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Ora et colabora, mesa poliédrica en torno al arte colaborativo |
Organizado por La Fiambrera Barroca el taller Ora et colabora pretendía activar un debate en torno a lo que se conoce como "arte colaborativo": esto es, prácticas artísticas con objetivos manifiestamente políticos que convergen (con más o menos fortuna) con las acciones e iniciativas de los nuevos movimientos sociales. "Desde hace muchos años, señaló Curro Aix (miembro de La Fiambrera Barroca), hemos participado en proyectos que tratan de desarrollar este tipo de colaboraciones entre artistas y activistas, donde hemos tenido que enfrentarnos a conflictos y contradicciones de difícil resolución". El objetivo del taller era reunir a una serie grupos y agentes involucrados (directa o tangencialmente) en este tipo de prácticas para intercambiar experiencias, buscar soluciones a los problemas que se plantean y encontrar fórmulas que permitan que estas propuestas tengan mayor viabilidad y visibilidad. A lo largo de la semana se abordaron diferentes cuestiones relacionadas con el arte colaborativo como las formas de organización, el concepto de autoría, las relaciones con las instituciones, los modelos posibles de financiación o las audiencias. Se optó siempre por una metodología flexible y abierta que trataba de fomentar la participación horizontal y permitió que el contenido del programa fuera construyéndose y modificándose a partir de las distintas intervenciones. A modo de introducción, varios artistas y colectivos cuyas propuestas podrían considerarse como ejemplos de arte colaborativo, explicaron sus planteamientos en torno a algunos de los temas de debate a partir de la descripción de sus propios trabajos.
NELO VILAR Nelo Vilar, que además de activista confeso se autodenomina artista de la acción y/o la performance, ambientó su presentación con unos muñecos de indios y vaqueros (y también un romano) que colocó sobre la mesa en aparente desorden. Entre los proyectos en los que ha participado como "activista local" recordó su vinculación al MOC de Castellón, su relación con la Asociación Cultural Penyes Altes de Artana y su implicación en la Coordinadora per la Defensa de la Serra Espadà. Estas asociaciones - integradas por gente con un perfil formativo y profesional muy diferente (arquitectos, biólogos, historiadores, geógrafos, electricistas,...) - han conseguido cosas bastante importantes, desde organizar jornadas multidisciplinares sobre el mundo árabe a obtener una mayor protección del patrimonio histórico, artístico y arquitectónico de la zona. Además, consciente o incosncientemente, muchas de sus acciones contenían asombrosas dosis de creatividad e inventiva (y lograban evitar la rigidez y el purismo que caracteriza las iniciativas de cierto activismo clásico). "En estas acciones, bromeó Nelo Vilar, éramos como los indios en las películas del oeste, teníamos que luchar contra unos vaqueros que estaban mucho mejor armados que nosotros, incluso en alguna que otra ocasión hemos tenido que salir huyendo porque nos querían echar a tiros". Uno de los últimos proyectos en los que ha participado es la publicación de una historia de su pueblo ("desde Adán y Eva hasta la actualidad") escrita por un cura que murió durante la guerra civil y que ha sido beatificado recientemente. No descarta que próximamente le vuelvan a intentar espantar a "escopetazo limpio". Co-editor de la revista Fuera de banda y licenciado en Bellas Artes (de hecho, está finalizando una tesis sobre el arte de acción y su sentido social) Nelo Vilar suele autodefinirese como "artista collidor" (artista cosechador) que trabaja durante cuatro meses en distintas labores de recolección agrícola y el resto del año está de vacaciones. Durante su intervención en Reunión 03 aseguró que no sabría decir si sus acciones podrían englobarse dentro del arte colaborativo. "Lo único, confesó, que puedo aportar a este taller son dudas". En cualquier caso, Nelo Vilar sí cree que es posible un arte al margen de (paralelo a) las instituciones como demuestra la existencia de una sólida escena cultural autogestionada en la región canadiense de Quebec. Arte paralelo es una expresión que surgió a finales de los años 70, cuando algunos artistas empezaron a dejar de pensar que con sus gestos de rupturas y sus intentos de innovación permanente (una actitud/pose que se convirtió en rutinaria) iban a cambiar el mundo. Entonces decidieron desarrollar propuestas realistas autogestionadas, buscar audiencias más amplias y crear sólidas redes paralelas a la institución. "Esta actitud, remarcó Nelo Vilar, implicaba una apuesta integral por la autogestión y la autonomía al considerar que mantener una dependencia financiera de las instituciones (por mínima que fuera y justificada que estuviera) llevaba consigo una dependencia ideológica".
