siguenos en:

Síguenos en FecebookSíguenos en Twitter

 

Inicio arrow Explicar el mundo a partir de lo ocurrido arrow Segunda sesión (Baeza, 26 de marzo de 2006)
Segunda sesión (Baeza, 26 de marzo de 2006)

Imagen del encuentroEn el debate de la primera sesión del encuentro hubo cuatro cuestiones que se repitieron mucho. A partir de eso, se ha realizado un análisis de cómo se ve el grupo a sí mismo. Las cuatro claves que se han percibido son: estar en la calle; la importancia de la unidad; la necesidad de apertura de canales que creen lazos de relación y colaboración con otros colectivos; y la necesidad de que los discursos se construyan de forma participativa. Las cosas que se valoraban de forma más positiva, siempre habían sido el resultado de un consenso, de la construcción de un discurso común. También se señaló que las dificultades están más a nivel externo que interno. Entre las cosas a reforzar (aspectos que se valoran como negativos), se podrían indicar las siguientes:

- Se percibe un distanciamiento de la sociedad ante la presencia pública. En la sesión anterior se decía que las convocatorias se están debilitando y se aprecia una especie de rechazo o incomodidad social ante algunas de nuestras actividades.
- Se planteó que la razón de este olvido social podía estar en la ausencia de un mensaje concreto que permita al foro explicar por qué hace lo que hace y que este punto débil se podía reforzar si se incorporaban otras experiencias y problemáticas en su discurso. Tomando como ejemplo los dos colectivos que también participan en el encuentro en cuyo discurso universalizan sus reclamaciones.
- Se tiene que profundizar en el aprendizaje y uso de herramientas que permitan trabajar en red (por, ejemplo, la informática).
- Es necesario reforzar la autonomía del foro ante la dependencia de las personas implicadas socialmente en él, ya que se depende de la disponibilidad de determinados miembros y eso puede ser un problema en determinados momentos.

Se acordó que en próximas reuniones se analicen más detenidamente los puntos que es necesario que trabaje todo el grupo y cuáles se pueden ir delegando en grupos más pequeños y operativos. Eso es una forma de crecer y de hacer el foro más fuerte e independiente.

Se analizó que el grupo también tiene muchos puntos fuertes:

Valoración de la situación actual del grupo- A pesar de todas las dificultades que se han tenido que superar, las ganas de estar en la calle aún se conservan. Una de las cosas que quedó más clara en la sesión del día anterior son las ganas de trabajar, de estar juntos, de construir, de crecer como grupo.
- Otra cosa que se valoró de forma muy positiva es que se percibe al grupo como un espacio de autonomía e independencia que ha logrado resistir numerosos intentos de manipulación e instrumentalización. La Red Ciudadana tras el 11M sigue siendo, a día de hoy, un espacio incorruptible y apartidario.
- El foro, además de servir para plantear reivindicaciones y luchas, es un "espacio de cuidados". Se han creado unos vínculos afectivos muy fuertes y se percibe el foro como una familia, como un entorno en el que sus integrantes se sienten sentimos queridos y cuidados. Esto es algo muy importante que no se consigue en todos los grupos. De hecho, no se consigue en casi ningún grupo.
- Capacidad de crecimiento. Hay muchas ganas de aprender y de crecer. Pero para seguir haciéndolo el grupo tiene que asumir que es un proceso largo y complejo.
- Algo muy interesante que se puede deducir de las distintas intervenciones es que, por lo general, todos los miembros del grupo tienen una interpretación y valoración muy parecida sobre la trayectoria del foro. Eso supone que hay una unidad, que la gente se siente dentro de un proceso de construcción colectiva.


PROPUESTAS DE LÍNEAS DE TRABAJO

De varias intervenciones salieron varias vías de trabajo posibles:

- Creación de un boletín en el que expresar las ideas y reivindicaciones del foro, así como difundir las actividades del grupo a un espectro más amplio de ciudadanos.
- Creación de una página web.
- Elaboración de un documento en el que se explique que es la Red Ciudadana tras el 11M, quienes la forman y qué es lo que se pide. Y posteriormente difundirlo en la mayor cantidad de espacios posibles.
- Tratar de reunir la mayor cantidad de gente posible en las concentraciones en el "Bosque del recuerdo" contactando con la gente que ha participado en otras ocasiones en las actividades del foro.
- Intentar transmitir a la sociedad que esta vez nos ha tocado a nosotros, pero que todo el mundo puede ser víctima directa en otra ocasión. Es decir, que todos los ciudadanos somos víctimas potenciales del terrorismo. Volver a utilizar la consigna "todos íbamos en esos trenes".


