siguenos en:

Síguenos en FecebookSíguenos en Twitter

 

Inicio arrow Sobre capital y territorio arrow Resúmenes de Sobre capital y territorio I [2007] arrow Experiencias activismo medio ambiente. Intervención de Burla Negra y la Rede de Acción Socio-Cultural Arredemo: Acción y cultura en el movimiento social gallego
Experiencias activismo medio ambiente. Intervención de Burla Negra y la Rede de Acción Socio-Cultural Arredemo: Acción y cultura en el movimiento social gallego

Carlos Santiago (miembro de Burla Negra y la Rede de Acción Socio-Cultural Arredemo)Tras la catástrofe del Prestige (noviembre de 2002) surgió en Galicia un movimiento ciudadano que propició un fecundo periodo de experimentación en la acción civil que se prolongó durante casi cuatro años, hasta las elecciones autonómicas de junio de 2005. Gracias a las iniciativas de este movimiento -en las que se aunaba la cultura popular, el arte de intervención y las nuevas tecnologías de la comunicación- se consiguió romper una inercia que hacía que la sociedad gallega aceptara resignada una situación de corrupción política e institucional generalizada. "No se puede entender lo que ocurrió", señaló Carlos Santiago, miembro del colectivo Burla Negra, "sin tener en cuenta las connotaciones simbólicas y culturales de esta movilización" que consiguió acabar con lo que muchos gallegos percibían como una especie de "maldición bíblica": la perpetuación de la derecha en el poder del gobierno autonómico1, con un incombustible Manuel Fraga, antiguo ministro de Franco, al frente.

Pero, ¿por qué esta explosión social en Galicia cobró tanta fuerza y consiguió saltar el "muro mediático" levantado por el poder político y económico? Según Carlos Santiago, hubo muchas y muy diversas razones, pero la "gota que colmó el vaso" fue la profunda indignación que provocó la pésima gestión que hizo la Xunta de la catástrofe del Prestige, desatendiendo su deber asistencial (en un primer momento, fueron los ciudadanos los que tuvieron que luchar con sus propios medios contra la expansión de fuel por las costas gallegas) y manipulando toscamente a los medios de comunicación. En este sentido, Santiago recordó que mientras en la televisión autonómica gallega (TVG) se aseguraba que no había peligro de marea negra y que se había evitado "un nuevo Erika"2, los ciudadanos podían comprobar (directamente o a través de las informaciones e imágenes que transmitían los medios no pro-gubernamentales) que una franja cada vez más amplia de la Costa da Morte se llenaba de chapapote.

En ese contexto surgió la Plataforma Ciudadana Nunca Mais (que agrupó a más de 200 entidades de diversa índole, desde organizaciones políticas y sindicales hasta cofradías de pescadores y asociaciones de mariscadores, pasando por ONGs o grupos ecologistas) y el colectivo de acción socio-cultural Burla Negra (integrado por gente del mundo de la cultura y de la comunicación). A pesar de la lluvia, la primera movilización que organizó Nunca Mais reunió en Santiago de Compostela a unas 200.000 personas, convirtiéndose en la manifestación más multitudinaria que se había celebrado hasta entonces en Galicia. "Había una sensación de estar violando el mito que identifica al gallego con la resignación y la pasividad", rememoró Carlos Santiago, "de estar rebelándose contra el dicho Mexan por nós e temos que dicir que chove (Nos mean encima y tenemos que decir que llueve) que se supone que define el espíritu de nuestro pueblo".