TRAMM Consideran que su propuesta tiene una fuerte carga política, ya que desde sus primeros proyectos se han preocupado por crear tejido social y hacer confluir posiciones muy enfrentadas (algo especialmente delicado en el contexto político y cultural en el que se mueven). "Queremos generar cultura como práctica social, como comunicación, como práctica relacional", aseguran en una memoria que entregaron durante su intervención en Reunión 03. Actualmente se encuentran en una etapa de trabajo en la sombra que se está desarrollando a través de tres líneas de acción fundamentales: - BSO. Desarrollan y coordinan la grabación de un cd con la banda sonora de una película que nunca se ha rodado. Se trata de un proceso de creación abierto y colectivo en el que está participando mucha gente: el guión ha sido escrito por varias personas y son numerosos los músicos y compositores que intervienen. La idea es que el trabajo no quede cerrado cuando se grabe el cd, sino que pueda modificarse y transformarse. Por ello, la banda sonora no se registrará en la SGAE y se venderá a un precio muy asequible. - A¬®B. Otro de los proyectos en los que andan atareados actualmente es una propuesta para poner en contacto a artistas y colectivos sociales del barrio de San Francisco (una de las zonas de Bilbao con más movidas reivindicativas). Alrededor de este proyecto están realizando un riguroso trabajo de investigación y documentación para conocer las intervenciones y prácticas urbanísticas que se han producido en este barrio en los últimos 25 años, centrándose en manifestaciones de carácter popular, contracultural y político que no han sido registradas por la memoria histórica oficial. Los resultados finales de todo este trabajo de investigación y colaboración serán mostrados al público en formato de exposición documental. - Jardín Interior. También en el barrio de San Francisco, en una zona industrial situada al lado de la ría y lindando con la estación de trenes, quieren convertir una lonja abandonada de más de mil metros cuadrados en un jardín interior. Todo ello con la colaboración de los vecinos del barrio. Para este proyecto Tramm pretende funcionar como una entidad mediadora que ponga en contacto a los colectivos y asociaciones de la zona con las autoridades municipales y universitarias. Antes de estos tres trabajos, uno de los primeros proyectos en los que se embarcó este colectivo bilbaíno fue Duplex (marzo/julio 2002), una serie de actividades (desde proyección de películas a conferencias y charlas) que se llevaron a cabo en un sótano (distribuido en varias alturas) que habían alquilado en el barrio de Atxuri, una de las zonas más degradadas de Bilbao. El programa de actividades de Duplex también acogió intervenciones de otros creadores como Tasio Ardanaz quien en decenaporfin (mayo de 2002) proponía a un grupo amplio y variado de personas una reunión informal para cenar y disertar sobre determinadas cuestiones artísticas. Posteriormente, en agosto de 2002, Tramm puso en marcha el proyecto Teatro, un espacio para activar dispositivos de relación e intercambio entre actores y escenógrafos de Francia, Italia, Alemania y varias regiones del Estado español. En el programa se alternaban las sesiones prácticas con conferencias y debates teóricos en los que participaron filósofos, sociólogos y artistas plásticos.
CITYMED[d] "Citymine[d] es una especie de máquina de producir redes, explicó Tom Deforce, un dispositivo que permite poner en contacto a colectivos artísticos con movimientos sociales y asesorarles para que puedan optimizar sus esfuerzos y reapropiarse de medios y recursos públicos". Para interconectar a estos grupos, Citymine[d] utiliza diferentes vías, desde su página en Internet (http://www.citymined.org) a una publicación en papel con información sobre sus actividades, pasando por la organización de presentaciones colectivas o la celebración periódica de "cafés efímeros" (reuniones en casas particulares, parques y otros espacios públicos). La función de Citymine[d] no es solucionar problemas urbanísticos concretos, sino proponer ideas de intervención en el espacio público para dar visibilidad a ciertas situaciones conflictivas que el poder tiende a ocultar. En esta línea se enmarcan proyectos como Bara-ke que denunciaba la situación de abandono en la que se encontraba la Plaza Bara, situada en una inersección entre tres barrios populares y al lado de una estación de trenes. Durante el día, la plaza es un lugar de tránsito para trabajadores que van y vuelven del centro; por la noche es un espacio vacío y peligroso que poca gente se atreve a visitar. "Lo que hicimos, recordó Tom Deforce, fue montar una barraca encima de una grúa donde vivió un artista durante diez días en los que se dedicó a organizar diferentes actividades en la plaza: pic-nics, conciertos, mercados de pulgas,...". Con motivo de la celebración de una Cumbre de Jefes de Estados de la Unión Europea en Bruselas, Citymine[d] se unió a otros movimientos sociales y colectivos artísticos para ocupar durante tres meses una antigua estación de trenes que estaba abandonada. La estación, que se encuentra al lado del edificio del Parlamento Europeo, fue utilizada para coordinar y preparar muchas de las acciones que se hicieron durante la contra-cumbre: Streetparty, Radio BruXXel, BruXXel Fiesta,... "Fue un proyecto muy interesante, recordó Tom Deforce, porque permitió establecer una relación directa entre una reivindicación local - reclamar el aprovechamiento público de esa estación - y los planteamientos que postula el movimiento antiglobalización". Tras más de cinco años trabajando en Bruselas, Citymine[d] ha decidido extender su radio de acción a Londres y Barcelona con la idea de ampliar la red de contactos y fortalecer el intercambio de servicios e informaciones entre movimientos sociales, iniciativas urbanas y proyectos artísticos de estas tres ciudades.
YOMANGO Yomango (expresión derivada de "Mango", popularísima firma comercial española de ropa, y del aún más popular acto de "mangar") es una marca y como tal no vende un producto sino un estilo de vida. Según el pensamiento Yomango, el robo a las multinacionales es una forma de desobediencia civil que permite apropiarse de la estrategia más poderosa y seductora del capitalismo global: la estimulación del deseo para crear la necesidad de un consumo compulsivo. Yomango pretende crear un estilo de vida que no pueda ser reapropiado por el Capital porque subvierte radicalmente las normas que hacen funcionar el sistema: convierte a consumidores pasivos en activistas que consumen sin pasar por caja. Aunque Yomango es un estilo de vida que trata de influir en la cotidianidad de sus usuarios (Yomango está muy dentro de ti: es una franquicia que te montas donde y cuando quieres), las acciones colectivas y públicas en tiendas y centros comerciales (normalmente precedidas de comunicados a la prensa y registradas en vídeo) son sus momentos de mayor visibilidad. La primera acción (la presentación en sociedad de la marca Yomango) se llevó a cabo en plena época de Rebajas, cuando organizaron un desfile de ropas Yomango en una tienda Bershka situada en el corazón comercial de Barcelona. De allí se extrajo un vestido en rebajas (precio: 9,50 euros) que posteriormente se exhibió como obra artística en el CCCB, para más tarde depositarlo en una tienda Zara. "Esta acción, señaló Marcelo Expósito, lograba cuestionar el carácter aparentemente público de este tipos de establecimientos y denunciaba la falsa alternativa, la falsa libertad que el mercado ofrece al dar a elegir entre una marca y otra marca". En recuerdo a la revuelta popular en Argentina en diciembre de 2001 (cuando, entre otras muchas acciones colectivas, miles de ciudadanos entraron en los supermercados para recuperar lo que les pertenecía), un establecimiento Carrefour de Las Ramblas fue escenario de una singular lección de baile a cargo de unos clientes anónimos que, a ritmo de techno-tango, adquirieron unas cuantas botellas de cava sin necesidad de pasar por caja. Dichas botellas fueron descorchadas al día siguiente en el interior de una sucursal del Banco de Santander, al tiempo que se brindaba por el pueblo argentino y se gritaba "¡Que se vayan todos!" (comenzando por las entidades bancarias y las multinacionales que han llevado al país latinoamericano a la ruina). Durante la celebración del Foro Social de Florencia en noviembre de 2002, Yomango organizó una suculenta cena pública en la que sólo se repartía comida y bebida robada durante esa semana en distintos supermercados de la ciudad. El contexto - una ciudad tomada por la policía y la infiltración a la prensa de posibles "actos vandálicos"- obligó a rizar el rizo y hacer una acción directa a la inversa. Esto es, el momento de mayor visibilidad (la cena) estuvo disociado de la acción, lo que permitió burlar la vigilancia y represión policial, y al mismo tiempo obtener una sorprendente repercusión social y mediática. "Hay que tener en cuenta, precisó Marcelo Expósito, que las propuestas Yomango intentan articular una respuesta política a la precarización de la vida a través de formulas imaginativas y con una fuerte carga simbólica".
