Entre
el 17 y el 23 de marzo de 2003 se ha celebrado en el Aula del Rectorado de la
Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) el seminario Retóricas
del género / Políticas de identidad: performance, performatividad y prótesis donde se ha analizado la re-definición
de género en términos de performance postulada por las prácticas y teorías
queer que comenzaron a desarrollarse a principios de la década
de los 90. Dirigido por Beatriz Preciado, autora del libro Manifiesto
contrasexual, el seminario profundizó en el origen multidisciplinar
y transversal y en las múltiples implicaciones políticas y sociales
de esta redifinición de la identidad de género que se opone tanto a
la imposición normativa de ciertas formas de masculinidad y feminidad
como a la concepción del feminismo clásico que cree en la existencia
de una verdad pre-discursiva de la diferencia sexual. Además
de las sesiones de trabajo impartidas por Beatriz Preciado, el programa
de Retóricas del género incluyó conferencias
de Marie-Hélène Bourcier y Judith Halberstam, la proyección
del film de Laura Cottingham Not for sale (película sobre
arte y performance feminista en los EE.UU durante los años 70)
y un taller Drag King.
Para explicar y contextualizar el profundo "giro
performativo" que ha supuesto este cambio en la noción de
género, Beatriz Preciado analizó durante la primera jornada
de este seminario la transformación histórica que ha experimentado
el concepto de sexualidad. "El sentido del título de este
curso, señaló Beatriz Preciado, hace referencia a la multiplicidad
de caminos y discursos teóricos (retóricas) que han contribuido
a pensar y reflexionar sobre el género". El feminismo clásico
y esencialista (una de esas retóricas) se estructura a partir
de una especie de ontología biológica de la diferencia
sexual que defiende la existencia de una línea de continuidad
entre tres nociones diferenciadas: sexo, género y orientación
sexual. Desde esta perspectiva teórica, el sexo sería
algo natural, un imperativo biológico que se identifica con los
genitales, mientras la diferencia de género derivaría
de una construcción social y simbólica vinculada a un
proceso dialéctico de dominación y opresión (en
el que los opresores serían los hombres y las oprimidas las mujeres).
Beatriz Preciado considera que esa visión no se puede entender
al margen del periodo histórico y de la tradición teórica
y científica en la que se gesta.
Con la intención de realizar un análisis transversal
sobre la cultura Drag King (donde además de la noción de género se tenga
en cuenta otros factores como la raza o la clase), Judith Halberstam,
una de las teóricas y activistas más importante del movimiento queer
y bollero de los Estados Unidos, ha explorado las relaciones entre masculinidad
y representación desde una perspectiva histórica. Sus investigaciones
sobre estas performances de la masculinidad se encuadran en un contexto
teórico determinado por una doble preocupación. Por un lado, la diferencia entre las nociones de representación
y representatividad. Fruto de una relectura de la teoría de los actos
de habla de J.L Austin, el concepto de representatividad (performatividad)
que ha desarrollado la teoría queer se utiliza para referirse a
los actos a través de los cuales el sujeto puede producir la realidad.
Pero, ¿cuál es la relación entre esta concepción de la representatividad
(relacionada con la creación de identidad) y las representaciones teatralizadas
que articulan las escenificaciones de los drag kings? Por otro lado, la férrea resistencia de la cultura
hegemónica a aceptar la masculinidad en términos de performance. Así,
históricamente se ha concebido la feminidad como una representación (como
una mascarada), sin embargo se ha negado u obviado la posibilidad de que
la masculinidad se pudiera representar (identificándola como una identidad
no performativa o antiperformativa).
Con el propósito de desarrollar un análisis deconstrutivo
de la pornografía moderna, la socióloga y activista queer Marie-Hélène
Bourcier remarcó durante su intervención en el seminario Retóricas
del género/Políticas de identidad (celebrado entre el 17 y el 23 de
marzo de 2003 en la sede de La Cartuja de la Universidad Internacional de Andalucía)
la necesidad de re-pensar la historia de la representación de la sexualidad.
Para la autora del libro Queer Zones, el hecho de que haya una
régimen pornográfico dominante y monopolizador (apoyado en un poderoso
y cerrado sistema de creencias culturales y psicológicas), no debe hacernos
olvidar que pueden existir otros muchos modos de entender la vivencia
y representación de las prácticas sexuales.
El
seminario Retóricas del género finalizó
el domingo 23 de marzo de 2003 con la celebración en la Sala
Endanza-Lugar de Creación de un taller Drag King en el
que los participantes explorararon los beneficios corporales y políticos
de la performance de la masculinidad. Ofrecemos una selección
de imágenes de este taller en el que las propuestas Drag Kings
se concibieron como el fruto de un proceso de aprendizaje político (un proceso de
toma de conciencia) de los mecanismos a través de los cuales los hombres
adquieren autoridad y poder.
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