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Resúmenes de las intervenciones en el seminario Reilustrar la Ilustración: universalismo, ciudadanía y emancipación (I)

Imagen del seminario "Reilustrar la Ilustración: universalismo, ciudadanía y emancipación (I)"Organizado por UNIA arteypensamiento, Arteleku-Diputación Foral de Gipuzkoa y la revista Archipiélago, el seminario Reilustrar la Ilustración: universalismo, ciudadanía y emancipación (I), que se celebró entre el 22 y el 25 de mayo de 2006 en la sede de La Cartuja de la Universidad Internacional de Andalucía, se inició con la intervención de Carlos Fernández Liria, autor de libros como Volver a pensar o Sin vigilancia y sin castigo. Una discusión con Michel Foucault, quien aseguró que para "reilustrar la Ilustración", lo primero que hay que hacer es asumir que la sociedad en la que vivimos actualmente poco o nada tiene que ver con la república cosmopolita que pretendía construir el proyecto ilustrado. En la segunda sesión del seminario, Cecilia Flachsland, que es profesora en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, contrapuso la figura de Atahualpa Yupanqui con la de Manu Chao. El miércoles 24 de mayo, Marta Malo (investigadora social y militante en las redes sociales de Lavapiés -Madrid- desde hace diez años), Monserrat Galcerán (catedrática de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid) y Franco Ingrassia (que actualmente está vinculado al colectivo autogestionario Planeta X de la ciudad argentina de Rosario) analizaron la posibilidad de pensar en un universalismo construido desde abajo y que se adapte a la experiencia contemporánea. El seminario se cerró con la intervención de Antonio Lafuente, investigador científico en el Instituto de Historia del CSIC, quien subrayó la necesidad de poner en marcha diferentes estrategias de reflexión y acción que permitan crear "estructuras e instituciones" que defiendan que el control sobre los commons (aquellos bienes comunes que son de todos en general y de nadie en particular) de la sociedad contemporánea no esté exclusivamente en manos de científicos y expertos.

Imagen del seminario "Reilustrar la Ilustración: universalismo, ciudadanía y emancipación (I)"Celebrado entre el 22 y el 25 de mayo de 2006 en la sede de La Cartuja de la Universidad Internacional de Andalucía, este seminario ha intentado propiciar un debate público sobre cómo reinventar un nuevo universalismo emancipador que recupere el anhelo de la Ilustración de crear "ciudadanos del mundo" libres e iguales. Entre ese sueño ilustrado que durante los dos últimos siglos han perseguido movimientos democráticos y revolucionarios (desde las internacionales obreras al feminismo, desde Mijail Bakunin a Martin Luther King) y las realidades que hacen visibles hechos como la situación en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina, las vallas de Ceuta y Melilla o las revueltas en los barrios periféricos de ciudades francesas en noviembre de 2005, media un abismo que nos demuestra que siguen existiendo ciudadanos de primera y de segunda categoría, que la discriminación por género, color de piel o procedencia geográfica no ha desaparecido.


Carlos Fernández LiriaPartiendo de la convicción de que, como plantea el título de este seminario, es necesario "reilustrar la Ilustración", Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, analizó las razones por las que actualmente, en vez de haber una república cosmopolita sin ciudadanos de primera y de segunda categoría (como pretendía el proyecto ilustrado), lo que existe es un mundo unificado por el mercado pero que vive en una especie de guerra civil generalizada. Un mundo en el que ha triunfado el nihilismo (resurgiendo arcaísmos e integrismos de todo tipo) y donde cada vez tienen más poder unos organismos sobre los que los ciudadanos no pueden ejercer ningún tipo de control político: las grandes multinacionales.


Cecilia FlachslandEn junio de 2001, Cecilia Flachsland, que actualmente es profesora en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, publicó un artículo en la revista La escena contemporánea en el que contraponía la figura de Atahualpa Yupanqui con la de Manu Chao. A su juicio, el primero partía de un conocimiento profundo de las tradiciones musicales latinoamericanas para crear una obra de validez universal pero íntimamente arraigada al territorio desde el que se hacía. Por el contrario, el ex-cantante de Mano Negra ofrece en discos como Clandestino (que obtuvo un gran éxito internacional) una fusión tan bella como superficial, una síntesis muy reductora de distintas tradiciones musicales de América Latina que, a través de un discurso amablemente alternativo, reproduce la lógica de la globalización neoliberal de homogeneizar las diferencias y reducirlas a formatos muy estandarizados y accesibles. "En ese disco", explicó Cecilia Flachsland en el inicio de su intervención en el seminario Reilustrar la Ilustración: universalismo, ciudadanía y emancipación (I), "Manu Chao no logra desprenderse de su mirada de turista bienintencionado que toma influencias musicales de aquí y de allá y las mezcla superficialmente, sin preocuparse por explorar más a fondo las particularidades culturales de los lugares que visita (algo para lo que hace falta tiempo y dedicación)". A su juicio, Manu Chao realiza una especie de "hibridación gentil" y autocomplaciente que elude las posibles aristas y complejidades que cualquier diálogo intercultural genera.


De izquierda a derecha: Amador Fernández-Savater, Franco Ingrassia, Marta Malo y Monserrat Galcerán¿Es posible un universalismo construido desde abajo, que se pueda pensar desde nuestras propias condiciones existenciales que son muy diferentes a las que había cuando los pensadores ilustrados desarrollaron sus ideas sobre lo común y lo universal? Esto es, ¿tiene sentido pensar en un universalismo que se adapte a la experiencia contemporánea (caracterizada por la dispersión y la fragmentación), que sea operativo en una sociedad global marcada por la hegemonía del capital financiero? "No olvidemos", señaló Franco Ingrassia en la presentación de esta mesa redonda, "que el capital financiero globaliza y unifica a través del mercado, pero no compone mundo. Y tampoco el correlato subjetivo de esa operatoria mercantil, las prácticas de consumo, construyen verdadero lazo social (sólo relaciones de contacto e intercambio instrumental y/o individual)".


Antonio LafuenteAntonio Lafuente, investigador científico en el Instituto de Historia del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), cree que es posible trazar un paralelismo entre finales del siglo XVIII (la época de la Ilustración) y el momento actual pues, a su juicio, estamos en un periodo histórico en el que desde diversos frentes se "está intentando promover una restitución de la modernidad que se articule en torno a nuevos valores y que rompa las fronteras que existen entre expertos y profanos, entre alta y baja cultura, entre ciencia y política". Por ello, Lafuente se siente muy optimista ante el futuro ("es un buen momento para crear y combatir") y considera que no tiene sentido adoptar una actitud tecnófoba que sólo conduce al ostracismo social, político y cultural. "Es mucho más productivo", aseguró, "ser tecnófilos y hallar fórmulas de acción que nos posibiliten usar el potencial transformador de las nuevas tecnologías para ponerlas al servicio del procomún (esto es, al servicio de aquellos bienes comunes que son de todos en general y de nadie en particular)". Un ejemplo paradigmático de esa reapropiación del conocimiento científico y tecnológico está en el movimiento del software libre que, en su opinión, ha demostrado de forma muy elocuente que se puede desarrollar una tecnología sumamente sofisticada y eficaz "por y para el pueblo".