Tras
tres ciclos de conferencias en los que han participado Víctor Gómez
Pin, Fernando Savater, Javier Echevarría, Félix Duque, Ángel González
García, Massimo Cacciari, Alberto Cordero, Gerhard Vollmer, y Francisco
J. Ayala, el proyecto La deshumanización del mundo (incluido
en las dos primeras ediciones de UNIA arteypensamiento) ha llegado a
su cuarta y última parte con la presencia del filósofo alemán
Peter Sloterdijk que, durante su intervención, exploró las fuentes
teológicas y las mediaciones técnicas sobre las que se configura su
polémico proyecto post-humanista. Además de Sloterdijk, en esta
última convocatoria de La deshumanización del mundo
(celebrada entre el 6 y el 9 de mayo) han participado Manuel Barrios
Casares, que analizó la relación entre los diagnósticos
sobre la crisis de la cultura y del humanismo planteados por Nietzsche,
Heidegger y Sloterdijk; Nicolás Sánchez Durá, que
buscó las conexiones entre Sloterdijk y la tradición del pesimismo
cultural (centrándose en el pensamiento de Ernst Jünger, Wittgenstein
y Günter Anders); y Joan Pipó Comorera, que se ocupó de
los distintos "actos" históricos que han determinado la dicotomía "humanismo/anti-humanismo".
En su intervención en el ciclo
de conferencias La deshumanización del mundo, el filósofo sevillano Manuel
Barrios partió del contraste entre diversas lecturas de Nietzsche
que afloraron en el contexto de la las vanguardias artísticas de
las primeras décadas del siglo XX para analizar diferentes planteamientos
del problema de la crisis del humanismo en el mundo contemporáneo.
En aquel contexto histórico, la lectura predominante concibió
dicha crisis como una etapa de transición hacia la utopía
de un hombre nuevo. La noción nietzscheana de “superhombre”
se asociaba al metarrelato de una redención utópica de las
miserias del presente en un futuro feliz, presagiado como inminente. Pero
tras la Segunda Guerra Mundial, conforme se desactivaba el potencial subversivo
del arte moderno y muchas de sus propuestas más rompedoras y revolucionarias
quedaban incorporadas a los circuitos institucionales, el descrédito
y progresivo declive de las vanguardias acabó arrastrando también
al pensamiento nietzscheano: el superhombre dejó de ser entendido
como una réplica al nihilismo, para tomarse como una de sus expresiones
más desgarradas. Tanto la manipulación nazi cuanto la interpretación
heideggeriana de la obra de Nietzsche contribuyeron a encerrar las ideas
del autor de Más allá del Bien y del Mal en el estricto
circuito de la metafísica.
Durante su intervención en el ciclo de conferencias La
deshumanización del mundo, Nicolás Sánchez Durá,
profesor del Departamento de Metafísica y Teoría del Conocimiento
de la Universidad de Valencia, analizó Temblores de aire. En
las fuentes del terror, uno de los últimos ensayos publicados
por Peter Sloterdijk que se inscribe en la tradición del pesimismo
cultural y conecta con el pensamiento de otros autores como Ernst Jünger,
Wittgenstein o Günter Anders. En Temblores de aire Sloterdijk
afirma que las señas de identidad que ha aportado el siglo XX a
la civilización son la práctica del terrorismo, el concepto
de diseño productivo y la preocupación y reflexión
en tono al medio ambiente. Para el autor de Crítica de la razón
cínica el terror contemporáneo, al que denomina "atmoterrorismo",
es estructuralmente medioambiental ya que se dirige al entorno vital y
provoca que los hombres se sientan amenazados por peligros difusos pero
permanentes y cuyos efectos son potencialmente devastadores. "Según
Sloterdijk, subrayó Sánchez Durá, el 'atmoterrorismo'
satura al mundo de peligro y agresión hasta el punto de desarraigar
a los hombres, desnaturalizarlos, enseñarles a desconfiar de la
racionalidad y empujarlos a emboscarse más allá de toda
confiada entrega".
Creador de una obra polémica y rebelde que ha quebrado las rígidas
normas de la filosofía académica actual, Peter Sloterdijk presentó
en julio de 1999 un texto titulado Normas para el parque humano
que generó (y sigue generando) un acalorado y controvertido debate
público (sobre todo por la reacción de Jürgen Habermas
y sus seguidores) en torno a la crisis del humanismo como modelo de civilización.
Durante su intervención en el Aula del Rectorado de la sede La
Cartuja (Sevilla) de la Universidad Internacional de Andalucía,
el autor de Crítica de la razón cínica (el
libro de filosofía en lengua alemana más vendido desde la
II Guerra Mundial) exploró las fuentes teológicas y las
mediaciones técnicas sobre las que se configura su polémico
proyecto post-humanista.
En un coloquio sobre la filosofía después de Heidegger celebrado
en el castillo de Elmau en julio de 1999, Peter Sloterdijk presentó
un texto titulado Normas para el parque humano que generó
(y aún sigue generando) un controvertido y acalorado debate público
en torno al humanismo como modelo de civilización. Sobre todo debido
a la intervención de Habermas, que acusó al autor de Crítica
de la razón cínica "de haber pisado un terreno
que debía ser un tabú para todos los intelectuales adultos
y responsables". Pero, como recordó Joan Pipó Comorera
durante su intervención en la tercera jornada del ciclo de conferencias
La deshumanización del mundo, no se trata de una polémica
nueva y ya en la entrada "humanismo/anti-humanismo" del diccionario
de Terminología Científico-social (publicado en 1988),
Miguel Morey alude a los dos grandes "actos" históricos
de este debate.
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