EXPERIENCIAS DE OTROS COLECTIVOS

En un intento por abrir lazos desde el grupo de la Red Ciudadana tras el 11M y compartir experiencias para positivar la desvictimización activa de sus miembros, se invitó a compartir el encuentro a representantes de dos grupos de victimas: victimas del incendio en la discoteca República Cromañón, ocurrido en Buenos Aires el 30 de Diciembre de 2004 donde murieron 194 personas y hubo cientos de heridos, y también, a la experiencia del grupo Peaceful Tomorrows (Mañana en paz) que reúne a familiares de victimas del 11-S transmitida por un integrante del foro cuyo contacto en muy directo con este colectivo.

Para dar a conocer estas dos experiencias se hicieron unas exposiciones por parte de los representantes de estos grupos, y que se transcriben a continuación.

PEACEFUL TOMORROWS (MAÑANA EN PAZ)

Juan Gutiérrez, de Peaceful Tomorrows (Mañana en paz)Juan Gutiérrez. Mañana en paz es un colectivo que reúne a familiares de víctimas del 11S (donde murieron cerca de 3.000 personas). Lo que les unió no fue el trauma, la pérdida y el horror, sino la respuesta que daban a eso. Una respuesta que se caracterizaba por dos cosas. Por un lado, partía de que en el momento de la tragedia se sintieron abrazados por la sociedad (algo que también percibieron los afectados del 11M). Es decir, para ellos, el recuerdo del horror siempre ha estado ligado a la evocación del abrazo que recibieron de sus conciudadanos. Por otro lado, su respuesta ha tratado de mostrar el absurdo de responder al horror con otro horror, movilizándose en contra de las guerras en Afganistán e Irak. Esto es, les unió el "no a la guerra". Un no a la guerra en nombre de mi hija, de mi marido, de mi hermano... Ellos se definen como personas que quieren transformar su dolor y su pérdida en acción por la paz. Una acción que se traduce en una consigna muy concreta y contundente: "no a la guerra".

Ellos sienten que tienen mucha fuerza, que su voz tiene capacidad de influir en la sociedad. Es una voz que no deja indiferente, que provoca reacciones encontradas. Su objetivo es "desenjaularse", comprometerse con luchas que intentan que a nadie más le suceda lo que les ha pasado a ellos. En este sentido buscan conexiones con el "otro". Una de sus primeras iniciativas ha sido contactar con familiares de fallecidos en Irak y Afganistán. Es decir, con los del otro lado, con los que la administración Bush considera los enemigos del pueblo estadounidense. /p>

Así, pocos meses después de comenzar el ataque a Afganistán ellos estaban allí para intentar hermanarse con las víctimas de lo que podría considerarse el "otro bando". Tratan de hermanarse con todas las víctimas, más allá de la actitud que éstas tengan, aunque lógicamente establecen una relación más estrecha con aquellas que identifican la lucha por la paz (y no la venganza) como su principal objetivo. Con todas las víctimas comparten el horror y el hecho de haber sobrevivido a ese horror; pero con éstas últimas también comparten el compromiso por la paz.

Un ejemplo de su forma de funcionar. En Afganistán se encontraron con una mujer que había perdido a toda su familia (hay que tener en cuenta que allí las familias son muy numerosas). Ella se había salvado porque en el momento en el que las tropas norteamericanas bombardearon su casa, estaba visitando a unos vecinos. Esta mujer consiguió que una amiga le tradujera al inglés una especie de carta donde contaba su tragedia y reclamaba justicia. Los representantes de Mañana en paz consiguieron que pudiese contar su historia en una rueda de prensa que convocaron en la Embajada de EE.UU. en Kabul. Posteriormente, la han invitado a dar charlas en varias ciudades norteamericanas.

A mi me gusta decir que ellos se "desenjaulan". Es decir, que no sólo vencen su horror, sino que intentan comprender el horror del otro, incluso buscando cosas que a ellos no les ha pasado. Por ejemplo. Les acompañé a Guatemala donde estuve viendo la exhumación de los habitantes de un pueblo maya que habían sido asesinados hace veinte años por un grupo que ellos llaman los "patrulleros". Asistiendo a la exhumación estaba una mujer cuyo hijo fue asesinado cinco días antes de casarse. Nos dijo que había tenido que cambiar la preparación de la boda por la preparación de un funeral y que ella había vivido dos horrores: el horror de perder a un hijo; y el horror de no haber tenido acceso al cadáver para poder enterrarlo. Pero esta mujer ha vivido además un tercer horror: que no se le haya reconocido como víctima.

