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Crónica/resumen de la conferencia de Abu Ali (Toni Serra) intervenida con fragmentos de vídeos: La frontera como centro y Zonas de No Ser |
En la cuarta y última sesión de Sobre fronteras y cuerpos desplazados, Abu Ali (Toni Serra), miembro fundador y co-director desde 1994 de los Archivos OVNI [Observatorio de Video No Identificado] y autor del proyecto de investigación Ru'a [visiones], ofreció una "conferencia intervenida con fragmentos de vídeos" sobre las mutaciones del colonialismo y la propagación e interiorización de la lógica fronteriza en la era global. Conferencia que se estructuró en seis bloques o subapartados temáticos (El imaginario colonial como episteme única, Pensamiento decolonial, La frontera como "frontline", Zonas de No Ser, La frontera interior y Decolonización y trans-espisteme) y que se complementó con la proyección del documental Cinéma Fouad, del realizador libanés Mohammed Soueid, donde podemos escuchar las "historias de amor y naufragio" que nos cuenta Khaled El Kourdi, un personaje que, según Abu Ali, "atraviesa y transgrede toda una serie de fronteras" -es un inmigrante sirio travesti que trabaja en un cabaret de Beirut y que, en un momento determinado de su vida, llegó a ser miembro activo de Hezbollah-, mostrando que en la sociedades árabes hay cruces y complejidades que la mirada occidental no es capaz de ver. En el inicio de su intervención, Abu Ali explicó que ésta era, en cierto modo, una continuación o extensión de la charla que ofreció en el marco de la decimosexta edición del ya desaparecido festival ZEMOS98 y que, en gran medida, se había construido a partir de una serie de "olvidos" que existen en torno a la cuestión de la inmigración, intentando huir en todo momento de esa especie de "humanismo blando y despolitizador" que suele ser tan habitual cuando se habla de ella. El principal de estos olvidos es la relación del actual fenómeno migratorio global con la historia colonial. "Un olvido muy grave", subrayó Ali, "que refleja la falta de conciencia que hay de que la lógica colonial sigue persistiendo y reproduciéndose: pervive en el lenguaje, en la escenografía urbana, en el imaginario mediático...". De hecho, él cree que incluso el uso de la palabra/noción 'postcolonial' resulta problemático, ya que da a entender que hemos superado por completo la época colonial. "Y aunque es cierto que, en muchos aspectos, nuestra época poco tiene que ver ya con el periodo colonial clásico", puntualizó, "también lo es que, en el fondo, no ha habido una ruptura real y profunda con dicho periodo. Más bien lo que hay es una continuidad". El primer bloque de su conferencia, El imaginario colonial como episteme única, se abrió con la proyección de un fragmento del film Afrique 50, documental de René Vautier que denuncia la represión colonial en Costa de Marfil y que ha estado censurado en Francia durante más de cincuenta años. Lo curioso es que la película surgió como un encargo de la Liga de la Enseñanza destinado a promover la misión educativa de Francia en sus colonias. "Pero cuando empezó a realizarla", explicó Abu Ali, "Vautier encontró una serie de imágenes que le indignaron y sobre la marcha y de forma casi clandestina decidió cambiar el objetivo de la película para que mostrara justo lo que la citada Liga de la Enseñanza había querido contribuir a ocultar". Una decisión por la que fue condenado a un año de cárcel que cumplió en la Prisión Militar de Saint-Maixent, cerca de Niederlahnstein, en la zona francesa de ocupación de Alemania. Tras Afrique 50, Abu Ali puso un pequeño fragmento de una conferencia de Ramón Grosfoguel donde este sociólogo de origen puertorriqueño plantea la necesidad de aplicar un enfoque transdisciplinario en el análisis interseccional de la jerarquías del poder", así como varias escenas de Paris Couleurs, documental realizado en el año 2005 por Pascal Blanchard y Éric Deroo que nos habla de los llamados "zoos humanos" que llegaron a ser bastante habituales en Europa durante el siglo XIX y principios del siglo XX. Según Abu Ali, estos "zoos humanos" fueron a la vez consecuencia y herramienta para el reforzamiento de los estereotipos racistas y eurocéntricos que generó el colonialismo: "el negro divertido, dócil, siempre con ritmo en el cuerpo; el oriental trabajador y enigmático; el árabe fanático, valiente, en permanente reivindicación...". Estereotipos que, en gran medida, siguen estando vigentes en la actualidad. Para "ilustrar" el segundo bloque de su conferencia, Pensamiento decolonial, Abu Ali escogió dos vídeos bastantes recientes. Por un lado, el documental Concerning Violence (Göran Olsson, Suecia, 2014), basado en el libro Los condenados de la tierra de Frantz Fanon, una obra seminal en la denuncia del neocolonialismo. Y, por otro lado, Los presidentes africanos son marionetas de Europa, una entrevista a Mamadou Kéraba Dramé en la que este "historiador afrocentrado" y fundador de “Can África” (asentamiento de la ciudad de Barcelona donde viven y trabajan más de 300 