Desde
la antigua Grecia hasta el mundo del siglo XXI, las narrativas dominantes
han formulado y configurado el imaginario simbólico y el discurso moral
e identitario de los pueblos. En la sociedad de la información y de
la revolución cibernética, las nuevas narrativas dominantes están moldeadas
por los medios y soportes digitales que se utilizan durante todo el
circuito de elaboración, distribución y recepción de los mensajes. Para
tener capacidad de leer y escribir en esos nuevos medios, es necesario
poner en marcha un proceso de alfabetización específico (una media
alfabetización) que nos permita interpretar y, en última instancia,
transformar, la compleja realidad que habitamos y vivimos. Celebrado
entre el 8 y el 12 de marzo de 2004 en el Aula del Rectorado de la Universidad
Internacional de Andalucía (UNIA) y dirigido por Fran Ilich, Remezclando
la realidad con los narrative media presentó una serie de proyectos
narrativos que se acercan desde diversos planteamientos críticos y enfoques
metodológicos a la compleja realidad contemporánea.
En la primera sesión de Remezclando la realidad
con los narrative media, el traductor y cineasta Julián Boal
analizó el contexto histórico, político y cultural
que dio origen al Teatro del Oprimido durante los años 60, así
como su expansión en las dos décadas posteriores en Francia
y su situación en la actualidad, con decenas de grupos repartidos
por diversos puntos del planeta que se declaran herederos de este método.
A juicio de Julián Boal, su expansión y diversificación
ha conducido a una frecuente desactivación de su potencial subversivo
y emancipador, dándose el caso de proyectos que aplican las técnicas
y planteamientos del Teatro del Oprimido para mejorar la rentabilidad
de ciertas empresas o con fines meramente terapeúticos.
En la segunda sesión de Remezclando la realidad
con los narrative media, Andrea Zapp, editora del libro Networked
Narrative Environments as imaginary spaces of being, presentó
tres de las propuestas de narrativa digital que ha realizado durante los
últimos años. A body of water (1999), una instalación
interactiva que llevó a cabo en la región industrial alemana
de Rhur -que por aquel entonces estaban sufriendo un profundo proceso
de reconversión- donde, entre otras cosas, se emitían imágenes
de empleados de las minas sobre cortinas de agua. Little Sister. A
24 hr online surveillance soap (2000), su particular construcción
de un experimento de tele-realidad y tele-vigilancia mediante la utilización
de una serie de web-cams repartidas por distintos puntos del planeta.
Y The Imaginary Hotel (2002-2004) que a través de Internet
permite a los navegantes re-decorar la habitación de un hotel,
y después proyectar esas intervenciones en espacios reales.
Creadora de The Bit Screen, el primer sitio web
de películas realizadas explícitamente para Internet, Nora
Barry comenzó a trabajar en la Red con la intención de desarrollar
una propuesta narrativa en torno a las peculiaridades del proceso de contar
historias en los nuevos medios digitales. Con experiencia previa en el
campo audiovisual -fue guionista y productora de un programa infantil
de televisión-, a mediados de la década de los 90 Nora Barry
empezó a intuir las numerosas posibilidades creativas que brindaba
este nuevo soporte tecnológico. En la tercera sesión de Remezclando la realidad
con los narrative media, la autora estadounidense asemejó la
estructura narrativa de las Mil y una noches con uno de los funcionamientos
potenciales de Internet. "El hilo conductor de las Mil y una noches,
recordó, es la historia de una joven princesa que consigue evitar
su muerte al mantener activado el interés de su marido -un cruel
sultán despechado que tiene la costumbre de asesinar a sus esposas
el día después de casarse con ellas- contándole cada
noche una historia diferente". Con sus proyectos online, Nora Barry
-presidenta de la red de páginas webs sobre cine Druid Media (http://www.druidmedia.com)-
pretende crear una especie de marco narrativo general que, al modo del
argumento transversal de las Mil y una noches, aloje y conecte
múltiples micro-historias que van sucediéndose unas a otras.
Autoejerciendo de crítica de su propia obra, Olia
Lialina distinguió durante su intervención en la cuarta
sesión de Remezclando la realidad con los narrative media
tres etapas fundamentales en su producción creativa como net artista.
En un primer momento, sus proyectos de net.art articulaban una serie de
narraciones con una estructura dinámica y abierta que jugaba con
el carácter interactivo del ciberespacio. En una segunda etapa,
re-utilizó las características y herramientas de los navegadores
(barra de direcciones, barra de estado, texto alternativo...) como un
elemento clave de sus narraciones. Y en una tercera fase (en la que sigue
actualmente), está llevando a cabo una recreación salpicada
de ironía (pero también de nostalgia) de los primeros años
de Internet, cuando abundaban las webs personales y amateurs (con
sus toscas animaciones y sus colores chillones) y aún no se había
puesto en marcha el proceso de profesionalización que trajo consigo
la "revolución de las punto.com".
|