Vinculado al grupo Mañana en Paz hay un argentino -que trabaja en un barrio marginal de la periferia de Buenos Aires- que asegura que la riqueza del "Occidente omnipotente" también está matando. Es decir, a su juicio, las víctimas del hambre también deberían considerarse como víctimas del terrorismo. De un terrorismo de Estado y/o de Mercado.

Otra persona relacionada con la red que está tendiendo Mañana en Paz es un sacerdote católico de Sudáfrica que perdió las manos y un ojo por una carta bomba que le enviaron. Este sacerdote (que también se auto-define como víctima del terrorismo de Estado) escribió una poesía en la que exclamaba que ya era hora de decir "basta": "basta de estar acostumbrados a generar muertes" en el Tercer Mundo por culpa del hambre y de la pobreza. Muertes que se pueden evitar y que son igual de injustas e indiscriminadas que las que provocan los atentados.

Página web de Peaceful Tomorrows (Mañana en paz)Peaceful tomorrows (Mañana en Paz), que asistió al tercer Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo (celebrado el pasado mes de febrero en Valencia), tiene un objetivo tan amplio como claro. Ellos quieren construir un mundo en el que haya más paz y más convivencia. Es decir, un mundo mejor, más justo. Entre otras cosas organizan acciones con las que intentan juntar a todos los que -directa o indirectamente- se sintieron afectados por los atentados del 11S a través de la creación de lo que ellos llaman un "círculo de esperanza". Esto es, rodear el perímetro de la Zona Cero de Nueva York con velas encendidas. Porque, para ellos, el fuego es símbolo del horror que sufrieron, pero también de luz y esperanza. Lo que quieren es llevar esperanza en su mensaje y no sólo recordar el horror sufrido, sino también el arte y el valor de seguir viviendo.

Si alguien tiene más interés por la filosofía y las actividades de este grupo puede acceder a su web (http://www.peacefultomorrows.org/; sólo está en inglés) o hacerse con un ejemplar del libro Mañana en paz, de David Potorti (que está editado en España por la editorial Icaria).

DISCOTECA REPÚBLICA CROMAÑÓN. GRUPO MEMORIA Y JUSTICIA POR LOS PIBES ("PASO")

Diego Rozengardt. El 28, 29 y 30 de diciembre de 2004, el grupo Callejeros -una banda de rock medianamente conocida en Argentina- actuó en la discoteca República Cromañón de Buenos Aires. El día del último concierto, alguien del público lanzó un fuego de artificio que prendió en el techo de la discoteca que comenzó a incendiarse. Pero el problema no fue el fuego, sino el humo tóxico que el techo comenzó a desprender. Un humo que provocó que la gente quedase atontada y se desmayase.

Diego Rozengardt, del Grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso")En la discoteca había cuatro o cinco veces más cantidad de público de la que legalmente podía albergar: su capacidad era de 1.000 personas y, según los cálculos que se han hecho, había más de 4.000. A su vez, tenía una sola puerta de emergencia que, además, se abría para adentro. Así, cuando se inició el incendio y mucha de la gente que había en la discoteca fue hacia la puerta, se encontró que estaba cerrada con candado por su parte exterior. A todo esta serie de irregularidades, habría que añadir la pésima gestión de las autoridades en la organización de las tareas de rescate y salvamento: tardaron mucho en llegar, enviaron a todos los heridos al mismo hospital (que se saturó)... De hecho, se calcula que el 40% de las personas que fallecieron fue por rescatar a otros que estaban dentro. Esa mala gestión es responsabilidad del Alcalde.

El pulso de la investigación determinó que el local incumplía numerosas normas de seguridad y que nunca se le debía haber concedido autorización para estar abierto al público. Se supo, por ejemplo, que la Policía permitía el exceso de público porque algunos agentes cobraban cierta cantidad de dinero por la gente de más que entraba (parece que cien pesos por cada quinientas personas). Es decir, que antes del suceso la Policía sabía perfectamente cuánta gente accedía de más al recinto. Y eso responde a una lógica corrupta del sistema en la que participan tanto empresarios como políticos y fuerzas de seguridad.