1ª JORNADA DE DEBATE.
Sobre la noción de autoría Los nuevos movimientos sociales son antijerárquicos, fuertemente horizontalistas y en muchos casos declaradamente antiprofesionales y antiespecialistas. En su intento de priorizar el carácter colectivo de sus iniciativas, los movimientos sociales cambian con frecuencia de portavoces o eluden la "firma individual" en sus acciones. Por el contrario, el mundo del arte se define a partir de la noción de autoridad y/o genialidad, y su historia es una sucesión novelada de personalidades especiales, nombres imprescindibles y etiquetas generalizadoras. El autor individual es un elemento medular, un punto de referencia ineludible, hasta el punto de que la historiografía artística se ha empeñado en desenmascarar las personalidades específicas que se camuflan tras los colectivos anónimos o las obras de autor desconocido. La diferencia entre ambos campos (el del arte y el de los movimientos sociales) resulta especialmente conflictiva en relación al tema del reparto de beneficios (ya sea en términos de capital económico, social o simbólico) que, en el caso de la producción cultural y artística, se destinan al autor (o autores) de la obra y a sus intermediarios. Desde los movimientos sociales se cuestiona este modelo de apropiación y acumulación de beneficios y se apuesta por una auténtica democratización cultural a través de la aplicación de prácticas como el copyleft.
Copyleft vs copyright Frente a esto, la licencia copyleft plantea que la información y el conocimiento debe ser accesible para todos, sin que eso implique la negación o eliminación de la figura del autor de un producto o de una obra. "La noción de copyleft, matizó Tomas Margoni (abogado especializado en temas informáticos), no niega la autoría individual de un producto intelectual, pero cuestiona el principio jurídico que da derecho al autor (o a la empresa que haya comprado la licencia copyright) a poseer dicho producto en exclusividad y a explotarlo económicamente". Pero, ¿si todo el mundo puede acceder y copiar un producto intelectual, cuál es el provecho que adquiere su autor para compensar, de algún modo, el tiempo y el esfuerzo que le ha dedicado? "A nivel informático, explicó Tomas Margoni, el hecho de que un software de código abierto logre difundirse y reutilizarse, demuestra su calidad intrínseca, lo que aporta prestigio simbólico a su autor y a partir de ahí, le podrán llegar ofertas de trabajo (beneficio económico)". Si atendemos a otros campos, como el de la creación literaria, un buen ejemplo sería el de Wu Ming (antes Lutther Blissett), una empresa política de narraciones (que se autodefinen como productores/redactores de la inteligencia social) cuyas obras tienen licencias copyleft (se puede acceder a ellas gratuitamente a través de Internet) pero a la vez se distribuyen por circuitos convencionales con gran éxito de ventas. No hay que olvidar que la licencia copyleft permite el uso y acceso sin limitaciones a los productos del intelecto, pero al no eliminar el concepto de autoría, evita que una empresa privada se pueda hacer con los derechos legales para la explotación de ese producto. "De esta forma, subrayó Javier Toret (miembro de la revista La Fuga de Málaga), la noción de copyleft supone tanto un ataque jurídico a las normas impuestas por el nuevo orden económico y simbólico como un mecanismo de resistencia ante la tendencia del capitalismo a vampirizar la inteligencia y el saber colectivo". Curro Aix cree que la noción de copyleft no resuelve los problemas de administración del capital social y simbólico que se producen en los casos de cooperación entre colectivos artísticos y movimientos sociales. Según él, la rentabilidad a nivel de prestigio (capital simbólico) de las acciones colectivas no siempre se reparte de manera equilibrada, y a menudo recae exclusivamente en los grupos más conocidos o en las personalidades más visibles. Un ejemplo ilustrativo sería el de La Fiambrera Barroca en Sevilla, un colectivo de "arte político" (muy conocido en la ciudad) al que se le ha atribuido acciones en las que ni siquiera había participado. "Esta adquisición involuntaria de capital simbólico, recordó Curro Aix (a la sazón, miembro de La Fiambrera Barroca), nos ha generado numerosos conflictos con otros colectivos y movimientos sociales". Por ello considera necesario que en estas acciones colaborativas se negocie con transparencia los términos de intercambio y reciprocidad de capitales específicos y se cuide lo más posible el tema de las atribuciones. Marcelo Expósito (miembro de Las Agencias y Yomango) cree que existen demasiados prejuicios y suspicacias en torno a la rentabilidad que pueden obtener los artistas de su colaboración con los movimientos sociales. "Sería más positivo y productivo, aseguró, cambiar la perspectiva y pensar que estos artistas (o comunicadores, o sociólogos, o profesores universitarios,...) pueden llevar el discurso de los movimientos sociales a espacios en los que no suelen tener cabida: medios de comunicación, instancias académicas, instituciones,...". Evidentemente esto genera muchísimas contradicciones, pero según Marcelo Expósito, en vez de desconfiar sistemáticamente de las auténticas intenciones del artista (o del comunicador, o del sociólogo,...) sería más recomendable plantearle la necesidad de que asuma la gestión del plus simbólico que adquiere como