Pensar la edición



El taller de investigación Pensar la edición está formado por un grupo de estudio estable de profesionales que han trabajado en el campo de la edición (Miren Eraso, directora de la revista Zehar, editada por Arteleku, Donostia, Diputación Foral de Gipuzkoa; Carme Ortiz, directora de la revista Papers d 'Art, editada por la Fundació Espais, Centre d´Art Contemporani, Girona; y Mar Villaespesa, comisaria y productora independiente, Sevilla).

Tiene como objetivos, en primer lugar, reflexionar y debatir sobre la edición en la actualidad, sobre los cambios realmente significativos que se están dando en la creación, mediación y distribución de contenidos y que están modificando la lógica de la tradicional edición en papel; y, a su vez, difundir y ampliar dicho debate en diferentes medios.

Y, en segundo lugar y a partir de dicha reflexión, proponer un proyecto editorial que contemple los cambios que se están produciendo en torno a la creación/producción/difusión y con ello la puesta en marcha de nuevos modos de edición del arte y el pensamiento.


LÍNEAS DE TRABAJO

1- Documental
Estudio y discusión centrado en tres temas de lectura englobados bajo los siguientes epígrafes: La era de la información / Nuevos medios, nuevos lenguajes / Proyectos editoriales.

Encargo de un informe sociológico sobre las publicaciones especializadas en arte contemporáneo en el Estado español en las décadas 80 y 90, con el fin de conocer la actuación y penetración que tuvieron en el entorno y, asimismo, establecer los parámetros socioculturales del contexto en el que nacieron y se desarrollaron, a la vez que apuntar a las relaciones economía-cultura en dichas décadas.

2- Editorial
En un momento en el que las tecnologías de la información facilitan la creación de redes de trabajo horizontales y permiten crear flujos de información ágiles y dinámicos, con o sin intereses comerciales, nos encontramos, por un lado, con la concentración y monopolización de medios de comunicación que están desarrollando estrategias globales de difusión que inciden directamente en la construcción del presente e influyen en la creación de opinión y construcción de los hechos; y por otro, con iniciativas autónomas, de muy diverso carácter, que están experimentando con nuevos formatos, nuevos tratamientos de los contenidos, e incidiendo en las maneras de intervenir en las relaciones sociales y culturales.

Estos proyectos editoriales autónomos (nacionales e internacionales), que son reflejo del dinamismo sociocultural actual, son los que nos interesa conocer, y, a la vez, nos interesa crear un debate en torno a los mismos. Desde estos presupuestos analíticos hemos desarrollado los primeros documentos del taller: dos monográficos Pensar la edición publicados en Zehar y Papers d´Art.


CONCLUSIONES

Podríamos decir, que analizar el pasado editorial nos ha parecido fundamental no sólo para conocerlo sino para explorar nuevos modos de editar arte y pensamiento.

Indagar en el presente y el pasado en un sentido Benjaminiano, como apunta Chantal Pontbriand, en el “Foro de revistas”-Zehar, en su texto sobre el origen y transformaciones de Parachute:

“En un mundo en el que ocurren tantos y tan frecuentes desastres que afectan a la historia y a la memoria de individuos y pueblos, la historia y la memoria se están convirtiendo en una obsesión a nivel mundial, en una cuestión que está siendo tratada por fascinantes escritores y artistas cuyo trabajo juega con la historia y la memoria. ¿Juega? Aunque posiblemente suene escandaloso, es necesaria una actitud lúdica para actuar con un pie fuera de las convenciones, fuera de las ideas y conocimientos prescritos. Una actitud lúdica, la inventiva, elaborar ideas y diferentes puntos de vista, son pasos importantes para evitar que nos quedemos atascados por el peso de la historia o la memoria, a la vez que desarrollan formas analíticas dentro del mundo de las ideas y de la práctica artística que nos permiten crear espacios en el presente que surjan de nuestra comprensión del pasado y nos proyecten hacia el futuro.

