Líneas de investigación
Proyectos en Curso
Proyectos Anteriores
F.X. Sobre el fin del arte. Laboratorio blanco / Laboratorio rojo
Chema López: Representación pictórica de las relaciones de poder| Chema López: Representación pictórica de las relaciones de poder |
|
Para Chema López, apunta Horacio Fernández en el catálogo de la exposición El ruido y la furia (que se presentó en el Centro Municipal de Cultura Manuel Sanchis Guarner de Ontinyent, en noviembre de 2001) "las representaciones de las relaciones de poder son tan importantes como las de las manifestaciones del mal (...) porque cree que son inseparables, que en realidad el poder y el mal es lo mismo". En este sentido se entiende, según Horacio Fernández, uno de los rasgos principales del imaginario pictórico de Chema López: "las representaciones del mal como manifestaciones visibles (y hasta puede que comprensibles) del poder". Por ello su tesis se puede definir como una aproximación ensayística a las poliédricas formas de representación que históricamente ha adoptado el poder y el deseo telúrico del ser humano de dominar a los otros, pero también como un tratado plástico-literario sobre las innumerables y ubicuas manifestaciones del mal. Partiendo de la idea de Agustín García Calvo de que la principal función del poder es crear la realidad, en el primer capítulo de su tesis Chema López intenta desenmascarar algunos de los mecanismos que han utilizado las clases dirigentes para ejercer su dominio social y político. Bajo el título de Retrato del todo, el primer capítulo de la tesis de Chema López analiza el papel (muchas veces paradójico) que han desempeñado las manifestaciones estéticas - desde la pintura rupestre a la publicidad televisiva - en la creación de esa realidad a imagen y semejanza del poder establecido.
Del análisis del poder como un ente global y abstracto, en el segundo capítulo de la su tesis (titulado Uno contra el todo) Chema López pasa a preguntarse por las razones profundas que llevan a algunos individuos a alzarse contra sus semejantes para intentar someterlos y se plantea los motivos que hay detrás de las luchas para conseguir el poder. López presenta algunas justificaciones históricas del magnicidio concebidas como una consecuencia extrema de la asunción de los principios del darwinismo social. La pieza que ha elegido para ilustrar este tema se titula Miniaturas del Magnicidio e incluye retratos de grandes dimensiones de personajes históricos que han sido asesinados o atacados junto a imágenes en miniaturas de sus verdugos (situadas a un palmo del suelo). Entre ambos, a la altura del ojo humano, ha colocado un texto a modo de crónica donde se relata las particularidades de cada uno de los magnicidio presentados. Chema López busca más la fuerza del gesto simbólico (y quizás también la apuesta por un cierto desplazamiento irónico) que el rigor histórico, y por ello su concepción de magnicidio no se limita a los ataques a Reyes y Jefes de Estado. Miniatura del magnicidio contiene retratos del toro que embistió mortalmente a Manolete, del fan desquiciado que disparó a John Lennon o de Nietzsche presentado como el asesino de Dios. En este capítulo adjunta a su vez varios anexos en los que aborda temas como el asesinato de Cánovas del Castillo a manos del anarquista italiano Angiolillo o el lanzamiento de tartas a altos mandatarios o personajes públicos. "Este tipo de actos, señaló Chema López refiriéndose al lanzamiento de tartas, puede concebirse como un magnicidio lúdico y dulce", como un gesto iconoclasta propio de la sociedad del espectáculo (pues su gran función es que el tartazo logre cobertura mediática).