una responsabilidad política. En este sentido, José Pérez de Lama, de hackitectura.net, subrayó que participar activamente en los movimientos sociales nunca le ha impedido ser artista, ni viceversa ("creo que se trata más de una discusión teórica que de un problema real", aseguró). Para él sería muy interesante seguir el ejemplo de los zapatistas que funcionan como una red de creación de narraciones en la que hay una clara disolución de la autoría y una multiplicación de las responsabilidades. Algo parecido piensa José Luis Tirado (activista y video-artista) quien considera que es necesario deshacerse del corporativismo que caracteriza al mundo del arte. "Estamos en la misma lucha, indicó, y lo único que nos diferencia son los soportes y lenguajes que utilizamos para expresarnos". Sobre la disolución de la autoría, Tirado piensa que hay que ser muy cautelosos pues implica negar muchas cuestiones. "Una cosa es, precisó, convertir tu firma en una marca comercial registrada, y otra no asumir tu responsabilidad ante determinadas acciones, escudándose en un cómodo anonimato sin sentido (el mismo que se promueve desde el poder)". En esta misma línea se sitúa Manuel Gualda (de Plataforma Parque Moret) quien aseguró que teme tanto un individualismo exacerbado como la tendencia a ocultar sistemáticamente (o a delegar en un colectivo difuso) la autoría y/o responsabilidad de las acciones. Curro Aix apuesta por una socialización de las herramientas, pero considera una falacia utilizar retóricas horizontalistas para el reparto de tareas, funciones y responsabilidades. "Bajo mi punto de vista, señaló, la negociación entre horizontalidad y especialidad es una de las asignaturas pendientes de los movimientos sociales". En este punto David Gómez (miembro de Arquitectura y Compromiso Social) realizó una pequeña precisión: "es conveniente no asignar siempre a las mismas personas determinadas tareas que tienen una gran representatividad y poder simbólico (por el ejemplo, las funciones de portavoz), aunque sean las más eficaces en esa labor".
Formas de funcionamiento Javier Toret le replicó resaltando la necesidad de que los movimientos sociales no se limiten a la negación del sistema, sino que desarrollen una crítica positiva que permita producir nuevos relatos y espacios de convivencia. Por su parte, Tatiana, del nodo malagueño de Indymedia Estrecho, planteó que había que tener en cuenta la diferencia entre los conceptos de eficacia y eficiencia. "Esto es, argumentó, cuando yo me implico en alguna iniciativa, quiero que sus objetivos se cumplan (eficacia), pero no que se logren lo más rápido posible y sin que me importen los medios que se utilicen (eficiencia)". Con referencia a este tema, Gustavo (Peatón Bonzo) insistió en la idea de que es tan importante intentar cumplir los objetivos que un colectivo se marca cómo decidir con coherencia los medios que debe utilizar para alcanzarlos. Marcelo Expósito cree que con demasiada frecuencia caemos en el error de utilizar expresiones codificadas y connotadas políticamente (y, por tanto, vacías de significado) para deslegitimar aquellas intervenciones con las que no estamos de acuerdo. Para Toret los conceptos y expresiones que utilizamos en nuestros discursos reflejan y determinan nuestra manera de entender la realidad. "Cuando se incorporan, explicó, nociones nuevas como 'trabajo vivo' o 'bio-política', no se hace por capricho o por vanidad intelectual, sino porque es la única forma que tenemos de analizar nuevas problemáticas y, sobre todo, de articular soluciones que se adapten al mundo en el que estamos". Desde su experiencia personal en los movimientos sociales (donde unas veces ha colaborado como artista y otras responsabilizándose de funciones bien distintas), Nelo Vilar encuentra una diferencia sustancial entre trabajos de arte autónomo con una fuerte carga de crítica social ("como la propuesta de Peatón Bonzo") y la fuerte estetización que caracteriza las acciones que llevan a cabo algunos colectivos. "En el primer caso, planteó, todo se prepara y ejecuta desde una conciencia artística y el resultado suele ser muy sofisticado (incluso algunas veces críptico); en el segundo caso, los colectivos utilizan la coartada estética como una herramienta para dar visibilidad a sus discursos". Frente a esta idea, tanto Santiago Eraso (director de Arteleku y miembro del equipo directivo de UNIA arteypensamiento) como Marcelo Expósito señalaron que no existe ningún método que permita discernir cuando nos encontramos ante una propuesta de arte autónomo o ante la acción estetizada de un movimiento social. Para Santiago Eraso hay que ser prudentes a la hora de hacer estas distinciones categóricas, pues suelen servir para legitimar unas acciones y desacreditar las otras. Según José Pérez de Lama la centralidad de la información y de lo simbólico en el momento actual es lo que hace que el trabajo creativo y artístico sea tan importante. Siguiendo a Manuel Castells, Pérez de Lama aseguró que la globalización capitalista (la sociedad de la información) no es más que un agenciamiento específico (un modo de asociarse de una determinada manera) entre una serie de elementos que conforman nuestro mundo. Son posibles, por tanto, otros agenciamientos, otras formas de relacionar los elementos (información, globalización, desarrollo tecnológico,...), otras maneras de organizar nuestras vidas.