Tras el incendio, desde algunos sectores mediáticos se comenzó a transmitir la idea de que no había sido más que un desgraciado accidente, obviando datos fundamentales como el exceso de público, el mal estado de las instalaciones, la falta de puertas de emergencia o la negligencia y corrupción de ciertos responsables políticos y policiales... Gran parte de lo que pasó era evitable y, por tanto, no puede considerarse un accidente. Hubo una cadena de omisiones y decisiones que hizo posible que ocurriera lo que sucedió. Y en esa cadena había responsabilidades públicas. Tampoco aceptábamos que se le llamara tragedia. En todo caso era una tragedia individual (para cada una de las familias), pero, a nivel colectivo, fue una especie de homicidio. Una masacre.

Posteriormente, desde ciertos medios de comunicación, se intentó culpar a las propias víctimas de lo que les había pasado. La lógica perversa en la que se basaba esa acusación era la siguiente: los chicos que habían ido al concierto eran unos drogadictos y borrachos irresponsables que habían causado el incendio por encender unas bengalas en un lugar en el que estaba prohibido hacerlo. Lo terrible no era sólo que mentían con esa generalización, sino que utilizaran ese argumento para deslegitimarles como víctimas. Después, incluso se culpó a los familiares, acusándoles de irresponsables por haber dejado ir a sus hijos y/o hermanos a un "boliche" que estaba en tan malas condiciones.

En general, la prensa, en un primer momento, tuvo una reacción muy amarillista y morbosa y, después, se plegó al poder político, dejando que los representantes gubernamentales fueran los que tuvieran más protagonismo. En su primera comparecencia pública, el Alcalde (Aníbal Ibarra) mostró un apoyo explícito a los dueños de las discotecas, como si ellos hubiesen sido las principales víctimas de este suceso. Después nos ofreció "plata" para que no pidiésemos responsabilidades políticas. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo dar dinero para permitir que supervivientes y familiares de víctimas puedan salir adelante, que ofrecer "plata" a cambio de que no se implique a las administraciones públicas en el proceso judicial. Y esto último era lo que pretendía el Alcalde.

La primera concentración que organizamos los familiares de las víctimas de Cromañón fue brutalmente reprimida por la Policía (que, lógicamente, seguía órdenes de las autoridades que le tienen terror a ver gente en la calle, pues saben que, en realidad, el poder lo tienen los ciudadanos).

Desde muy pronto se intentó poner en marcha un despliegue iconográfico y simbólico para recordar a las víctimas del 30-D, creando, por ejemplo, camisetas, chapas o carteles con sus fotografías. A mi me llama la atención que hayáis logrado que se os reconozca como víctimas. A nosotros se nos sigue considerando como "familiares de las víctimas".

Enseguida, los familiares comenzamos a organizarnos para gestionar tanto nuestra rabia política como nuestras acciones judiciales. En un primer momento, hubo un intento de la derecha de instrumentalizar nuestra lucha con la única intención de "voltear" al alcalde de Buenos Aires (que era, al menos nominalmente, progresista) y tomar ellos el poder institucional. Conseguimos neutralizar esta iniciativa y alejarnos públicamente de su discurso reaccionario que utilizaba este suceso para intentar imponer más mano dura y más medidas represivas. También determinados partidos de izquierda se sumaron a nuestras movilizaciones, intentando acaparar un protagonismo que no les correspondía. Pero ni unos ni otros lograron acabar con nuestra independencia partidista.

Uno de los primeros actos que se decidió realizar fue una marcha todos los jueves (que fue el día en que ocurrió la masacre de Cromañón). Una marcha que comenzaba cerca de la discoteca y concluía en la Plaza de Mayo (que es el "lugar de la protesta" para los bonaerenses). Paralelamente, por la cercanía geográfica o por afinidades de otro tipo, se fueron creando grupos más pequeños de familiares. Estos grupos, que tenían un gran valor terapéutico, estaban formados no sólo por familiares de víctimas y supervivientes, sino también por algunos amigos de la causa (psicólogos y gente que se había sentido "tocada" por este acontecimiento). A mi juicio, esta gente es absolutamente indispensable.

A diferencia de las asociaciones de afectados del 11M, esto grupos pequeños tienen un funcionamiento muy informal: carecen de una estructura organizativa clara, no tienen una Junta Directiva, en las reuniones se discute todo sin ningún tipo de orden... Todo esto puede resultar muy agotador (a veces se habla de un detalle mínimo durante tres horas), pero, al mismo tiempo, creo que este funcionamiento espontáneo y horizontal es lo que posibilita que estos grupos sigan estando tan activos.

