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Víctor Gómez Pin: "Lo que me preocupa no es la deshumanización del mundo sino la alienación del hombre" |
Según Víctor Gómez Pin el ser humano se define por no subordinar todo el sentido de su estar en el mundo a la "darwiniana lucha por la subsistencia", lo que le ha permitido desarrollar cosas tan singulares como la poesía o la ciencia. De esta forma, el autor de Los ojos del murciélago: vida de la caverna global muestra su oposición a los planteamientos defendidos por ciertas corrientes del pensamiento contemporáneo que equiparan al hombre con los animales. Gómez Pin considera que la deshumanización del hombre es simplemente imposible, pues si eso ocurriera, argumenta, no habría testigos para contarlo. "El ser humano, indica, es un animal cuya principal característica es razonar. Por ello lo que me preocupa no es una potencial deshumanización (eso supondría la desaparición del hombre y entonces no habría nadie para certificarlo) sino la alienación: esto es, la no asunción por parte del hombre de su doble condición de animal y de ser racional". Basándose en Aristóteles, un pensador que según Gómez Pin planteó todos los problemas fundamentales de la filosofía (y cuya vigencia no pasará nunca de moda), el objetivo y la razón de ser del hombre "no es sobrevivir, sino vivir con lucidez". Esa búsqueda de lucidez, que se materializa y vehicula a través de nuestra capacidad lingüística, constituye el hecho diferencial, la irreductible singularidad del ser humano ("carne hecha verbo", en palabras de Gómez Pin) como han defendido con rotundidad cuatro de los pensadores más significativos de la civilización occidental: Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Descartes y Kant.
En ese sentido, el autor de El drama de la ciudad ideal no refuta los hallazgos científicos que muestran que desde una perspectica exclusivamente genética no hay nada sustancial que diferencie al hombre de otros seres vivos, e incluso admite que los animales (y las plantas) sufren, se comunican y en algunos casos pueden hasta tener cierta percepción de su identidad. Pero a su jucio, sólo el hombre sufre lingüísticamente y es capaz de reflexionar sobre su función, su estatuto y su destino (y el de las demás especies) en el marco de la naturaleza. Víctor Gómez Pin finalizó su conferencia citando al pensador estadounidense Noam Chomsky (autor de una vasta obra que intenta articular una ciencia del lenguaje): "al igual que los pies no pasean, sino que son las personas las que pasean; se piensa con el cerebro pero no piensa el cerebro". |