Imagen del "museo" de Manfred Gnädinger en la playa de CamelleEn (casi) todas las acciones de Burla Negra se ha recurrido a símbolos, prácticas y objetos vinculados a la cultura popular gallega que, al ser recontextualizados, han adquirido nuevos significados y sentidos. Por ejemplo, se organizó una acción que recuperaba una antigua tradición marinera, el velorio do mar, que consiste en colocar cruces en la costa cuando se produce un naufragio de algún barco de pescadores. Esta acción coincidió con la muerte de Manfred Gnädinger, un anacoreta de origen alemán que vivía en la playa de Camelle donde creó una especie de museo con obras que elaboraba con piedras, conchas y otros objetos que recogía del mar. Con el hundimiento del Prestige, muchas de estas obras quedaron impregnadas de chapapote y Gnädinger entró en una depresión que, entre cosas, le llevó a dejar de tomar un medicamento que impedía que se le coagulara la sangre, lo que, finalmente, provocó (o, al menos, aceleró) su muerte.

Las intervenciones de Burla Negra también han recurrido con frecuencia a la ironía y el humor, elementos muy característicos de la cultura popular gallega cuya importancia se suele minimizar por la centralidad que se la da a la morriña o saudade como rasgo identitario fundamental de este pueblo. Por ejemplo, se recrearon procesiones de Semana Santa en las que las figuras que se "paseaban" no eran santos y personajes bíblicos sino caricaturas de políticos gallegos. En opinión de Carlos Santiago, introduciendo esta perspectiva humorística, se consiguió, por un lado, implicar a sectores de la población que no habrían participado en convocatorias de movilización más convencionales y, por otro lado, ayudar a superar el "trauma colectivo" que la catástrofe del Prestige había provocado.

En aquella época se vivió una situación de excepcionalidad que posibilitó una alianza estratégica entre la movilización social que se había articulado en torno a las acciones de la plataforma Nunca Mais -que aglutinaba a colectivos y personas de registros ideológicos muy diferentes- y las fuerzas políticas parlamentarias de izquierda (Bloque Nacionalista Galego-BNG y Partido dos Socialistas de Galicia-PSOE) que en ese momento estaban en la oposición. Hay que tener en cuenta que en una primera fase, estos partidos políticos colaboraron con Nunca Mais sin exigir contraprestaciones, ya fuera participando visiblemente en sus iniciativas (BNG) o apoyándolas de forma indirecta (PSG). Pero pasado el periodo de shock institucional y emocional que se vivió durante las semanas posteriores al hundimiento del Prestige, intentaron rentabilizar electoralmente la movilización social. "Se precipitaron y la estrategia no les salió bien", recordó Carlos Santiago, "pues aunque en las elecciones municipales de mayo de 2003 el PP perdió apoyo a nivel global, siguió siendo la formación más votada y supo vender muy bien algunos de sus logros parciales (como volver a obtener mayoría absoluta -con casi el 50% de los sufragios emitidos- en Muxía, una de las localidades más afectadas por el chapapote)".

Tras estas elecciones, el movimiento social gallego inició un proceso de reflexión para analizar el modo de aprovechar el potencial humano, cultural y político que había emergido con las movilizaciones por el desastre del Prestige. Con este objetivo se organizó el "foro negro de la cultura" del que surgió la idea de montar una red que posibilitara una mayor y mejor difusión de las distintas iniciativas activistas que se desarrollaran en Galicia, dotando a los colectivos antagonistas de un espacio contrainformativo que les permitiera dar a conocer sus denuncias y propuestas. Se puso así en marcha la Rede de Acción Socio-Cultural Arredemo que, entre otras cosas, ha dado cobertura informativa a las acciones de protesta que se han llevado a cabo contra el vertido de residuos que realiza una Celulosa de la compañía Ence en la ría de Pontevedra (una zona muy rica en mariscos) desde hace varias décadas; ha apoyado una iniciativa legislativa para la "protección, la conservación y la mejora de los ríos gallegos"; o ha servido de plataforma mediática para denunciar las razones culturales, políticas y económicas que explican la gran virulencia que tuvieron los incendios forestales que se produjeron en Galicia en agosto de 2006 (incendios que arrasaron más de 77.000hectáreas, según datos de la propia Xunta).