Es una idea cercana a las Tesis sobre la filosofía y la historia de Walter Benjamin, donde dice que la ‘historia es el salto del tigre hacia el futuro’. Es algo importante para Benjamin, que tenía una preocupación constante por el cambio y la unión del pasado con el presente y el futuro. Este teorema se encuentra también cercano a otro, también querido por Benjamin, el del autor como productor, que es una idea que en sí misma supone que no podemos ser receptores puros de culturas pasadas, pero que cuando nos ponemos en contacto con el pasado, que de todos modos siempre significa un fragmento del pasado, un pasado fragmentado, tenemos que reinventarlo de alguna forma actualizando el significado de esos fragmentos, relacionándolos con la experiencia contemporánea, e incluso proyectando nuestra percepción de esos fragmentos hacia un camino de futuro, un futuro construido aunque sin realizar. Esa operación nos pone en caminos diferentes, evitando el bloqueo al que aludía antes, el pasado imperfecto, que conducen a una otredad, a algunos mundos imaginarios. Esta visión del proceso de la historia me parece fundamental para descubrir nuevos modos de observar y vivir, de habitar el mundo”.

¿Sobre el formato?
Si bien la unificación de formato tiene sus ventajas, es sugerente la diversidad de formatos según los contenidos, como apunta en su texto Clémentine Deliss sobre Metronome. Asimismo lo que se considera formato libro es reivindicado por muchos directores de revistas porque como plantea en su texto el director de Afterall, “...existen diversas ideas que no han podido encajar en ese formato rígido que es la revista... por eso hemos empezado....formato de libro...”. También en el nuevo Parachute, en los monográficos, se impuso el formato libro. Anotar también que uno los editores de Esete, que conciben su publicación como un “laboratorio de ideas y procesos donde buscar maneras diferentes de producir y comunicar...”, a modo de “agencia de comunicación creativa...”, pide a Zehar “un nuevo formato, ser más mutable...”.

Y tener en cuenta algo que quizás por obvio no se insista en ello, en lo que apunta el editor de Spector, lo que puede significar “la mezcla y la superación de categorías genéricas por medio de una determinada práctica de producción...”, a la vez que pensar en “establecer una relación perfectamente estructurada entre imagen, texto y diseño gráfico... que se dé un debate de contenidos entre los tres ámbitos.... una unidad de imagen, texto y diseño...”.

¿A qué público se puede dirigir el proyecto?
Está claro que en la actualidad hay una superproducción cultural, lo cual afecta al número de “consumidores” de cualquier oferta cultural, entre ellas las publicaciones. ¿Cuál sería el público potencial? Chantal Pontbriand apunta, en su análisis de las transformaciones operadas por Parachute: “No nos interesa la sobreabundancia de información (de la que bien ha teorizado Marc Augé)... Se pretende profundizar en los niveles y cadenas de significados. Se pretende que sean analíticos y no prescriptivos en el sentido de que la idea no es identificar tendencias o movimientos (personalmente creo que los movimientos se extinguieron como forma de pensar y procesar el arte contemporáneo históricamente en los años 70) sino facilitar un contexto analítico en el que operar y reagrupar prácticas artísticas importantes”. Este comentario hace pensar en un lector especializado.

¿Distribución?
Tema que se interrelaciona con el público al que se dirige el proyecto. Si éste es especializado la lógica lleva a pensar en una distribución tradicional a través de las librerías especializadas y de las suscripciones, además de Bibliotecas y Universidades...

A ello añadir, y teniendo en cuenta que el proyecto editorial va a tener en cuenta la edición en nuevos soportes, las nuevas posibilidades que abre las ventas y suscripciones vía internet, si bien como se planteó en el taller Edición-Postmedia, uno de los mayores problemas a los que se enfrentaban las revistas electrónicas era el tema de “siempre”, el de la distribución, motivo por el que les interesaba particularmente crear plataformas de revistas y mecanismos para, de algún modo, paliar este problema.