La negociación con las instituciones. El caso de Las Agencias Entre estas dos patas (marco institucional, marco social) se sitúa la acción de Las Agencias que desde sus inicios trata de romper la dinámica vertical que suele caracterizar la relaciones (cuando las hay) entre las instituciones y los colectivos sociales / artísticos, los cuales pueden acceder a subvenciones y ayudas pero no tienen capacidad de incidir en la estructura y el funcionamiento del museo. Desde Las Agencias (que no se considera un grupo al servicio de los movimientos sociales, sino un nodo más dentro del mismo) se pretende evitar también que la institución utilice este trabajo colaborativo con redes sociales y de acción política como un mecanismo para dotarse de legitimidad. No hay que olvidar que en Barcelona las instituciones artísticas son uno de los motores fundamentales de la tendencia a la terciarización de la economía, un fenómeno que ha favorecido una creciente instrumentalización de la cultura con fines turísticos e inmobiliarios (algo que se hace evidente si se observan las actividades que se están desarrollando en torno al Forum de las Culturas que se celebrará en la ciudad catalana el próximo año). "Por ello, subrayó Marcelo Expósito, vehicular un proyecto político dentro del espacio artístico-institucional barcelonés me parece de crucial importancia". Con la idea de desarrollar prácticas participativas y colaborativas, Las Agencias hacen uso de una serie de herramientas materiales e inmateriales (talleres y encuentros de trabajo, pero también objetos físicos, como el Showbus) para poner en marcha procesos de acción que, "metafórica y literalmente", se les vayan de las manos y puedan ser reutilizados por la colectividad (como las propuestas de Yomango que, bajo diferentes formas, están siendo reapropiadas como un tipo de práctica política cotidiana por diversos colectivos y movimientos).
Formas de financiación y organización de recursos: Citymine[d],
BNV Producciones y Zemos 98 Con sede en Sevilla, BNV Producciones es una estructura de producción e interlocución que trabaja con un equipo estable más un amplio grupo de colaboradores. Desde que comenzó su actividad a finales de la década de los 80, BNV ha optado por la diversificación de las fuentes de financiación, desarrollando dos tipos de trabajos. Por un lado, lleva a cabo una serie de proyectos "vocacionales", donde gozan de gran autonomía y recurren a la colaboración de agentes muy diversos. Por otro, se encargan de una serie de trabajos funcionales que ellos denominan "alimentarios" (montaje y diseño de exposiciones, producciones,...) que les dotan de una independencia económica que les permite afrontar los otros proyectos. Al igual que Citymine[d], uno de sus objetivos fundamentales es servir de mediadores entre personas y colectivos que quieren poner en marcha diferentes iniciativas artísticas y culturales y las instituciones que disponen de los recursos para que esos proyectos puedan ejecutarse. A un nivel más amateur, Zemos 98 también busca la diversificación en las fuentes de financiación. Zemos 98 es una asociación cultural que organiza un festival audiovisual desde enero de 1999 (cuya sexta edición se celebrará entre el 1 y el 6 de marzo de 2004), lleva a cabo trabajos de vídeo-creación y falsos documentales (algunos de los cuales se han proyectado en el marco de Reunión 03) y desarrolla una intensa labor contrainformativa. Por el momento han contado con el apoyo de diversas instituciones públicas, tanto locales (como el Ayuntamiento de la localidad sevillana de El Viso del Alcor) como provinciales y regionales. "¿Qué tipos de acontecimientos y circunstancias necesitan darse para que proliferen casos como estos, para que colectivos artísticos y sociales puedan conseguir espacios y recursos que les permitan desarrollar su trabajo?", se preguntó Curro Aix. Ante este planteamiento José Pérez de Lama advirtió de la situación paradójica a la que se llega cuando ciertos colectivos sociales perciben el acceso a ayudas y subvenciones institucionales como su principal aspiración o como algo normalizado. "En esos casos, subrayó, se genera una relación de dependencia que termina neutralizando la potencialidad crítica de cualquier discurso; la subvención sólo tiene sentido si se asume como algo transitorio". Para Javier Toret el gran enemigo a batir es el trabajo asalariado, porque es una herramienta del sistema para enganchar a los ciudadanos e hipotecar sus vidas, dirigiéndolas por un camino muy determinado. Ante esa situación es necesario buscar alternativas que posibiliten la obtención de una renta mínima que nos garantice la supervivencia. En este sentido Toret apuesta por "hacer emerger una tierra comunal (un nuevo tipo de soviet) a través de la cooperación social liberada, de la organización del trabajo vivo (aquellas actividades productivas que no están atrapadas por las formas del Capital) y de mecanismos de obtención indirecta de renta (como las estrategias de Yomango o la okupación y autogestión de espacios habitables)". Pero la emergencia de esa tierra comunal, según Gustavo Alés (Peatón Bonzo), no puede construirse sólo a partir de la producción inmaterial, porque en ese caso, todo se quedará en un territorio virtual reservado para unos cuantos elegidos. "No podemos despreciar la producción material (la comida, el alojamiento, el vestuario,...), en la que el capitalismo está imponiendo su ley sin apenas resistencia", aseguró. Marcelo Expósito cree que, aunque sea sólo por operatividad política, hay que revisar ciertas dicotomías que aparecen con demasiada frecuencia en los discursos de los movimientos radicales, como la contraposición renta básica / trabajo asalariado. "Experiencias como las de