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Anderson Kazuo Nakano: Estrategias de territorialización en la metrópoli de São Paulo |
En la segunda mitad del siglo XX São Paulo y su área metropolitana han experimentado un enorme crecimiento hasta convertirse en una de las mayores ciudades del planeta. Situado en la zona sudeste de Brasil, el término municipal de São Paulo alberga a más de diez millones de habitantes repartidos en 96 distritos, mientras su área metropolitana (una auténtica mancha urbana formada por 39 municipios) supera los 17 millones y aún hoy continúa su acelerado proceso de crecimiento. Durante su intervención en el seminario São Paulo S.A., el arquitecto urbanista Anderson Kazuo Nakano analizó las estrategias de territorialización y de reapropiación del espacio urbano que están llevando a cabo los grupos de renta inferior en la metrópolis brasileña y los continuos conflictos socio-económicos que esas actuaciones traen consigo. Unas estrategias marcadas por el urbanismo informal, la economía sumergida y la ausencia casi total de políticas de planificación y de infraestructuras y servicios públicos. La pujanza industrial y económica de São Paulo (con enormes inversiones públicas y privadas a partir de los años 50) y la desestructuración de grandes zonas rurales del país han sido los principales motores del espectacular crecimiento de la ciudad brasileña que desde la década de los 90 se ha configurado a partir de una redistribución territorial caracterizada por el despoblamiento del centro urbano y la concentración progresiva de la población de renta más baja en las zonas periféricas, sobre todo del sur y nordeste, del municipio. El crecimiento no ha estado acompañado de una planificación urbanística ni de la aplicación de políticas de acogida que facilitasen la integración socio-económica de las grandes bolsas de inmigración que llegaban a la ciudad. "Todo esto ha generado, subrayó Kazuo Nakano, un crecimiento desordenado e insostenible de la mancha urbana de São Paulo a partir de tres elementos interrelacionados: la parcelación ilegal de la tierra, la autoconstrucción de viviendas y la ausencia (casi) total de infraestructuras públicas (red de alcantarillado, electricidad, agua, transporte,...) y de equipamiento urbano". Sólo en los años 80, tras numerosas movilizaciones sociales, se ha llevado a cabo una cierta intervención institucional que básicamente ha posibilitado el acceso al agua y la puesta en marcha de un circuito más o menos estable de transporte público. "No hay que olvidar, advirtió Kazuo Nakano, que el transporte público es el único medio que permite a muchos de los habitantes de la periferia acceder a las áreas donde hay empleo". Según Anderson Kazuo Nakano existe un enorme desequilibrio socioeconómico entre las distintas zonas de la ciudad, y mientras las áreas céntricas (más despobladas) se encuentran bien equipadas, acogen grandes inversiones económicas y son focos de generación de empleo, los distritos más alejados concentran a la mayoría de la población (sobre todo la que dispone de menos ingresos) en espacios sin ordenación urbanística y con enormes deficiencias de infraestructuras públicas. En este sentido, Nakano hizo referencia a una serie de datos estadísticos tan ilustrativos como desoladores. Un millón de personas (casi todas en el extremo sur y nordeste del municipio) forman parte de familias en la que ningún miembro tiene empleo fijo y existen distritos de Sao Paulo con índices de violencia y criminalidad equiparables a ciudades como Cali (Colombia). Kazuo Nakano, que actualmente ejerce de Técnico en Polis-Instituto de Estudios, Formación y Asesoría en Políticas Sociales, encabeza un equipo de trabajo que está analizando sobre el terreno las estrategias de ocupación de los espacios urbanos por parte de la población con renta más baja en dos áreas muy diferentes de São Paulo: ciertas zonas del centro de la ciudad y los distritos del sur del municipio. En este último espacio están apareciendo numerosas parcelaciones clandestinas en torno a uno de los pantanos que abastecen de agua a gran parte de la población de São Paulo. Algo que, debido a la inexistencia de una buena red de alcantarillado público que posibilite el tratamiento de los desechos, está generando graves problemas medio-ambientales y sanitarios Hay que tener en cuenta que el patrón de crecimiento informal en el término