¿Estructura empresarial?
Notas de Mar Villaespesa, a partir de la transformación de la publicación Figura en Arena Internacional:
“En la segunda mitad de los 80, la revista Figura, cuya publicación fue posible gracias, entre otras cosas, a una política de subvención de la cultura promovida por el gobierno socialista, requería (por las mismas condiciones de la subvención) que en un futuro inmediato se autofinanciara, lo cual pasaba por una transformación de su estructura. Cuando el director de entonces, Guillermo Paneque, me pidió que me hiciera cargo de la revista para encarar el nuevo futuro, el primer planteamiento, sin lugar a duda, era el de la necesidad de dotarla de una estructura empresarial con el doble objetivo, y a su vez interrelacionados, de que el producto se autofinanciara y se enclavara en el mercado del arte español. Entonces estaba claro que la forma más adecuada para su financiación (también para su credibilidad, independencia y “profesionalidad”) sería el propio mercado y cultura del arte (a través de la publicidad de galerías privadas y centros y museos de arte estatales, además de los potenciales suscriptores y ventas a través de una distribución “convencional” en el sector de revistas culturales a través de las librerías y kioskos especializados). También, entonces, dicho mercado y cultura del arte, en nuestro país (aunque la revista tenía una vocación “internacional”), necesitaba de ese producto tanto por sus contenidos informativos como críticos; se necesitaban tanto plataformas “promocionales” como espacios de análisis del arte contemporáneo.

Hoy, unos quince años más tarde, a la hora de pensar en la concepción de un nuevo proyecto editorial (que puede implicar revista y/o colección seriada) puedo pensar de una manera casi opuesta, en el sentido de “revalorar” las ventajas de la subvención frente a la difícil tarea de rentabilizar el producto. Una política de colaboración de una pequeña red de instituciones, junto al compromiso de dotar a esa trama de unos “profesionales independientes” que dirijan sus contenidos, de algún modo puede ser una fórmula ideal”.

Es una idea similar a la que plantea, de algún modo, Charles Esche, director de Afterall: “no estamos interesados en un mercado de masas y deseamos seguir dependiendo de las subvenciones públicas...”).

Miren Eraso señala que sería necesario discutir el concepto de subvención, aunque comparte la idea de defender un espacio público para la cultura, defiende que la fórmula debe ir hacia la “ayuda imbricada, que contemple una colaboración en términos ideológicos y un apoyo comprometido por parte de la institución o instituciones (y éstas no son las características propias de la subvención, tomada ésta en un sentido convencional)”.

¿Publicación en papel/on-line?
De las reflexiones aportadas por la bibliografía consultada, tanto la más a favor de este medio como la más crítica, y constatada, a todos los niveles, la impregnación de la electrónica en la sociedad y cultura occidental en general, se puede concluir que hoy en día es impensable iniciar cualquier proyecto sin contemplar internet. Muchos proyectos incluso se centran en el uso social y cultural de las nuevas tecnologías, como es el caso de la revista Neural (que participó en el taller Edición-Postmedia y pudimos intercambiar directamente opiniones con su editor) que impulsa “las reflexiones e ideas originales sobre el uso de la tecnología en la cultura”.

El debate, por tanto no debe estar si en papel o electrónica. Proyectos editoriales como Brumaria, al tener en sus líneas generadoras la “identificación política generalista con los movimientos de resistencia global...”, que se conectan en red, hacen de internet un medio idóneo para el caldo de cultivo, a la vez que la edición en papel también puede permitir otro de sus objetivos, el de “ejercer de sujetos capacitados para la acción crítica, tanto a través de la puesta en escena de objetos y propuestas artísticas como a través de la reflexión teórica vehiculada por diferentes soportes...”.

Incluso, en el campo editorial, se dan situaciones paradójicas como la de la revista n.Paradoxa que invirtió la tendencia de muchas revistas de arte ya que empezaron en internet y luego han compatibilizado con la edición en papel.

Ello nos lleva a pensar que el debate está más en buscar fórmulas de convivencia: complementos con foros, versión en la red además de la de papel (como por ejemplo tiene Mute, que también participó en el taller Edición Post-media y pudimos ver en su exposición que tienen muy delimitadas a la vez que imbrincadas las dos versiones).