BNV o Citymine[d], afirmó, devuelven la cuestión de la gestión y de la producción al corazón de las prácticas artísticas, sin que por ello estas dos entidades hayan tenido que renunciar al respaldo institucional, ni situarse completamente al margen del Mercado". Para Expósito, la cuestión de la renta básica no se agota en la reivindicación de un salario mínimo con el que hacer lo que nos de la gana, sino que debe ir más allá y plantear un doble derecho. Por un lado, el derecho a disponer de una renta directa que nos permita organizar nuestro trabajo vivo (y a partir de ahí, si lo deseamos, insertarnos en el mercado laboral); por otro, el derecho a una apropiación indirecta de renta que incluiría desde la ocupación de inmuebles a la negociación con instituciones y entidades públicas para poder desarrollar proyectos autónomos y/o disponer de determinados recursos. En opinión de Miguel Benlloch, miembro de BNV Producciones y coordinador de Reunión 03, los discursos sobre la legitimidad y la plena autonomía vehiculan una especie de defensa del honor muy bientencionada pero, en el fondo, bastante conservadora. "No tiene sentido pensar, aseveró, que por tocar a las instituciones va a quedar irreversiblemente manchada tu reputación (...); la institución es una herramienta más y no es, ni mucho menos, el único factor que otorga o quita legitimidad a una acción o propuesta". A este respecto, Javier Toret hablo de la experiencia de la "Sapienza Pirata" de Roma, un colectivo de lucha social que organiza cursos y seminarios de validez académica; y Nelo Vilar hizo referencia al caso de Quebec, donde un generoso sistema de financiación pública ha permitido la consolidación de una extensa red de movimientos sociales y colectivos artísticos que desarrollan su trabajo con plena independencia. "De todas formas, quiso matizar Nelo Vilar, creo que también es legítimo perseverar en un pensamiento utópico y mantener una postura de rechazo radical a las instituciones". Desde el colectivo Tramm, Natalia Gómez-Acebo quiso destacar el papel tan importante que pueden desempeñar organizaciones como BNV o Citymine[d], "porque, al menos para nosotros, entender el lenguaje de las instituciones y encontrar los canales para contactar con ellas suele resultar muy complicado". En cualquier caso, Natalia Gómez Acebo piensa que para que un colectivo o proyecto pueda funcionar (y sobrevivir cuando no cuente con el respaldo institucional) es necesario que establezca un tejido de relaciones interpersonales y que sea capaz de recurrir a fuentes de financiación alternativas. Por su parte, Tom Deforce (de Citymine[d]), insistió en el hecho de que también dentro de las instituciones existe gente que quiere y puede ayudar a que proyectos de este tipo salgan adelante. Futuribles
- MayDay La MayDay Parade recupera el sentido combativo de la celebración del primero de mayo del movimiento obrero histórico, pero huye de la homogeneidad y linealidad que caracterizan las manifestaciones que actualmente convocan ese día los sindicatos tradicionales. Tomando como referencia las intervenciones de ecologismo urbano anticapitalista de Reclaim the streets y las "parades" de los movimientos de liberación sexual (que buscan hacer visible su orgullo de ser diferentes en cuestiones de género), la MayDay Parade postula una apropiación del espacio público de la ciudad a través de una heterogeneidad y una pluralidad de acciones políticas. Se concibe como un "acontecimiento metropolitano" (la ciudad es el lugar de la confrontación política por antonomasia en el mundo contemporáneo) que trata de articular una respuesta efectiva al modo en que el capitalismo actual extiende su poder a todos los ámbitos de nuestra vida para que la totalidad del sujeto se ponga a trabajar a su servicio. Por ello, la MayDay Parade ocupa literalmente el centro de Milán, y solapa con sus signos (que dan visibilidad al precariado metropolitano) los símbolos del Poder y del Mercado en el espacio urbano (fachadas de banco y empresas de comunicaciones, establecimientos de cadenas de comida basura, grandes almacenes, soportes publicitarios,...). Es una iniciativa que surge de la confluencia entre el sindicalismo de base de los años 80 y el movimiento autónomo italiano, especialmente el colectivo Chainworkers, impulsores de la primera convocatoria en el año 2001. Según Marcelo Expósito, la evolución del concepto político del MayDay se observa muy claramente analizando el material gráfico (carteles, flyers,...) que se ha ido generando en cada una de las convocatorias que se han celebrado hasta la fecha. Si en el 2001 aparecía un Gagarin sonriente clamando "MayDay, MayDay" con el subtítulo "Stop al precariado", en la última edición se ha llevado a cabo una "sofisticada" campaña de imagen que imitaba en clave irónica el estilo cool de la publicidad de tendencias, mostrando a jóvenes y modernos trabajadores bajo el lema: "el proletariado social se rebela". "Es decir, explicó Marcelo Expósito, de lo que se trata no es de parar el precariado, sino de hacer de la MayDay una gran fiesta de visibilización del precariado como el nuevo sujeto social oculto y silenciado tanto por el neoliberalismo gobernante, como por la inoperancia irreversible de las viejas formas organizativas del movimiento obrero (grandes sindicatos, partidos políticos,..)". No tiene sentido luchar contra el Capital sólo desde la esfera laboral, es necesario crear nuevas narraciones y signos de identidad, articular nuevas estrategias de resistencia que nos permitan "dotar de cuerpo político al precariado para revertir la creciente precarización social". "Porque el precariado significa en el postfordismo, subrayó Marcelo Expósito, lo que el proletariado fue para el fordismo".