Diego Rozengardt, del Grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso")Transcurrido un tiempo se decidió sustituir las marchas semanales por marchas mensuales que se celebran los días 30 de cada mes (salvo, lógicamente, en febrero que se pasa al 28 de dicho mes o al 1 de marzo). Poco a poco se fueron creando lazos entre los distintos grupos que se habían formado y desde mediados de marzo de 2005 se celebra todos los sábados una asamblea que permite articular de forma conjunta todas las acciones. Para la marcha que conmemoraba los seis meses de la masacre se propuso elaborar un documento que, como el texto que leyó Pilar Manjón en la Comisión parlamentaria sobre el 11M, expresara el sentimiento común de todos los afectados. Este hecho fue muy importante pues permitió que reconociéramos que la articulación de los distintos grupos era algo fundamental para organizar la lucha. A partir de entonces, todos los meses se elabora un documento consensuado -unos más generales y otros más coyunturales- que se presenta en las marchas que celebramos cada día treinta.

Entre las acciones que hemos llevado a cabo (y que, de algún modo, han ayudado a nuestra cohesión) hay tanto actividades que tienen que ver con la lucha y la movilización (marchas...) como otras cuyo principal objetivo es la construcción de un espacio de memoria, de debate y reflexión (desde la creación de murales en plazas públicas hasta la organización de recitales o muestras de fotografías, pasando por la iniciativa de plantar un árbol por cada uno de los chicos fallecidos). También estamos tratando de poner en marcha un movimiento anti-impunidad que parte de la convicción de que sucesos trágicos aparentemente muy distintos (como un atentado terrorista o un incendio en una discoteca) son, en realidad, consecuencia de una lógica muy similar. Y es esta lógica la que hay que combatir. Es decir, el objetivo de nuestra lucha no es sólo pedir responsabilidades penales y políticas por lo que ocurrió en la discoteca Cromañón, sino también denunciar la dinámica de corrupción que hace posible este tipo de tragedias.

Otra cosa que nos aunó fue articular consignas que nos representaran a todos. Por ejemplo, "República Argentina es República Cromañón", porque la lógica de corrupción y cicatería que posibilitó la masacre del 30-D no es algo aislado y puntual, sino que está arraigada profundamente en la sociedad argentina. Cromañón, se puede decir, es una foto exacerbada de la realidad argentina. Una segunda consigna fue "todos somos sobrevivientes", no sólo porque cualquiera podría haber estado en esa discoteca, sino también porque todos estamos expuestos a esa dinámica de corrupción que nos puede llevar a la muerte. Otras consignas que hemos utilizado han sido "juicio y castigo a todos los responsables" (tanto penales como políticos) o "los derechos humanos se defienden todos los días".

Finalmente quiero reflexionar sobre una serie de cuestiones que me parece necesario tener muy en cuenta. Por un lado sobre la noción de victimización. Creo que es necesario salir del lugar que la sociedad reserva a las víctimas que parece que deben estar todo el día lamentando su pérdida y desligadas de cualquier tipo de reivindicación social y/o política. Esto último es algo que incluso le cuesta asumir a muchos de los miembros de nuestro colectivo que dicen que ellos son "apolíticos" y que sólo están implicados en esta lucha por su hijo. Pero realmente estamos haciendo algo político. Político en términos de participación ciudadana, no como algo partidista. Para salir de esa victimización hay que adoptar una actitud activa, hacer cosas en la calle. Por otro lado, creo que el caso Cromañón ha demostrado que las responsabilidades están siempre encadenadas, que no tiene sentido echarle toda la culpa a un sólo responsable (a modo de chivo expiatorio).

A su vez, el caso Cromañón ha sido muy emblemático en Argentina porque en este país, los poderosos (ya sean políticos, empresarios, policías, militares...) suelen quedar impunes de los abusos e injusticias que cometen (incluso, a veces logran un cierto ascenso social). Hace trece años, por ejemplo, pasó algo parecido en otro "boliche" (donde murieron trece personas) y a los responsables de esa masacre no les ha ocurrido nada porque su causa judicial prescribió. Por eso, nosotros pensamos que el objetivo de exigir responsabilidades penales y políticas por el incendio de la discoteca Cromañón no es sólo que se juzgue y castigue a los culpables, sino también luchar contra la impunidad que hace posible que sucedan tragedias como ésta. Por ello, el objetivo final de este colectivo no es que se castigue -penal o políticamente- a todos los responsables de la masacre, sino que se acabe la impunidad en Argentina. Y para ello, también hay que luchar contra la impunidad cotidiana que permite que se cometan abusos sistemáticamente sin que se haga nada.

