"El legado de la tradición nos aporta conceptos como la novedad, la sofisticación, el discurso endogámico, la figura del artista como un ser visionario, críptico, con escasa capacidad de hacer partícipe de su discurso a segmentos más amplios de la sociedad, raro, extravagante, formalmente hábil, con afán de protagonismo, seductor, etc. La mayor parte de las instituciones, centros de arte, museos, concursos, galerías, contribuyen a la consideración del arte en términos de espectáculo cultural, a menudo permitiendo que la vigencia de esta visión tradicional se perpetúe, y frenan otras nuevas experiencias que se están posicionando. Creo que los que forman parte de la institución arte en cualquiera de sus vertientes, nos hemos de imbricar en aspectos, contenidos y realidades que tienen puntos de mira desde otras perspectivas disciplinarias, ajenas al discurso artístico (educadores, antropólogos, urbanistas, activistas de las asociaciones de vecinos, sociólogos, etc.). Prácticas creativas impulsadas por personas que mantenemos un vínculo con el mundo del arte y que trabajamos con aspectos de la realidad socio-política, que por su envergadura y complejidad requieren un replanteamiento de la figura del artista, entendiendo que la terminología que hasta ahora se daba a esta figura queda extinguida o inoperante". Ramón Parramon
"El hecho estético no tiene que ver con una colección de objetos o fetiches. … esto nos lleva a trabajar con gente que no siempre es reconocida como "artistas" por parte del mundo tradicional del arte, pero que nos permiten abrir el horizonte en torno a la representación y a la forma de hacer visibles unas determinadas problemáticas. Frente a los espacios tradicionales del arte, nos interesa crear contextos para inventar otras posibilidades de encuentros que no oculten los antagonismos y que permitan la existencia de un espacio de debate. Hacer visible una propuesta estética es conseguir el espacio de su manifestación y de su polémica frente a la especialización y la espectacularización". Catherine David
Frente al discurso institucionalizado que se sustenta en las lógicas del mercado y la rentabilidad inmediata es importante tener en cuenta las reacciones que se producen en los límites del sistema, porque es allí donde más se acentúan los puntos de divergencia y la emergencia de pensamientos diferentes.
En este espacio periférico el arte cumple una función alternativa en la medida en que introduce temas y formas de enunciación que parecen ajenos e improductivos para la lógica hegemónica. Al romper las relaciones habituales entre experimentación cultural y rendimiento económico, las prácticas divergentes cumplen la función pública de incitar a repensar lo que la economía de las industrias simbólicas impone como público y único.
El pensamiento instrumental en el arte deja fuera comportamientos y expresiones simbólicas de movimientos sociales que buscan legitimar o expresar, o simplemente posicionar, identidades, valores, formas de vivir y ver el mundo. En muchos casos son luchas por la significación y la visibilidad social, en otros afirmaciones de modos de contemplar y entender la cultura. "Se hace visible el peculiar sentido político de acciones análogas a las del arte", escribe Nestor García Canclini, "en tanto no persiguen la satisfacción literal de demandas ni réditos mercantiles sino reivindican las estructuras de sentido de ciertos modos de vida." En un mundo narrado como globalidad que simula contener y explicar todo, estas prácticas artísticas divergentes representan en sus relatos y procedimientos las contradicciones sin resolver de las políticas mercantiles y hacen visibles los conflictos camuflados por la cultura hegemónica: las otras memorias de lo local, la tensión entre las representaciones del mundo y el mundo que se construye a partir de esas representaciones, entre formas de vivir y pensar divergentes. Fundamentalmente pone de manifiesto la tensión entre lo social y los modos de re-imaginarlo.
Divergencias pretende servir de registro y debate en torno al trabajo de varios colectivos latinoamericanos que utilizan medios y estrategias muy distintos para intervenir en las complejas realidades urbanas y sociales contemporáneas. Por las características del trabajo que realizan estos grupos apenas son visibles fuera de espacios próximos a sus intervenciones.