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Resúmenes de las intervenciones en el encuentro Crítica queer. Narrativas disidentes e invención de subjetividad |
Tras la celebración en marzo de 2003 del seminario Retóricas del género, entre el 23 y el 26 de mayo de 2007 el programa de UNIA arteypensamiento ha vuelto a organizar un encuentro en el que se han presentado diferentes propuestas discursivas y performativas vinculadas a las denominadas teorías y prácticas queer que comenzaron a desarrollarse a principios de la década de los noventa del siglo pasado. Dirigido por Beatriz Preciado, el encuentro se ha estructurado en torno a tres tipos de intervenciones. Por un lado, Eve K. Sedgwick, Catedrática de Literatura Inglesa en la City University de Nueva York y autora del libro iniciático de los estudios queer Epistemología del armario, impartió un seminario monográfico titulado Proust y los dioses queer. Por otro lado, se realizó un ciclo de conferencias en el que participaron Didier Eribon, Beatriz Suárez Briones, María José Belbel Bullejos, Francisco-J. Hernández Adrián y la propia Eve K. Sedgwick. A su vez, el Teatro Central de Sevilla acogió una serie de lecturas, performances y actuaciones musicales de Lydia Lunch, Virginia Despentes, Dj Mir, Michael Tea y Katastrophe. Finalmente y a modo de actividad paralela, se celebró un taller impartido por el colectivo Ex_Dones en el que se exploraron las potencialidades estéticas y políticas de ciertas prácticas performativas de feminidad folclórica.
En sentido literal, la palabra inglesa "queer" significa maricón, bollera, aunque por extensión designa todo lo que sexualmente no es normativo. Es, por tanto, un término con connotaciones ofensivas, un insulto con el que se intenta descalificar a aquel al que se le atribuye, describiéndole como alguien abyecto, como un desviado o un degenerado. Sin embargo, a principios de los años noventa del siglo pasado surgieron en Estados Unidos una serie de microgrupos que decidieron apropiarse de este término injurioso. Y ese proceso de "inversión performativa" dio lugar a la emergencia de lo que se ha denominado de forma genérica movimiento o cultura queer, un nuevo "espacio político" en el que se denuncian los efectos normativos de toda formación identitaria -no sólo de las sexuales, también de las referidas a la raza o a la clase social- y se plantea que la distinción entre lo masculino y lo femenino no está basada en una "verdad natural o pre-discursiva" (en una especie de imperativo biológico), sino que es fruto de una construcción cultural, de la aplicación de un conjunto de dispositivos ideológicos. Al igual que Gilles Deleuze, Didier Eribon, pionero de los estudios gays y queer en Francia y autor de una de las biografías más conocidas que se han realizado sobre Michel Foucault, considera que los grandes escritores son también grandes teóricos, pues proponen nuevas maneras de percibir y pensar la realidad y de describir -tanto en términos históricos y sociales como subjetivos y existenciales- los procesos de construcción de identidades. En este sentido, Eribon cree que Marcel Proust y Jean Genet han elaborado teorías acerca del género y de la sexualidad mucho más interesantes que las desarrolladas por el psicoanálisis, un discurso que, sobre todo en su vertiente lacaniana, ha ejercido (y sigue ejerciendo) una gran influencia en la política francesa. En los años setenta y ochenta del siglo pasado, muchas lesbianas utilizaban el término "antena" cuando se referían al olfato especial que habían tenido que desarrollar para detectar a otras mujeres de su "condición". Según Beatriz Suárez Briones, profesora de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo (donde, entre otras cosas, ha impulsado la creación de una Cátedra de Estudios Feministas), gracias a este olfato, las lesbianas han podido "lesbianizar el mundo" -esto es, interpretarlo desde una perspectiva lésbica- y garantizar su supervivencia como "especie" en contextos históricos profundamente homofóbicos. Partiendo de la premisa de que no sólo importa lo que se dice sino también desde dónde se dice, María José Belbel Bullejos inició su intervención en el encuentro Críticas queer. Narrativas disidentes e invención de subjetividad explicando brevemente su trayectoria político-feminista (esto es, "situándose"). Una trayectoria que comenzó en el marco de las luchas antifranquistas de principios de los años setenta, que se ha nutrido de las distintas corrientes del feminismo (de la igualdad, de la diferencia, feminista-lesbiano...) y que incorpora elementos de los discursos y prácticas queer por la complejidad que aportan a los debates feministas contemporáneos. En este sentido, Belbel Bullejos considera que ninguna corriente feminista debe analizarse al margen del contexto histórico en el que surge, algo que supone un profundo esfuerzo de traducción intergeneracional. Una posible articulación entre teoría queer y teoría postcolonial puede y debe fundarse, según Francisco-J. Hernández Adrián, Director Académico del Duke Center for Hispanic Studies en Madrid, en la constatación de un vacío o límite epistémico. A su juicio, la investigación de ese límite -que es un espacio crítico (porque es un espacio de decisión y discernimiento) y ético (porque presupone la diferencia y la imposibilidad de reducir los términos de la relación intersubjetiva)- pone en juego la definición de los cuerpos, en general, y de los cuerpos queer, en particular, y la inscripción de estos últimos en los ámbitos de lo comunitario o lo cultural, lo político, lo nacional y lo universal. |