municipal de São Paulo afecta a vasta áreas densamente pobladas que carecen de todo tipo de equipamientos públicos (desde la pavimentación a un mínimo de mobiliario urbano), y en las que sólo los campos de fútbol y la misma calle funcionan como espacios de sociabilidad. Además, las escasas iniciativas de intervención urbanística que se han aplicado suelen ser incompatibles con el desarrollo construtivo informal y espontáneo que se ha ido consolidando en estas zonas. Así, se han realizado algunas actuaciones para montar una infraestructura general de red eléctrica, pero el continuo incremento de la población a través de parcelaciones clandestinas ha generado numerosas conexiones ilegales a dicha red, provocando continuos problemas en el suministro y bastantes accidentes con consecuencias trágicas (incendios de casas,...). "En este sentido, recordó Kazuo Nakano, es sintomática la situación de la mayoría de las plazas que existen en estos distritos, ya que una vez construidas no reciben ningún tipo de mantenimiento por parte del poder público, y en muchas ocasiones se terminan convirtiendo en auténticos vertederos". En los suburbios del sur de São Paulo, la mayor parte de las familias habitan viviendas autoconstruidas que se van modificando en función de la trayectoria económica de sus moradores, añadiéndose nuevas plantas para parientes que llegan a la ciudad o para el realquiler. Todos este proceso de ocupación y territorialización informal ha alcanzado tal grado de desarrollo que ha propiciado el florecimiento de un curioso fenómeno microeconómico en el que convive lo clandestino (venta ilegal de productos) y popular (mercaderes ambulantes,...) con establecimientos que aceptan tarjetas de crédito y disponen de la tecnología más avanzada. También se han multiplicado los negocios no declarados que intentan cubrir las carencias en servicios y equipamientos públicos (guarderías, seguridad privada, dentistas,...) e incluso se ha desarrollado una peculiar economía informal del espíritu que se refleja en la proliferación de centros religiosos convertidos en singulares espacios de sociabilidad. En algunas zonas del centro de la ciudad se pueden encontrar ejemplos similares de estrategias de territorialización por parte de grupos de población con rentas bajas. Bien asesorados jurídicamente y bastante organizados, estos grupos ocupan edificios vacíos (públicos o privados, pero siempre a la espera del momento idóneo para ser colocados en el mercado inmobiliario) y lo aderezan con rapidez para adaptarse a la legislación brasileña que otorga a los nuevos moradores un plazo para la negociación si el inmueble presenta signos evidentes de que está siendo utilizado como una vivienda. Además, si logran permanecer allí durante un año y un día, pueden negociar con la alcaldía la opción de convertirse en propietarios del inmueble, y aunque en muchas ocupaciones los nuevos inquilinos terminan siendo desalojados, hay ya algunos casos en los que estas iniciativas han salido adelante. "En cierto modo, precisó Kazuo Nakano, reproducen el patrón de territorialización de las viviendas en las zonas periféricas, ya que van accediendo a las distintas infraestructuras a través de procedimientos ilegales como la conexión clandestina al alumbrado público o a la red de aguas". En cuanto a los métodos que utiliza la población de renta más baja para obtener ingresos, Kazuo Nakano destacó un llamativo caso de economía sumergida que se ha desarrollado en São Paulo durante los últimos años. En el centro urbano de esta ciudad sudamericana existe un vía de comunicación fundamental (situada entre dos estaciones de autobuses) por la que diariamente transitan cerca de dos millones de peatones procedentes del este del municipio que van y vienen de las zonas donde se concentra la mayor parte de las empresas de la ciudad. En esa vía, se han instalado numerosos mercadillos ambulantes y comercios informales que constituyen la principal fuente de ingresos de muchas familias. Pero el espectacular desarrollo que han adquirido estas prácticas en pleno centro de la metrópoli ha sido un nuevo foco de conflicto, tanto con los comerciantes de la zona (que argumentan que ellos pagan impuestos) como con ciertos sectores de la población paulista que viven como una incomodidad la presencia de estos vendedores en la calle y se quejan de que muchas de las mercancías que ofrecen son ilegales o robadas. |