Ivana Molinari, del Grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso")Ivana Molinari. Yo voy a intentar analizar las diferencias y semejanzas que existen entre ambas experiencias. Pero en primer lugar, quiero subrayar que creo que es muy importante intentar buscar puntos en común, aunque sean muy generales, entre los miembros de las distintas asociaciones de afectados por los atentados del 11M (más allá de sus posibles diferencias ideológicas). Esto es algo, a mi juicio, fundamental, pues cada vez que se muestra desunión, el movimiento se debilita. Ante la sociedad, en general, y ante los medios de comunicación, en particular, tenemos que mostrar que no estamos divididos. Porque en la unión está la fuerza. Tenemos que mostrar nuestro apoyo a todas y cada una de las víctimas, no sólo a las víctimas de un determinado partido o posición política (porque si fuera así, no estaríamos apoyando a las víctimas, sino a la ideología partidaria que representan).

Igual que vosotros, el colectivo de afectados por el incendio de la discoteca Cromañón ha sufrido continuos intentos de manipulación por parte de los medios de comunicación que, entre otras cosas, han llegado a responsabilizar a las propias víctimas y a sus familiares de la tragedia. Incluso inventando cosas como que había una especie de guardería para dejar a los niños más pequeños en el baño de mujeres. Eso es mentira, esa "guardería" no existió nunca, pero algunos medios lo utilizaron para desacreditar a los padres y, de algún modo, justificar lo que pasó. Hay que salir a desmentir todas esas calumnias, aunque cueste mucho trabajo hacerlo.

A su vez, creo que para difundir tus ideas y sentimientos, hay que adoptar una actitud activa. Crear tus propios medios de comunicación (por ejemplo un boletín o una página web), recurrir a la prensa alternativa o a los medios extranjeros (que siempre van a tener una actitud más distanciada, menos influida por los intereses de los grupos locales de poder). Hay que tener en cuenta que los grandes medios de comunicación nunca han publicado íntegramente los documentos consensuados que hemos ido elaborando. Sólo han extraído los fragmentos que les interesaban.

Por otro lado, bajo mi punto de vista, también es esencial que los portavoces y representantes de los afectados no sean siempre los mismos, así como que las víctimas dejen de ser un número (son personas con nombres y apellidos, con una vida concreta que le ha sido arrebatada). Con las consignas, siempre intentamos que la población asumiera que todos éramos víctimas potenciales de la corrupción y que, por tanto, todos éramos supervivientes. Esa consigna se puede trasladar perfectamente a la realidad española, pues, como se decía en las primeras manifestaciones tras los atentados del 11M, cualquier podría haber viajado en los trenes de la muerte.

También en nuestro caso, como ha comentado Diego Rozengardt, hemos tenido que sortear muchos intentos de instrumentalizar políticamente nuestra lucha. Ha habido un padre que estaba en la lista de un partido político de izquierda (en el que ya militaba antes del 30-D) y algunos medios empezaron a decir que todos estábamos vinculados a grupos de extrema izquierda y anti-sistema y que lo único que queríamos era derrocar al gobierno. Nos han llamado de todo: comunistas, anarquistas, incluso golpistas (porque, según algunos medios, al tratar de destituir al alcalde de Buenos Aires, demostrábamos que nuestro objetivo fundamental era desestabilizar a las instituciones).

Uno de los grandes peligros del caso Cromañón es que, al haber tantas responsabilidades intermedias (materiales, políticas, policiales...), es muy difícil llegar a saber quiénes son los principales culpables de la muerte de 194 personas aquel terrible 30 de diciembre de 2004. Hay que tener en cuenta que, a día de hoy, todavía no se sabe quiénes eran los verdaderos dueños de la discoteca. Esto demuestra que no hay sólo responsabilidad (tanto política como penal) por la dejación y corrupción administrativa que impide que se controlen adecuadamente las condiciones de higiene y de seguridad de las discotecas y otros locales de ocio, sino también por la falta de mecanismos jurídicos y policiales que permitan detectar (y penalizar) las oscuras operaciones empresariales y financieras que hay detrás de estos negocios.

