El afuera no es un lugar que reside más allá de un espacio determinado: es más bien un pasaje, una exterioridad que da acceso a. A su rostro, a su eidos. Cuando enmarcamos algo, también estamos desplegando el espacio del presente. Abrimos presencias que son trazos, sombras, remanentes, algo queda enmarcado y a su vez se disuelve y da forma a lo exterior. El umbral como pasaje, como inicio de la búsqueda de ese rostro que hace posible un gesto a lo que puede emerger.

 

De cómo la vida, puesta en el centro de un diagrama de captura, ha devenido un campo de batalla.

De las razones por las que una tecnología de poder -centrada en la vida, nuestro adentro del afuera- opera a través de un conjunto de instituciones de carácter médico, penal y administrativo, que transforman la existencia en un objeto político de presa, contención y normalización.

Del por qué la vida -como blanco- es el resultado de la puesta en juego de nuevas luchas políticas: porque la vida es umbral que se sitúa entre el ejercicio de un (bio)poder y una gimnástica de resistencias.

De si los dispositivos de las sociedades de control que habitamos se alimentan sólo del encierro. Cárceles, fábricas, escuelas y hospitales: ¿no se trata de instituciones cuya característica principal, la totalización de un adentro, opera ya en un afuera? Este pliegue de las relaciones de poder, ¿es debido a la emergencia de un nuevo gobierno de la existencia? Si los dispositivos de gobierno se interiorizan y se colapsan los límites que separan el adentro y el afuera, ¿qué efectos tiene sobre nuestra existencia la ruptura de estas polaridades?

La cárcel, el hospital, la universidad y la fábrica -interfaces de dominación-, emergen como puntos críticos de articulación de nuestra contemporaneidad. Estas instituciones, que han dejado de ser totales o particulares, activan un incesante proceso de conjunción y conjura. A un nivel micropolítico son instituciones liminales, porque intervienen en el proceso de ruptura de una polaridad social. Juegan con los límites y en su penumbra se juega el límite de la reorganización de la soberanía contemporánea. Son umbrales donde las prácticas se vuelven rituales y los contrarios -morales, expresivos, temporales, simbólicos, estructurales, orgánicos- se disciplinan. En sus procedimientos de vigilancia, captura y castigo fabrican los grados de obediencia al orden. ¿Qué relación subsiste entre comando y gobierno?

Ante la crisis de eficacia gubernamental de estas instituciones totales, sus fracasos y derivas, una propuesta para analizar sus frentes, fronteras y límites. Umbrales es un mapa de itinerarios compartidos para pensar la metamorfosis de estas instituciones en laboratorios de producción de vida ordenada y gobernada. Situaciones para experimentar prácticas de fractura en lo latente.

Folleto Umbrales (2 - 6 Noviembre 2009)		Leafleft Thresholds (2 - 6 November 2009)
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