Ya que la cultura, el arte, como apunta uno de los directores de Quaderns no se producen ya en espacios que acogen objetos cerrados de sentido y ensimismados sino que la cultura se produce “por medio de conjuntos de discursos entrelazados, por medio de lo que podríamos llamar un espacio de intercambio...”, el espacio de internet se hace idóneo para estos planteamientos. Si, como también apunta, la publicación es un territorio narrativo, “un espacio en el que una serie de discursos (textuales y visuales) originan una topografía, una topografía discursiva que genera la posibilidad de itinerarios no inmediatos por las ideas y las formas...”, y “la construcción de un espacio narrativo, entendido como paisaje de textos y trabajos, en el cual se da un ritmo de acontecimientos que explica una historia que puede ser recorrida por el lector según le convenga...”, es cierto que estos planteamientos, que tienen sus referentes en el hipertexto, son fácilmente aplicables en las publicaciones on-line, pero también se puede aplicar estos usos a una “renovada” concepción de la edición en papel.

Igualmente, eso nos hace pensar los comentarios de la directora de Parachute cuando habla de “tactilidad en el nuevo diseño, diseño corpóreo...” y que desde el punto de vista visual y textual “la revista adopta el modo de hipertexto y permite al observador-lector penetrar el contenido de modos diversos y en varios niveles...” que hace que la lectura se convierta en no sólo una experiencia espacial inmersa en visualidad sino también en “una experiencia temporal en el sentido de que puedes adaptar tu lectura de la revista a tu propio sentido o disponibilidad de tiempo...”. El flujo de palabras e imágenes, la inmersión en el texto y en las formas “produce significado que puede ser explorado una y otra vez y se ajusta a modos contemporáneos de ser y de vivir... de desplazamientos del cuerpo... gracias a las tecnologías de la comunicación...”

Uno de los argumentos para muchas publicaciones on-line es el del abaratamiento de los costes, y en su contra está el hecho de que el acceder a ello sea gratis entrando en competencia con la necesidad de rentabilizar el producto. Ambos argumentos dejan, de algún modo, de tener tal importancia si el proyecto está financiado a partir de esa fórmula de la colaboración/compromiso institucional, que apuntábamos antes.

Hay que destacar otros valores “añadidos” que tiene internet como medio de comunicación experimental y abierto y con ello la capacidad de crear foros, archivos, etc., como apunta el editor de la publicación on-line Mark(s):

“Un foro permanente e inmediato entre editor, publicación y público..., ...los contenidos transmitidos por internet hacen posible la construcción de una página de texto que se adhiera a la visión que tiene un escritor (pensador/artista) de su obra..., ...crear la página como lugar deseable donde publicar para una gran variedad de artistas (autores)..., ...experimentos con el hipertexto se han utilizado para ampliar las posibilidades del lenguaje para el espectador. Estas mismas nuevas metodologías, unidas a los formatos derivados de aplicación permiten un tratamiento experimental de objetos de artes plásticas tradicionales, abriendo nuevas perspectivas a la obra..., ...los mismos factores que abren posibilidades al diseño y a la expresión personal (publicación reinventada como espacio público)..., ...publicar de manera independiente es un planteamiento activista que sostiene y extiende esas expresiones artísticas y políticas normalmente consideradas resistentes a las esferas de publicaciones orientadas al mercado..., conservar números atrasados en el mismo espacio...”.

Otra de las reflexiones sobre internet del “Foro de revistas” de Zehar, es muy interesante, la de Mal de Ojo:
Su crítica y valoración de internet, no comporta “abandono ni regresión”. Valoran positivamente su papel en la difusión de sus propuestas y en la configuración de un ámbito (confuso) de resistencia civil.... Si bien está claro que “su uso como medio de evasión y promoción del capital ha quedado muy por encima del uso consciente y crítico”.

“En los noventa nos sumamos a la tendencia utópica que trataba de enfrentar los modos de producción cultural dominantes... mediante una acción que contribuyese a reconducir el nuevo escenario hacia fines diferentes de los que instruyen las lógicas del poder y el dinero. Ello suponía no sólo una subversión en el plano de los contenidos ni en la transformación de los códigos... sino que había de ser una intervención abiertamente pragmática, centrada en los modos concretos de producción y de transmisión simbólica, vinculada a un proceso de crítica y transformación social más amplio, y más preocupada por sus efectos que por ser original o ´acabada´...
...Transitamos la edición salvaje... eludiendo las cortapisas que el sistema proponía a la libre difusión de ideas (derechos de propiedad, registros de control...) ...No pretendían producir un efecto modélico... sino transmitir por contagio una percepción del mundo y una forma de actuarlo...
...La conquista de internet fue emprendida con este ánimo... La red parecía realizar, en un sentido pragmático, nuestro ideal de comunicación inmediata y de presencia horizontal en el sistema de reflejos y proyecciones que conforma la cultura... un nuevo campo de batalla... igualmente tomado por los poderes a los que nos enfrentamos...”.