Siguen existiendo muchas incógnitas sin resolver en la investigación y, desde luego, los veinticinco procesados que hay por el momento no son los únicos culpables. Por ello tenemos que pedir que se continúe investigando y que se llegue hasta el final (cueste lo que cueste y caiga quien caiga). Porque lo único que está claro es que nada está claro. De algún modo, esto también se puede extrapolar a la investigación sobre los atentados del 11M. Hay que exigir que se siga investigando hasta que se sepa todo lo que ocurrió. Aunque para ello haya que insistir una y otra vez que esa reclamación está absolutamente al margen de cualquier interés partidista.

Como ha comentado Diego, nosotros también intentamos conectar con otros colectivos de víctimas que existen en Argentina. Por ejemplo, las llamadas "víctimas de gatillo fácil" (gente que ha recibido disparos de las fuerzas de seguridad por causas nunca justificadas) o con familiares de desaparecidos en el atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires que tuvo lugar el 17 marzo de 1992. Todos somos víctimas, pero, ¿qué es lo que nos une?: la lucha contra la impunidad y la reivindicación de transparencia y justicia. Hay que unir causas para ampliar el sentido de nuestra lucha y conseguir implicar a la mayor cantidad de gente posible.

Ivana Molinari y Diego Rozengardt, del Grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso")Diego Rozengardt. En pos de la unidad, hay cosas en las que todos tenemos que ceder. Entre nosotros, ha habido ciertas discrepancias en varios asuntos, por ejemplo, en relación a la responsabilidad de la banda de rock Los Callejeros. En cualquier caso, el hecho de que haya muchos grupos no implica que estemos muy divididos. Por el contrario, gracias a que existe esta estructuración en pequeños grupos, puede funcionar con cierta eficacia el espacio de coordinación o de articulación que hemos montado. Bajo mi punto de vista, el logro en colectivos como el nuestro (formado por gente que procede de ámbitos y experiencias muy diferentes) está en aceptar las diferencias. Creo que sólo partiendo de la diferencia se pueden llegar a encontrar puntos en común (y no al revés).

Por otro lado, me parece que es necesario pensar en los distintos tipos de responsabilidades que hay detrás de casos como la masacre en la discoteca República Cromañón o los atentados del 11M en Madrid. No sólo hay que detectar y castigar la responsabilidad penal (que, a veces, es muy difícil de demostrar), sino también la responsabilidad política e incluso social y moral. Esto quizás requiere una reflexión teórica más profunda que la que podemos llevar a cabo en este encuentro, pero considero que es muy necesario que la tengamos en cuenta.


ANÁLISIS DE RELACIONES ENTRE LAS DIFERENTES EXPERIENCIAS

Tras las exposiciones de las dos experiencias externas al foro, surgió un debate donde los integrantes del foro exponían diferentes ideas o pensamientos sobre lo que acababan de escuchar. Algunas de las mismas versaban sobre la similitud de sentimientos, la respuesta a la instrumentalización político-partidaria, el papel de los integrantes solidarios, la diferencia de respuesta estatal y la repercusión de la misma en el proceso personal de cada victima, etc.

Sirvan como ejemplo algunas de ellas:

"Análisis de relaciones entre las diferentes experienciasA partir de lo que habéis contado, lo que yo deduzco es que tenemos que generar un discurso que nos permita sacar a la gente de donde está metida para que actúe."

"A mí lo que me parece es que aquí nos lo han puesto tan fácil que somos como canarios en una jaula, con agua y comida suficiente pero sin libertad. Han anulado nuestra capacidad de decisión. Pero creo que ha llegado el momento de romper la puerta de la jaula y salir a cantar fuera. Muchas de las corrupciones y de los abusos de poder de los que han hablado los compañeros del grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso"), aquí también se producen. Quizás de forma más sutil y soterrada, pero se producen. No sólo me refiero al tema del dinero, también a otros mecanismos que han utilizado para desactivar la capacidad de decisión de las víctimas. A mí, por ejemplo, dos meses después de los atentados, me hicieron pasar por un farragoso e incomprensible trámite burocrático por el que firmé un papel (en ese momento lo único que quería era salir de allí lo antes posible) que ahora les permite impedirme que actúe en el juicio como acusación particular."