- Foro Social de las Artes El Foro Social de las Artes se autodefine como un espacio para la comunicación, la discusión, el análisis y la práctica de intervenciones culturales y artísticas con fuertes implicaciones en la militancia social crítica. Su propósito es poner en contacto a colectivos artísticos (y artistas individuales) con movimientos sociales de diversas partes del Estado español, y para ello opta por una programación amplia y variada que incluye desde recitales de poesía a performances y exposiciones, pasando por talleres de fotografías, vídeo-forum, mesas redondas, intervenciones en la calle, actuaciones musicales,... Para evitar la excesiva endogamia que caracterizó la primera convocatoria en Madrid (demasiado escorada hacia la poesía y algo desvinculada de los colectivos sociales locales), los organizadores del foro en Valencia (la Unión de Escritores del País Valenciano y la comunidad de cristianos de base Ignacio Ellacuría) buscaron una diversificación y ampliación de las actividades, las fechas y los espacios. Esta decisión permitió llegar a un público más amplio (se programaron actos en numerosos barrios de Valencia y se contactó con multitud de grupos locales), pero generó una excesiva dispersión geográfica y temporal que hizo que se perdiera la visión de conjunto y que dificultó la relación entre los participantes en las distintas áreas de actividades. "Para la próxima convocatoria, señaló Nelo Vilar, se pretende estructurar el programa en bloques más compactos y definir claramente los objetivos, con la intención de que se puedan partir de unos mínimos comunes en los distintos espacios de debates que permitan desarrollar trabajos de investigación y acción colectiva más fructíferos".
Los integrantes del colectivo bilbaíno Tramm -quienes subrayaron la importancia de los espacios informales en estos eventos para potenciar las relaciones interpersonales- aseguraron que les ha resultado muy interesante conocer los proyectos de otros grupos y el intercambio de ideas y experiencias. "Llevamos poco tiempo trabajando, recordó Natalia Gómez-Acebo, y en este encuentro hemos absorbido mucha información que nos puede ser muy útil en el futuro". En cualquier caso, Natalia Gómez-Acebo piensa que la dinámica que se ha seguido no ha permitido que se sobrepasen niveles muy primarios en el debate en torno algunos temas. "Bajo mi punto de vista, subrayó, el aspecto más positivo e interesante del taller ha sido la descripción y explicación de prácticas y experiencias concretas". Para Maite Fernández Betelu, de Las Agencias y Yomango, el taller ha servido para poner en contacto a personas y colectivos con ideas y proyectos muy heterogéneos, algo que siempre resulta enriquecedor. No obstante, considera que no se ha logrado establecer una comunicación plenamente horizontal (quizás, por la falta de tiempo) y que ha habido una excesiva rigidez en el desarrollo de los debates. "En este sentido, señaló, podemos aprender de la manera de funcionar de los integrantes del taller la_multitud_conectada, con una estructura muy ágil, dinámica y abierta a la improvisación". Otra de las integrantes de Las Agencias y Yomango, Nuria Vila, quiso subrayar la escasa presencia y participación de las chicas, tanto en éste como en el otro taller. "Algo que, en palabras de Nuria Vila, no debe pasarse por alto o concebirse como un problema casual y/o secundario". Gemma Martínez, del colectivo Proyecta, valoró el taller como un lugar de aprendizaje (en metodologías, estrategias de acción, formas de organización interna,...) que, además, les ha permitido contactar con otros grupos de Andalucía (especialmente de Málaga) con los que tienen muchas cosas en común y les gustaría desarrollar proyectos de colaboración. Eduardo Serrano y Jorge Dragón de Rizoma subrayaron que en Reunión 03, en general, y en el taller Ora et Colabora, en particular, han encontrado muchas iniciativas con las que sintonizan y que su participación en el encuentro les ha servido para certificar que en Andalucía existe una escena artística y social independiente muy activa e inquieta. Santiago Barber, miembro de La Fiambrera Barroca y coordinador del taller, cree que hay demasiadas cuestiones que se han quedado en el aire y que han surgido una serie de problemáticas para las que no se han encontrado soluciones metodológicas. Para él, lo interesante de este tipo de encuentros es que posibilita que la gente trabaje de forma conjunta e incluso que se puedan poner en marcha proyectos de colaboración. Por su parte, Daniel Villar, de Zemos 98, expresó que se podría haber sacado más provecho del dossier que se repartió antes de que se iniciara el taller, ya que, según él, hubiera posibilitado partir de unos mínimos comunes en el desarrollo de determinados debates. Tatiana, del nodo malagueño de Indymedia Estrecho, confesó haberse sentido un poco frustrada con el desarrollo del taller, pues considera que en demasiadas ocasiones la discusión se quedó estancada, lo que, unido a la falta de tiempo, ha provocado que no se aborden (o se haga muy por encima) cuestiones muy relevantes. José Ignacio Moreno Zapata, de Balkanada, señaló que el contacto con personas y colectivos que están desarrollando proyectos afines le ha servido para animarse a seguir adelante en un momento en el que su asociación se está planteando cerrar la sala que tiene en Málaga. "Resulta estimulante, afirmó, encontrar proyectos artísticos que trabajan en el seno de los movimientos sociales, muy especialmente en el momento actual en el que (casi) la única manera de sobrevivir es convertirse en mercenario de un sistema de galerías y compañías privadas que funciona con intereses meramente mercantiles". Aparte de lo interesante que le ha parecido conocer otros proyectos y propuestas, Salud López (Sala Endanza) cree que hubiera sido productivo finalizar el taller intentando elaborar algún tipo de documento en el que se expusieran unas conclusiones conjuntas. En la misma línea se pronunció José Pérez de Lama (hackitectura.net), quien planteó la posibilidad de elaborar un comunicado o manifiesto en el que se defendiera la necesidad de concebir el ámbito universitario como un espacio para la transformación y el cambio social desde el que debe propugnarse el acceso y uso libre de la información y del conocimiento como un derecho fundamental. "Me parece, señaló, que aunque tenemos muchas diferencias, sí existe una serie de cuestiones en las que estamos de acuerdo y que podrían servir para redactar una declaración común". Partiendo de la idea de que organizar