Una de las iniciativas más emblemáticas que ha impulsado Arredemo ha sido Hai que botarlos, un proyecto audiovisual bajo licencia copyleft realizado para las elecciones autonómicas de junio de 2005 que incluía 25 cortometrajes en los que se ofrecía una "visión crítica de la situación social, política, cultural y económica de Galicia". La película fue vista por centenares de miles de personas, no sólo en Galicia, sino también en otras comunidades autónomas del Estado español y en países como Argentina o Venezuela (donde hay numerosos inmigrantes gallegos). Uno de los mayores aciertos de este filme fue, según Carlos Santiago, su título (aunque hubo ciertos sectores que lo criticaron por considerarlo "demasiado agresivo") que, por un lado, jugaba con la confusión entre las palabras "votar" y "botar" -que en lengua gallega significa echar fuera, expulsar- y, por otro lado, hacía referencia a la tendencia del gallego a expresar de forma impersonal sus ideas y deseos recurriendo a frases que se inician con la fórmula "hay que" o "habría que". "El objetivo de la película", quiso aclarar Santiago, "no era pedir el voto para ningún partido político concreto, sino movilizar a la ciudadanía para que no se abstuviera y posibilitara que los responsables de una forma de entender la gestión pública, que había hecho que la corrupción política se percibiera como algo inevitable, volviesen a salir elegidos".

Ese objetivo se consiguió y tras quince años consecutivos al frente del gobierno de la Xunta de Galicia, el Partido Popular pasó a la oposición. Con la llegada al poder de PSdeG-PSOE y BNG se ha producido un proceso de despolitización de la sociedad gallega y ha decaído de forma notable la movilización ciudadana, desactivándose las redes sociales que se habían tejido desde las primeras protestas por la gestión de la catástrofe del Prestige hasta las elecciones de junio de 2005. Carlos Santiago es consciente de que esto es algo que suele ocurrir, pues este tipo de movilizaciones no se puede prolongar de forma indefinida y va perdiendo intensidad con el paso del tiempo. "En cualquier caso", concluyó, "más allá de sus logros políticos concretos, lo más importante de la movilización social que se ha llevado a cabo en Galicia durante los últimos años es que ha permitido desmontar ciertos mitos y estereotipos que paralizaban a la sociedad gallega y que ha posibilitado que muchos ciudadanos adopten una actitud crítica ante los medios de comunicación y comprendan que la globalización capitalista3 puede tener efectos muy negativos en sus vidas y en la vida de los territorios en los que habitan".

 

___________
1.- Hay que tener en cuenta que desde que se creó la Xunta de Galicia (1978) hasta las elecciones autonómicas del 19 de junio de 2005, el gobierno autonómico siempre estuvo controlado por partidos políticos de derecha (Unión de Centro Democrático, Alianza Popular y Partido Popular), excepto entre 1987 y 1990, cuando el socialista Fernando Ignacio González Laxe consiguió la presidencia gracias a una moción de censura en la que contó con el apoyo de Coalición Galega y del Partido Nacionalista Galego.

2.- El Erika era un petrolero de bandera maltesa perteneciente a la multinacional Total-Fina-Elf que en diciembre de 1999 provocó una catástrofe ecológica en forma de marea negra sobre las costas de Bretaña, vertiendo al mar 37.000 toneladas de petróleo.

3.- No hay que olvidar que, como señala Víctor Sampedro Blanco en un artículo publicado en el portal Nodo50, la crisis del Prestige (un petrolero propiedad de un libio que capitaneaba un griego -Apostolus Mangouras-, estaba asegurado por una compañía británica que lo abanderó en las Bahamas y llevaba una carga fletada por una firma gibraltareña vinculada a una corporación petrolera ruso-suiza) fue fruto "de los imperativos del credo neoliberal globalizador: Estado mínimo y, por tanto, disminuido en su capacidad para afrontar los riesgos ecológicos de un mercado en manos de multinacionales, sin legalidad ni responsabilidad social alguna".