Ilustrado por su serie Padre, patria y patrimonio y sus cuadros Mujer y fantasma y El mal criao, el penúltimo capítulo de la tesis de Chema López, Contra uno mismo, plantea la influencia de los lazos familiares y sociales en la configuración de las identidades individuales. Pintor figurativo con cuadros de grandes dimensiones, Chema López rastrea en este capítulo en sus propios orígenes familiares y recupera imágenes, voces e historias de su padre y de su abuela, así como de su paisaje natal. El análisis de la figura del padre vuelve a aparecer en uno de los anexos (El padre de Kafka y las hijas del rey Lear) mientras que el acercamiento a la patria (tercer apartado del capítulo) se complementa con una serie de fotografías de Cristina García Rodero que le sirven para indagar en el mito de la España negra. En el capítulo que cierra su tesis, Chema López analiza las manifestaciones y consecuencias de la cultura del resentimiento, contrastando las reflexiones de Nietzsche (que las asociaba a la moral judeo-cristiana) con las de Weber (que las identificaba con "la moral del tendero"). En su búsqueda de una imagen que le proporcionara una "visualización concreta del poder" (una encarnación del mal), Chema López comparó la ilustración de la portada del Leviatán de Hobbes con un grabado de Palladio en el que, en la línea del pensamiento de Foucault, se representa a la sociedad como un cuerpo fofo que cumple las funciones de una cárcel. Una metáfora perfecta de la asunción por parte de los súbditos de la Razón de Estado como "mal necesario", como un dios mortal a quien debemos nuestra paz y defensa. Para ilustrar los contenidos de este capítulo, Chema López recurre a sus series pictóricas El susurro de Leviatán (una instalación que incluía tres monólogos extraídos de Ricardo III, de W. Shakespeare, interpretados por Al Pacino en la película Looking for Richard) y La cultura del resentimiento (presentada en la Galeria I Leonarte de Valencia en 1998). El capítulo incluye también un dossier especial que analiza distintas obras literarias que han tratado el tema del mal, desde el Doctor Jekyll y Mister Hyde a El corazón de las tinieblas, pasando por Fausto, Cumbres borrascosas o las citadas Ricardo III y Moby Dick. |

En su intervención en el Laboratorio Rojo (Granada) del proyecto
F.X. Sobre el fin del arte, Chema López explicó
la tesis doctoral que ha realizado en torno a la representación
pictórica de las relaciones de poder, un tema que ha marcado
su producción
creativa. La tesis, que Chema López prefiere llamar ensayo, funde
lecturas y observaciones procedentes de múltiples disciplinas
(historia, filosofía, política, sociología, arte,
cine, literatura,...), dividiéndose en cinco capítulos
que siguen siempre la misma estructura: una introducción teórica,
la ilustración de los temas tratados con obras pictóricas
propias y una serie de anexos que complementan desde distintos enfoques
los argumentos expuestos. La tesis toma como punto de partida sendas
citas de Herman Melville y de Thomas Hobbes, autores de dos de las más
lúcidas e inquietantes representaciones culturales del mal. De
Melville extrae un fragmento de Moby Dick en el que el escritor
estadounidense plantea la imposibilidad de retratar al gran Leviatán,
ya que "el único modo de hacerse una mínima idea
acerca de su perfil consiste en salir a cazarlo". Y el riesgo de
esa aventura, añade, es "descomunal: puede hacernos trizas
en un santiamén y mandarnos para siempre al fondo del abismo".
Por su parte de Hobbes elige una cita en la que se describe al Estado
("la multitud unida en una persona") como una especie de encarnación
del mal, un mal necesario, el gran Leviatán, "ese dios mortal
a quien debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y defensa".
Para López
sigue teniendo validez en la sociedad contemporánea la metáfora
que identificaba el mundo como un gran teatro ("teatro mundi")
en el que el actor protagonista es el Rey. Así Felipe V dio clasés
de teatro, interesado en el arte de la simulación y aprendió
a gesticular, a modular su voz y, en general, a aparentar saberes de
gran utilidad para un monarca. "Curiosamente, señaló,
un actor de cine de segunda fila como Ronald Reagan se ha covertido
en presidente de los EE.UU (protagonista estelar del gran teatro del
mundo)". En esta línea a Chema López también
le parece significativo el hecho de que en las últimas elecciones
generales en España, los dos partidos que optaban por la presidencia
del Estado culminaron sus campañas recurriendo a figuras del
mundo del espectáculo: Julio Iglesias (PP) y Antonio Banderas
(PSOE). Para ilustrar este primer capítulo Chema López
propone su cuadro Doble moral. Imagen real e imagen aparente
y aporta un anexo que explora la doble biografía del mafioso
italiano Lucky Luciano (que por un lado fue declarado el "enemigo
nº 1" y por otro fue colaborador del FBI)
La definición
del "nosotros" a partir de la exclusión del "otro",
la configuración de la identidad de una comunidad eliminando
las diferencias y anulando las individualidades deriva en actitudes
violentas, xenófobas y racistas. En el tercer capítulo
de su ensayo, Todos contra uno, Chema López analiza el
poder aniquiliador y ciego de las masas a partir de las reflexiones
sobre la violencia de lo sagrado de E. Canetti y se pregunta por los
motivos que llevan a justificar el sacrificio de seres humanos como
un "mal necesario" para lograr el bien (o la paz) social.
La caza de brujas, la invención de chivos expiatorios contra
los que descargar todas las frustraciones y humillaciones, ha sido una
constante a lo largo de la historia de la humanidad que sigue persistiendo
en las sociedades contemporáneas. Para ilustrar este tema Chema
López recurre al políptico titulado Espectadores e
Individuos o máscaras en el que se presenta una serie de
retratos individuales extraídos de varias fotografías
de linchamientos en EE.UU que muestran a una masa enfurecida pero orgullosa
del acto de salvajismo que acaba de cometer. En los anexos de este capítulo,
el pintor albaceteño relaciona las fotografías de los
linchamientos con algunos caprichos de Goya y escenas de dos películas
tan distintas como Furia (Fritz Lang) y Sombras y niebla
de (Woody Allen).