personas recogiendo y reciclando todo tipo de materiales), señala que en los discursos históricos y representaciones simbólicas oficiales de los países europeos se siguen ignorando los procesos de explotación y represión vinculados a su historia colonial (con todo lo que esa "ignorancia" conlleva), o asegura que el proceso de independización de las antiguas colonias se hizo de tal manera que se garantizara que éstas continuaran estando al servicio de la metrópolis. Según Abu Ali, el recorrido genealógico que esta primera selección de vídeos nos permite hacer desde el periodo colonial clásico hasta una actualidad marcada por la aparición y expansión de nuevas formas de colonialismo, nos muestra varias cosas. En primer lugar que conceptos y valores que se han presentado como universales -"misión civilizatoria", "progreso", "desarrollo"...- no lo son. "Si los hemos terminado asumiendo como tales", precisó, "es porque se impuso su naturalización, y esa naturalización no se impuso recurriendo a la razón, sino por la vía de la fuerza". En segundo lugar que las teorías decolonizadoras nos interpelan a todxs, en tanto que, como ya hemos venido apuntando, "todxs vivimos bajo un marco conceptual heredado directamente de la época colonial". Y en tercer lugar que la violencia es consustancial a las dinámicas colonizadoras. "Una violencia que no sólo se ejerce contra la población, sino también contra la naturaleza", recalcó Abu Ali, "algo que pude comprobar cuando estuve realizando el proyecto Sueño colonial * Zonas Autónomas, donde consulté numerosos fondos archivísticos sobre historia colonial y en todos, sin excepción, me encontré una gran cantidad de imágenes de árboles cortados o en proceso de ser cortados". En el tercer bloque de su conferencia, La frontera como "frontline", Abu Ali puso una serie de vídeos que, a su juicio, dan cuenta de cómo los muros -simbólicos y materiales- que nos separan del "otro" han ido haciéndose cada vez más infranqueables, produciéndose una implosión de la lógica fronteriza que se ha propagado a la totalidad de las estructuras del poder político y cognitivo. Un dato a este respecto del que solemos ser poco conscientes es que el discurso que a día de hoy se está utilizando para justificar y legitimar la existencia y/o el reforzamiento de estos "muros" fue, en gran medida, construido por grupos sectarios abiertamente racistas, como nos muestra el documental Natives, dirigido por Jesse Lerner y Scott Sterling, donde podemos ver como en 1989 un grupo de ciudadanos estadounidenses decidieron erigir por su propia cuenta un muro en la frontera entre EE.UU. y México para defender a su país de la "invasión de inmigrantes que estaba sufriendo". Los otros vídeos que proyectó en este tercer bloque -Arizona lawmaker proposes $30 million virtual fence for border with México (Estados Unidos, 2014), Terrorism_Migration (We Need a Fence) (Estados Unidos, 2005) y Borders High Level Model (Sandia National Labs Helps Develop Bordr Patrol Game) (Estados Unidos, 2014)- reflejan que este discurso se ha ido expandiendo y, poco a poco, ha empezado a ser asumido y promovido por corporaciones privadas relacionadas con la industria del control, amplios sectores del mundo mediático e incluso organismos gubernamentales de diversa índole. "Es decir", advirtió Abu Ali, "en estos momentos se están consumiendo con una enorme naturalidad y a un nivel masivo, una serie de mensajes xenófobos que provienen directamente de la extrema derecha, aunque, eso sí, convenientemente suavizados por la vaselina emocional de un humanismo blando (lo que los hace, si cabe, aún más peligrosos)". En el bloque titulado Zonas de No Ser, Abu Ali proyectó cuatro vídeos que muestran cómo en las últimas décadas las fronteras han dejado de ser espacios meramente periféricos y situados en los márgenes del sistema, para devenir en centrales, adoptando formalizaciones y materializaciones muy diferentes (y, a menudo, no reconocibles). En su opinión, esto supone un cambio crucial, pues la frontera es lo que marca la separación entre lo que autores como Franz Fanon o Ramón Grosfoguel, llaman las Zonas de Ser y las Zonas de No Ser, una "línea abisal" que determina la forma en que van a gestionarse los conflictos. En la Zona de No Ser -es decir, al otro lado de la frontera ("un lugar que hoy puede estar en cualquier lugar")- los derechos humanos se ponen en suspenso y, por tanto, quienes se encuentran en dicha zona (o, más exactamente, a quienes se les ubica en ella) pueden ser maltratados e incluso asesinados con total impunidad. Los dos primeros vídeos incluidos en este bloque -el trailer del filme The Land Between, de David Fedele, que documenta la vida cotidiana de los migrantes subsaharianos que viven en las montañas del norte de Marruecos, poniendo de manifiesto el maltrato constante que estos sufren por parte de las autoridades marroquíes y españolas; y Así defiende "España" el Ministerio del Interior, una escalofriante grabación de la Asociación Pro.De.In. Melilla que muestra la extrema dureza con la que la Guardia Civil