Ante dicha conciencia crítica con respecto a internet apuestan por la transformación apuntada por Hakim Bey, el ideólogo de la resistencia electrónica: De “golpea y corre” a “forjar estructuras con ánimo de permanencia”. Pero como Mal de ojo plantea, “estructuras que no sean deudoras material ni formalmente de ninguna expresión del poder político o mercantil, donde conservar la ilusión y la posibilidad de un pensamiento libre y de hábitos de consumo no condicionados”. Para ello se han comprometido con una “red de apoyo mutuo creada por pequeñas editoriales alternativas de todo el estado”.

¿Cultura de resistencia?
Y para terminar, pensar en el discurso de Parachute, como ejemplo de “una cultura de la resistencia”, como ejemplo de discurso editorial sobre “cómo el contexto particular está generando diversas formas de pensar y practicar el arte”. Pensar en qué lleva a crear una revista, pensar en qué paralelismos podríamos establecer con nuestra situación. Porque hay puntos que podríamos suscribir en lo que se refiere, por ejemplo, a lo translocal, a lo multidisciplinar, a lo híbrido:

- Translocal
“...perseguir lo nuevo, lo imprevisible... cómo podemos ampliar el campo de visión, abrirnos a transformaciones, dejarnos transformar, dejando entrar algo del otro... Este cuestionamiento acarrea el reflexionar sobre la idea de uno mismo, una deconstrucción de esa idea. La personalidad fragmentada, incapaz de proclamar la unidad, y bajo la influencia del curso de la modernidad, ha llevado a una interrogación muy importante acerca de la relación existente entre el propio yo y el otro. La constante negociación subyacente del yo contemporáneo y el otro es capital para comprender mucho de lo que está pasando en arte contemporáneo, así como en el mundo hoy en día....El concepto de ´hospitalidad´ me parece una fuerza motriz a la hora de pensar sobre problemas y cuestiones contemporáneas. La propia idea de hospitalidad implica una concepción del mundo como lugar de acogida, de dejar entrar al otro en nuestro propio espacio privilegiado...
...los sesenta habían empezado a desafiar la hegemonía de los centros... en el mundo del arte se estaba dando una mayor estructuración en red, muy impulsada a propuesta de grupos como Fluxus, mail art...
...en los años setenta se hizo posible crear una revista internacional en un no-centro como Montreal...”.

- Multidisciplinar
“...necesidad de crear un lenguaje crítico... La idea era buscar escritores y textos que tratarían de analizar la novedad de tales práctica, y analizarlas mediante el uso de ideas contemporáneas que se desarrollaban en los campos relacionados de la filosofía y la estética, la sociología, la antropología, la lingüística, el psicoanálisis, (...) performance, happenings, vídeo...se analizaban cuestiones como la propia naturaleza del arte, su relación con el público, su relación con la política....la urgencia que se sentía en los 70 por analizar el mundo en una configuración sin precedentes, rompiendo barreras, de lenguas, naciones, continentes e incluso de las propias disciplinas artísticas”.

- Híbrido
“...la crítica de arte se enfrentaría a la afirmación de Serge Gruzinski de que el mestizaje deja perplejos a los historiadores porque cuestiona nuestro sentido del tiempo, orden y causalidad, tres conceptos que constantemente están siendo desestabilizados por la propia práctica artística contemporánea...
...la crítica de arte se convierte entonces en algo explorativo, está atenta a la diferencia, a las particularidades de formas culturales emergentes...
Este proceso de impulsar el mestizaje y ser un locus de desarrollo de la hospitalidad se afirmó a lo largo de la historia de la revista...”.