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El pensar en movimiento, movimientos del pensar
Largometraje documental Derrida, 2002. Dirección: Kirby Dick y Amy Ziering Kofman| Largometraje documental Derrida, 2002. Dirección: Kirby Dick y Amy Ziering Kofman |
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Con música del compositor japonés Ryuichi Sakamoto, el documental nos muestra a Jacques Derrida en distintos contextos y espacios, desde el interior de su casa de París a intervenciones en programas de televisión, pasando por las aulas abarrotadas de varias universidades internacionales, la sala del Archivo Derrida en Irvine (California), un restaurante bullicioso y lleno de espejos e incluso una visita a la cárcel sudafricana de Robben Island donde estuvo Nelson Mandela detenido durante 18 años.
Kirby Dick y Army Ziering contextualizan su retrato fílmico de la figura de Jacques Derrida con una serie de datos biográficos y personales expuestos a través de técnicas narrativas que conectan con las metodologías analíticas de la Deconstrucción. De forma fragmentada y sin seguir un orden cronológico ni obviar la mediación de los autores del documental en la "verdad" que se muestra, conocemos su infancia de niño judío en Argelia y Francia durante los años 30 y 40 (cuando le insultaban por la calle llamándole "cerdo judío), su estancia en una cárcel de Praga, sus problemas de insomnio, la inquietud que le produce ver la imagen de su rostro, la extraña relación que ha mantenido siempre con sus padres (que nunca han leído un libro suyo) e incluso el diminutivo cariñoso que utilizan algunos de sus familiares y amigos para referirse a él: Jackie.
Esta decisión le ha generado una serie de contradicciones que Kirby Dick y Army Ziering -en un hábil manejo del montaje deconstructivo- son capaces de presentar respetuosamente en algunos momentos de su documental. Así, ante la pregunta de qué facetas de un filósofo (por ejemplo, de Kant o del citado Heidegger) le gustaría que le mostraran en una entrevista, Derrida responde en tono irónico que su vida sexual. Sin embargo, cuando es interrogado por la suya propia se niega a contestar, argumentando que en obras como Circonfession ya ha respondido (aunque sea veladamente) a esa pregunta. El largometraje de Dick y Ziering no oculta las tensiones que se produjeron durante la grabación y en varias ocasiones Derrida recrimina a la entrevistadora su indiscreción o la superficialidad con la que plantea algunas cuestiones como su visión del amor o su relación con Marguerite Aucouturier (la mujer con la que está casado desde 1957). A su vez, Derrida desenmascara con varios comentarios la aparente neutralidad de la cámara documental y subraya la falsedad y artificiosidad de ese intento de mostrarle en su vida cotidiana. "Hay que ser muy conscientes de que, confiesa Derrida, si no estuvieran delante las cámaras, yo iría vestido de otra forma y tendría un comportamiento completamente distinto". "Además, le dice a la entrevistadora en una de las escenas finales del documental, después de tantas horas de grabación, vais a seleccionar sólo lo que os interesa, por lo que la película que se estrene será, en gran medida, un relato autobiográfico de vuestra experiencia conmigo, no sólo un acercamiento biográfico a la figura de Derrida". |

El jueves 9 de octubre se proyectó en la sede
de La Cartuja (Sevilla) de la Universidad Internacional de Andalucía
Derrida, un largometraje dirigido por Kirby Dick y Army Ziering
Kofman que intenta relacionar algunas de las técnicas de narración
cinematográfica del documental con las herramientas teóricas
que propone el análisis deconstructivo. El documental -que ya se
ha exhibido en la Semici de Valladolid 2002, en el Museo Nacional Centro
de Arte Reina Sofía (2003) y en el Festival Internacional de Cine
de Mujeres de Barcelona (2003)- nos acerca al trabajo y la vida diaria
de uno de los pensadores más visionarios e influyentes del siglo
XX: el brillante e iconoclasta filósofo francés Jacques
Derrida.
A lo largo de la casi hora y media que dura el film,
se alternan las escenas en las que el autor de Márgenes de la
filosofía aparece en distintos momentos de su cotidianidad
(desayunando, escuchando la radio, hablando por teléfono, cocinando,
recibiendo la visita de unos amigos,...) con varias sesiones de entrevistas
en las que reflexiona sobre diversas cuestiones filosóficas y políticas:
la noción de perdón puro, el narcisismo, la mirada de el
otro, la estructura patriarcal de la filosofía clásica,
la diferencia entre el concepto de futuro y el de porvenir, el antisemitismo,
la profunda artificiosidad del discurso documental,... En estas sesiones
de entrevistas, Derrida también aborda asuntos personales como
la relación que ha mantenido con su familia (sobre todo, con su
hermana y su madre), sus recuerdos de la infancia o la evocación
del día que conoció a su esposa. Además, en distintos
momentos del documental, Kirby Dick y Army Ziering introducen referencias
metalingüísticas (con imágenes que muestran el proceso
de grabación o al mismo Derrida mirando algunas secuencias de la
película), así como una serie de escenas incidentales en
las que una voz en off lee textos del filósofo francés extraídos
de obras como Dissemination (1981), The ear of the other
(1985), In memoriam: for Paul de Man (1986), Circonfession
(1991), Points (1992), Archive fever (1995) o The gift
of death (1995).
En una conferencia que aparece al principio de film,
Derrida recuerda una frase de Heidegger en la que señalaba que
la biografía de un filósofo debería limitarse a decir
que "nació, pensó y murió (...); lo demás
es anécdota". Aunque la comprende, el autor de La escritura
y la diferencia no asume plenamente esa afirmación, y recuerda
que los análisis deconstructivistas intentan descubrir y exponer
la existencia de un sujeto de la enunciación -individual o colectivo-
en cualquier discurso, por aparentemente neutro que sea. Evidentemente
todos los filósofos tienen una biografía ("¿cómo
podría no tenerla?"), pero la cuestión es si hay que
publicarla, si hay que dejar que su vida se haga pública y sea
interpretada. Hay que tener en cuenta que en los últimos años,
Derrida ha intentado asumir (no sin esfuerzo) la dimensión pública
del personaje que representa, y decisiones como aceptar la grabación
de este documental le han permitido romper la resistencia que mantuvo
durante mucho tiempo a que se difundieran imágenes y grabaciones
suyas.