reprimió a un grupo inmigrantes que intentaron saltar la valla de Melilla el 15 de octubre de 2014- nos enfrentan a ejemplos explícitos de esta violencia fronteriza contra personas que aún están físicamente al otro lado. Mientras que el tercero y el cuarto -Sobren Raons. Tanquem els CIE, un documental realizado por Susana González y Marielle Paon en el que se entrevista a varias personas que han estado recluidas en el Centro de Internamiento para Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona; y Forst, film de factura más artística que narra en clave metafórica el proceso de autoconcienciación y empoderamiento que experimenta un grupo de refugiados políticos- nos hablan de la dimensión interior de la lógica de la frontera que, como ya hemos señalado, se ha ido expandiendo a través de toda una serie de dispositivos de control y disciplinamiento. La toma de conciencia de la propagación de esta lógica y violencia fronteriza hacia el interior del sistema, así como del hecho de que este proceso no se puede desligar del colonialismo (o, más exactamente, de la persistencia y reformulación de éste en la sociedad contemporánea), fue el eje articulador de los dos últimos bloques de su conferencia. En el primero de ellos, La frontera interior, Abu Ali puso dos vídeos. Por un lado, una entrevista a Aida Quinatoa, integrante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid y presidenta de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en España, donde esta activista señala que el colectivo de los inmigrantes, además de otras violencias, está sufriendo actualmente una violencia económica (no hay que olvidar que, por ejemplo, un porcentaje muy alto de los desahucios que se han producido en el Estado español desde que estalló la crisis económica han tenido como protagonistas a personas migrantes). Y, por otro lado, un fragmento del documental La Bomba Ninja, de Li Zompantli, en el que varios inmigrantes de origen subsahariano que ocuparon una antigua nave industrial de la zona de Poble Nou de Barcelona denuncian las continuas y muy diversas agresiones y segregaciones de las que son objetos y aseguran que, a menudo, tienen la sensación de "vivir en una cárcel de cielo abierto". "En ambos vídeos", indicó Abu Ali, "sus protagonistas nos interpelan directamente. Y no lo hacen en un tono meramente suplicatorio, sino que logran transcender/desprenderse del despolitizado rol victimista que se presupone que deberían asumir para interpelar -y hacernos repensar- nuestra propia historia, nuestra manera de mirar y de entender las cosas (y, por tanto, de afrontar cuestiones como la inmigración), evidenciando que la expansión de la lógica fronteriza (de las violencias de muy diversa índole que dicha expansión propicia) también condiciona nuestras vidas y termina coartando nuestra libertad". Por falta de tiempo, en el sexto y último bloque de la conferencia, Decolonización y Trans-episteme, Abu Ali sólo pudo proyectar uno de los cuatro vídeos que tenía previsto: un largo fragmento de una entrevista realizada por el canal de televisión Galizia Ano Zero al ya varias veces citado Ramón Grosfoguel, profesor de Estudios Chicanos/Latinos del Departamento de Estudios Étnicos de la Universidad de Berkeley (California) y uno de los pensadores, junto a Walter Mignolo, Aníbal Quijano o Catherine Walsh del grupo Modernidad/Colonialidad. En esta entrevista, Grosfoguel plantea, entre otras cosas, que el necesario diálogo inter o trans-epistémico que habría que desarrollar para propiciar una auténtica operación decolonizadora se encuentra obstaculizado por el hecho de que la lógica (neo)colonial sigue estando profundamente arraigada en nuestro imaginario, incluso dentro de los espacios políticos/activistas y académicos más críticos, donde, por lo general, los esquemas de valores y los modos de conocimiento propios del mundo occidental se continúan concibiendo como universales y todo lo que no se ajuste a ellos es sistemáticamente despreciado, ignorado o, en todo caso, valorado con una actitud paternalista o como objeto de estudio antropológico. "En realidad", señaló Abu Ali en la fase final de su charla, "yo creo que somos los occidentales quienes más necesitados estamos de romper con la lógica colonial, pues es nuestra sociedad la que de verdad está entrando en una situación de miseria, tal vez no a un nivel económico, pero sí a otros muchos niveles que son tan o más importantes que el económico". En este sentido, Abu Ali señaló que es muy sintomático que tanto en el documental de La Bomba Ninja como en los tres vídeos del último bloque de la conferencia que finalmente no se pudieron proyectar (Mahu, Seffar y Nawpa), personas procedentes de culturas y espacios muy diferentes nos alertan de que, en nuestra obsesión por el bienestar puramente material, estamos abandonando y descuidado todo lo relacionado con lo afectivo. "Y lo afectivo", subrayó, "es algo fundamental para la reproducción de la vida, para tener una vida que merezca la pena ser vivida".
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