fotografía desde que ésta empezó a dar sus primeros pasos a mediados del siglo XIX. Maria Golia mostró una litografía del Palacio de Mohammed Ali en la ciudad de Alejandría que data de 1839, es decir, del mismo año en el que se presentó oficialmente el daguerrotipo, considerado como el "primer procedimiento fotográfico propiamente dicho". Esta presentación se realizó en la Academia de las Ciencias de París y tras asistir a la misma, François Arago, secretario general de esta institución y director de su Observatorio Astronómico, ya habló de la gran contribución que podía hacer este inventó a la investigación arqueológica y, más específicamente, al estudio de las antigüedades egipcias. En el inicio de su intervención en el seminario Arab Modern, Golia leyó un texto de Arago en el que el astrónomo francés se lamenta de que los artistas y científicos que habían participado en la llamada "Campaña de Egipto y Siria" (una expedición militar que llevó a cabo el ejército de Napoleón Bonaparte entre 1798 y 1801 acompañado de un contingente de más de un centenar y medio de científicos de diversas disciplinas que fueron tomando registro de todo lo que se encontraban) no hubieran contado con este medio para hacer su trabajo. |