un encuentro y un taller como éste implica muchas dificultades, Marcelo Expósito (Las Agencias, Yomango,...) cree que se ha trabajado con mucha eficacia y se ha abordado el tema de forma plural y compleja. Marcelo Expósito piensa que la convocatoria y posterior celebración de un encuentro como éste sólo es posible porque ya existen redes y procesos en marcha, "una especie de revolución molecular" de la que este evento es una pieza más. "Por eso, subrayó, no es tan importante que de este encuentro se extraigan unas conclusiones o una red de contactos específicas (...); sería más productivo que saliéramos siendo conscientes de que formamos parte de un complejo y creciente entramado social, cultural y político que trata de articular una resistencia activa y dinámica al estilo de vida que impone el capitalismo". En el apartado de las posibles objeciones al taller, Marcelo Expósito cree que para obtener más resultados prácticos en la aplicación de una metodología abierta y flexible como la que se ha intentado aplicar, hubiera sido necesario un mayor trabajo previo de estructuración de los contenidos que permitiera avanzar sin dispersarse demasiado en el tratamiento de determinados asuntos. Curro Aix, miembro de La Fiambrera Barroca y coordinador del taller, reconoció que la apuesta por una metodología abierta y flexible (que buscaba que el contenido del programa fuera construyéndose entre todos) y la heterogeneidad de los colectivos que se han reunido, ha generado una cierta dispersión que ha impedido profundizar en algunos temas y ha perjudicado, en ciertas ocasiones, la fluidez en el debate. "Habría sido interesante, señaló, reflexionar sobre aspectos más funcionales y técnicos de la producción artística, ya que eso permite pensar de manera más sólida y compleja cómo articular contenidos políticos en nuestros proyectos". Antonio Orihuela cree que es urgente deshacerse de una vez por todas de la idea de un arte político frente a otro que no lo es. "Tenemos que cambiar la perspectiva, manifestó, ya que la cuestión no es impulsar un arte político (todo arte lo es), sino abogar por una acción social (considerarla artística es algo accesorio) que promueva la transformación colectiva e individual". En este sentido cree que es recomendable forzar el anonimato ("la falta de autoría es, por definición, anticapitalista") y asumir la autogestión como metodología de funcionamiento. Como "un lugar para el encuentro y para el re-encuentro, para el conocimiento y el re-conocimiento" ha percibido José Luis Tirado Ora et colabora y el marco general en el que se insertaba el taller (el proyecto Reunión 03 del programa UNIA arteypensamiento). Esto es, como un espacio en el que, por un lado, ha conocido a otras personas, colectivos y formas de lucha; y por otro, ha podido comprobar cómo propuestas y proyectos de los que ya tenía referencias (directas o indirectas) se han llevado a cabo y están repercutiendo en su entorno. Para Antonio Santos (miembro de Peatón Bonzo y de Reojos Producciones, entre otros colectivos) uno de los principales handicaps del taller ha sido la excesiva heterogeneidad de los participantes. Bajo su punto de vista nunca ha quedado demasiado claro cuál es el nexo de unión entre los distintos colectivos y artistas (o activistas) individuales que han acudido al encuentro. "En cualquier caso, precisó Antonio Santos, más que la puesta en marcha de nuevas redes de trabajo y colaboración, lo interesante de Reunión 03 y de Ora et colabora es que han permitido crear y/o consolidar lazos personales y contactos afectivos". Con independencia de la diversidad de los grupos participantes, José Ángel de Paz (de la revista Parabólica) cree que, en realidad, ha habido un cierta homogeneidad ante la mayor parte de las cuestiones polémicas que se han expuesto y debatido en el taller. En este sentido, Nelo Vilar, que confesó haber echado en falta una mayor dosis de autocrítica, considera que Ora et colabora se ha caracterizado tanto por la heterogeneidad de las propuestas y las formas de acción como por una homogeneidad en los planteamientos ideológicos. Por otro lado, Nelo Vilar vería muy interesante la celebración de un segundo encuentro en el que se pudiera aprovechar la labor de puesta en común de esta primera reunión y profundizar en un trabajo de acción e investigación colectiva. En la misma dirección se pronunció Gustavo Alés, de Peatón Bonzo, quien propuso la celebración de un segundo encuentro para organizar y realizar acciones concretas sobre una problemática que afecta directamente el espacio donde se ha desarrollado Reunión 03: el degradado entorno medio-ambiental del paraje de La Rábida, con el Polo Químico de Huelva a escasos kilómetros. Gustavo Alés argumentó que hay que sacar provecho de esta apuesta de la Universidad Internacional de Andalucía por la confluencia entre arte y movimientos sociales, y canalizar hacia el exterior la energía crítica y productiva que puede generarse en un encuentro como este. "No hay que olvidar, subrayó Manuel Gualda (de la Plataforma Parque Moret), que Huelva es una de las provincias españolas (y europeas) con más problemas medioambientales, y sería muy positivo que un espacio académico como la sede de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía fomentara acciones e iniciativas de intervención y transformación social". En otro orden de cosas, Manuel Gualda señaló que, a su juicio, los aspectos más negativos del encuentro han sido la falta de integración y conexión entre los dos talleres (Ora et colabora y la_multitud_conectada), los constantes problemas técnicos y cambios de horario y el hecho de que se hayan descuidado ciertos detalles como la utilización de papel no ecológico. Ya en la fase final de esta ronda de conclusiones, Miguel Benlloch, miembro de BNV Producciones y coordinador de Reunión 03, explicó que con este encuentro se pretendía dar visibilidad a una serie de prácticas artísticas y creativas que buscan la transformación y la emergencia de nuevas situaciones sociales. Pero el objetivo no era únicamente crear un artefacto puntual que informara de esas prácticas, sino utilizar la herramienta institucional para potenciar una dinámica que haga posible la aparición y consolidación de proyectos de este tipo. "Por ello, anunció Miguel Benlloch, el equipo que gestiona y coordina el programa de UNIA arteypensamiento ya se ha planteado la posibilidad de dar continuación a este encuentro, aunque es necesario re-pensar el modo de llevarlo a cabo partiendo de la experiencia de esta primera convocatoria". |