"Yo creo que tenemos que evitar que nos "compren" y coarten con las ayudas que conceden. A mi, particularmente, ninguna cantidad de dinero puede compensarme por la muerte de mi hijo."

"En primer lugar, quiero comentar que cuando supe que venían nuestros amigos argentinos, lo primero que me pregunté fue ¿qué tiene que ver lo que les ha ocurrido a ellos con lo que nos pasó a nosotros? A priori, me parecía que eran problemas y situaciones muy diferentes. Pero después de escuchar vuestras intervenciones, me habéis iluminado. He comprendido que aunque el origen de ambas experiencias es muy distinto, tenemos muchos puntos en común. Yo, como miembro del foro, os acojo de corazón y pienso que es necesario que mantengamos regularmente un contacto."

"Creo que la gente que se implica en una lucha como esta sin haber tenido una pérdida directa, demuestra una gran generosidad. Y son, por decirlo gráficamente, como padres adoptivos de los fallecidos. Incluso se podría decir que el tiempo que esas personas dedican a la lucha vale más que el que le dedicamos nosotros, pues su implicación es de corazón: lo hacen porque creen que es justa y necesaria (no porque necesiten que se haga justicia con algún ser querido que han perdido)."

"A mi me parece que los partidos políticos tienen que tener una opinión sobre lo que ocurre en la sociedad y comprometerse con las luchas que surgen. Pero ese apoyo no debe traducirse en un intento de instrumentalización. Es decir, una cosa es que participen en las marchas y otra bien distinta es que traten de colocarse en la cabecera con sus pancartas y banderas."

"Admiro vuestra capacidad para independizaros de la política partidista. Espero que nosotros seamos capaces de hacerlo. Me parece muy interesante lo que habéis dicho de la necesidad de cohesión entre los afectados, más allá de posibles diferencias ideológicas."

"Siguiendo con las reflexiones que estábamos realizando, creo que en el caso de los atentados del 11M es necesario exigir que se investigue no sólo quiénes pusieron las bombas, sino también qué fue lo que no funcionó para que eso ocurriera. ¿En qué falló el sistema? Y, a día de hoy, ¿se arreglaron esos fallos o sigue siendo posible que se lleve a cabo un atentado similar? No lo dijeron los que estaban antes y tampoco lo dicen los que están ahora. Hay algo en el sistema que no funciona, más allá del partido político que esté en el poder."

Una muestra de la creación de lazos con estos encuentros donde se comparten experiencias es la petición de los integrantes del grupo Memoria y Justicia por los Pibes ("Paso") para participar en la concentración que la Red Ciudadana tras el 11M realiza cada primer domingo de mes en el "Bosque del recuerdo". Petición que recibió un asentimiento general de todos los integrantes del foro.


PROPUESTAS DE ACCIONES CONCRETAS

Imagen del encuentroDentro del debate que suscitaron las historias de las experiencias de Argentina y EE.UU. y como búsqueda de conclusiones del encuentro, los integrantes del foro comenzaron a evaluar nuevas acciones concretas, nuevas líneas de trabajo inspiradas muchas por la forma de afrontar la actividad política de los grupos argentinos y estadounidense. Estas líneas de acción o debates que se propusieron son:

· Reclamar una revisión responsable y efectiva de la actuación de las asistencias sanitarias.
· Elaborar un documento sencillo para repartirlo en los lugares de reunión de los afectados para intentar que más afectados tomen contacto con el foro y puedan recibir la ayuda que supone pertenecer a un grupo de sus características.
· Abrir canales de comunicación para recibir información sobre las actuaciones judiciales sobre el 11M (abogados, Audiencia Nacional, representantes políticos, etc.).
· Plantear un debate interno para analizar las cosas que están funcionando bien y mal en las distintas asociaciones de afectados.
· Intentar conectar con otros colectivos.
· Abrir vías de colaboración con los inmigrantes y/o extranjeros afectados por los atentados del 11M.

Dentro de todas estas líneas de trabajo estaba muy presente la necesidad y la intención de crecer como grupo, entendiendo ese crecimiento como un fortalecimiento de sus miembros y una apertura hacia otros afectados u otras experiencias de otros colectivos. Quedó claro en todo el proceso del encuentro que los integrantes de la Red Ciudadana tras el 11M han conseguido crecer como grupo terapéutico y de ayuda, y siguen latentes las ganas de crecer como grupo y ayudar a gente externa al grupo. Su proceso en estos dos años ha sido positivo, y tienen ganas de seguir haciéndolo positivo.